Organizo una competencia caza-monstruos.

19.4K 1.1K 651
                                    

SIA

¡Iba a viajar en el trineo de Sana Claus! Era una locura. Todavía me sorprendía un poco que Santa me haya dejado ir así como así... se supone que era peligroso y todo eso, pero aquí estoy. En realidad debajo de toda mi ansiedad y euforia estaba un tanto preocupada; es decir, soy mortal, no tengo poderes ni habilidades especiales, lo único que tengo para defenderme es un arco y algunas flechas.

"Cuando yo era un niño, los arqueros estaban de moda" me había dicho mi abuelo una vez, no sé porqué me acordé de eso, pero al menos me hizo reír. Seguimos camino por un pasillo hasta que dos grandes puertas se abrieron y dieron lugar a un gran túnel de hielo. De un lado se extendía hasta que alcanzaba la vista, del otro había una puerta de doble hoja muy grande también.

- Yo siguió prefiriendo mis túneles - dijo Conejo bastante nervioso.

- Vamos viejo amigo, algún día tendrás que acostumbrarte a él - respondió Norte riendo. Insisto que el gorrito de ruso le quedaba demasiado gracioso... ¿No será una de esos espías soviéticos de los que hay en las películas que ve mi abuelo, no? 

Dos yetis abrieron los puertas dejando lugar al trineo más grande e increíble que podría haber visto (digamos que no he visto muchos trineos así que no creo que sea muy difícil pero... creo que se entiende). Los renos relinchaban mientras avanzaban hacia el frente y dejaban el trineo justo frente a nosotros. Yo tenía lo boca abierta de par en par, Jack me miró y se rió, entonces me cubrí con la mano. Norte me miraba por sobre su hombro y al ver mi cara se sonrió.

- Todos aman el trineo - murmuró - ¡Muy bien, arriba!

Con cuidado todos subimos, Hada subió detrás de todo mientras que Conejo se quedaba lo más abajo posible, debía odiar esa cosa. Meme me ofreció un lugar junto a él.

- Gracias - le dije amablemente y si incluso me ayudó a subir ¡Envuélvanmelo, quiero dos!

Jack se sentó junto a Hada y justo detrás de mí, hubiese jurado que miró mal a Meme, pero no estoy segura.

- Abróchense - anunció Norte sentándose en la parte delantera. Busqué rápidamente a mí alrededor pero no había nada.

- Odio que digas eso - murmuró Conejo mientras se agarraba de donde podía. 

- Eeeh, aquí no hay nada - musité.

- Já ja, es solo una expresión Sia - me dijo Santa - ¿Todo listo? - creo que un Yeti le dio a entender que no, pero él ni se fijó y golpeó las riendas de los renos.

Cerré los ojos y sentí que el estómago se me iba al suelo, no quería gritar, no iba a gritar pero era como ir en una montaña rusa. El trineo tomaba más y más velocidad mientras que los túneles se volvían más intrincados y debajo de mi escuchaba los gritos de Conejo. Doblamos a la derecha con tanta brusquedad que comenzamos a deslizarnos entre las paredes y para cuando quise acordar ¡Estaba boca abajo!

No sé de qué me sujeté para no caer, y cómo no hice para gritar de pánico pero lo logré. Para colmo Meme a mi lado levantaba los brazos y reía  como si realmente todo fuera un juego. Sentí la mano de Jack en mi hombro, por mero instinto la tomé y la apreté tan fuerte como pude. El trineo se enderezó y salimos a la parte que yo más temía: la rampa.

Conejo no ayudaba a calmarme. Cuando salimos al exterior y Norte comenzó a golpear las riendas de los renos creí que simplemente nos desplomaríamos en el suelo. Claro, solamente Conejo, Santa y yo, los demás podían volar... que envidia les tenía ahora. Muy bien, ¿Mis últimas palabras? ¡Voy a morir de una forma espectacular y poco creíble, WIIII!

El trineo cimbró cuando la rampa se acabó y por un segundo creí que caíamos. Pero entonces los renos comenzaron a tirar y ¡Salimos volado! realmente un armatoste de madera tirado por renos puede volar.

Me llamo Jack Frost, ¿Y tu?Where stories live. Discover now