Yo, tu Chico helado, y tu, mi Zanahoria.

13.3K 823 206
                                    

JACK

- ¡Cállate! - grité por enésima vez antes de lanzar un rayo de hielo. Pitch me estaba sacando de quicio. Además ver a Sia irse así como así solamente porque Tucker se había molestado me dolió. ¿Por qué siempre tenía que  elegirlo a él?

Pero lo peor no había sido eso, sino que en el fondo sabía que Pitch tenía razón, y lo había descubierto de la peor forma. Cuando vi que Tucker comenzaba a alejarse quise tomar a Sia y… simplemente la atravesé. Nunca era agradable cuando descubría que podía atravesar a alguien pero ella… que de pronto ella dejara de creer en mí, de saber que existo, era como si de pronto las cuchillas de Vira volviesen a estar clavadas en mi estómago.

Pitch apareció con su séquito un segundo después y no pude pensar más en ella. Vi como las pesadillas acorralaban a Emily y Jaime, creo que pocas cosas me han desgarrado tanto como el llanto de esa niña. Emily se cayó en la nieve y comenzó a llorar aterrada, apenas tenía cinco años y esas cosas fueron tras ella como si fuera la presa más suculenta, no la culpaba por asustarse. Jaime hizo frente a los caballos pesadilla y tomando a su nieta en brazos los mantuvo a raya, pero los Tristwch eran los que realmente me preocupaban en su caso. Era un hombre mayor, ¿Cuánto podría soportar la influencia de esas cosas?

Pero Pitch me mantenía alejado de ellos ¡Maldita sea! Cuando necesito una forma de alertar a los demás no tengo nada para comunicarme con ellos.

- No entiendo porqué estás tan molesto Jack - dijo Pitch riendo - Pasaste 300 años solo, deberías estar acostumbrado a esto - Un rayo de hielo fue mi respuesta. Juro que hay días en los que me gustaría atravesarlo con una enorme estaca, o sepultarlo en la nieve y que muera de hipotermia - ¡Vamos Frost, sé que puedes hacerlo mejor! - me dijo cuando mi tercer rayo falló. Para mi alegría el cuarto le dio justo en la cara y lo lanzó al suelo.

- ¡JACK! - gritó alguien más. Entonces noté que Sia había regresado y peleaba sola contra un enorme grupo de pesadillas.

Una ola de furia me golpeó. Desee que ella fuese la invisible, que ahora sea yo quien no pueda escucharla. Pero no podía dejarla sola. Fui lo más rápido que puede para ayudarla pero una pesadilla la embistió con tanta fuerza que salió expulsada y acabó contra un árbol.

Toda la pelea se detuvo, las pesadillas y los Triswtch se quedaron inmóviles pero seguían rodeándola al igual que a Jaime y Emily, noté que Pitch no estaba en ninguna parte.

- ¡Sia! - gritó Jaime intentando apartar a las criaturas, pero no lo dejaban pasar.

"Levántate" pensaba mientras me acercaba más y más "Vamos Sia, levántate", pero ella no se movía.  A diferencia de a Jaime los Tristwch y las pesadillas me dejaron llegar a ella. Cuando aterricé ninguna tuvo intensión de apartarme.

- Zanahoria - murmuré cuando llegué a su lado. A simple vista no parecía tener grandes heridas, pero cuando fui a tocarla una pesadilla me saltó por encima y me apartó.

Le disparé con mi cayado y se volvió polvo pero entonces todos comenzaron a atacar otra vez. Jaime volvió a intentar apartar a las bestias y llegar a su nieta.  Al menos una cosa era buena y era que Pitch realmente había desaparecido. Pero justo cuando pensé que podíamos ganar, escuché a alguien gritar y en menos de un segundo, todos los monstruos habían desaparecido. Miré el camino y descubrí que era Tucker.

De pronto todo se había calmado, como si la pelea anterior nunca hubiese existido. Miré a Sia pero ella seguía tendida en la nieve.  

- ¿Qué pasó?  - preguntó Tucker mientras llegaba a su lado casi al mismo tiempo que Jaime. Él me miro un momento, pero yo ni siquiera había logrado tocar a Sia, no sabía si tenía algún problema.

Me llamo Jack Frost, ¿Y tu?Where stories live. Discover now