Sara; La melliza de Ron Weasley.

5. El sombrero que canta ♪ (Editado)

Edward sostenía la mano de Darcy fuertemente, mientras esta miraba a su alrededor fascinada. Ron estaba de igual manera, miraba a todos lados y sonreía. Mientras Hermione contaba historias que había escuchado o leído. Atrás de ellos íbamos Harry  y yo en silencio, siguiendo a la profesora quien abrió la gran puerta que estaba frente a nosotros.

Se podía admirar un vestíbulo que era tan grande, que hubiera podido meter todo lo que quisiera, la madriguera incluso. Las paredes eran de piedra y estaban iluminadas con resplandecientes antorchas, el techo era tan alto que no se veía y una magnífica escalera de mármol, frente a nosotros, conducía a pisos más arriba.

La profesora McGonagall nos guió a través de un camino señalado en el suelo de piedra. Y desde ese lugar se podía escuchar el eco de las voces, donde tal vez el resto del colegio se encontraba, pero la profesora McGonagall no nos llevó hacía el lugar de las voces, sino que a los de primer año nos tocaba una pequeña habitación vacía, fuera del vestíbulo. Hice un puchero sabiendo que  aun faltaría mucho para la cena, así que saque un dulce de chocolate de mis bolsillos, tratando de que Ron no me descubriera o me lo quitaría.

 Estaba a punto de morder el chocolate cuando sentí una mirada en mi, voltee lentamente rezando a Merlín por que no fuera Ron, Por que los Dioses me amparen, sólo habían tres cosas que pudieran darle miedo a Sara Weasley. 

Una, eran los ojos brillosos de su mellizo Ronald Weasley cuando quería algo, él podía ser aterrador. Así que con cuidado mire a quien me miraba. Solté todo el aire que estaba conteniendo al mirar a la pequeña Darcy.

— Merlín en una galleta, Darcy. Me acabas de dar un gran susto.  — Reí  y sin decir nada más partí la barra de chocolate en dos y se la entregue. Ella sonrió como niño en dulcería y la acepto con gusto. Mire a mi al rededor buscando a los chicos con la mirada, al parecer nos reunieron allí, más cerca unos de otros, de lo que estábamos acostumbrados, unos miraban con nerviosismo a su alrededor.   Mientras Darcy y yo comíamos chocolate. 

  —Bienvenidos a Hogwarts —dijo la profesora McGonagall—. El banquete de comienzo de año se celebrará dentro de poco, pero antes de que ocupen sus lugares en el Gran Comedor deben ser seleccionados para sus futuras casas. La Selección es una ceremonia muy importante porque, mientras estén aquí, esas casas serán como su familia en Hogwarts. Tendrán clases con el resto de la casa que les toque, dormirán en los dormitorios de sus casas y pasaran el tiempo libre en la sala común de la casa.

 »Las cuatro casas se llaman Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin. Cada casa tiene su propia noble historia y cada una ha producido notables brujas y magos. Mientras estén en Hogwarts, los triunfos que tengan conseguirán que las casas ganen puntos, mientras que cualquier infracción de las reglas hará que los pierdan. Al finalizar el año, la casa que obtenga más puntos será premiada con la copa de la casa, un gran honor. Espero que todos ustedes sean un orgullo para la casa en donde queden.

 »La Ceremonia de Selección tendrá lugar dentro de pocos minutos, frente al resto del colegio. Yo sugiero que, mientras esperan, se arreglen lo mejor posible.  Los ojos de la profesora se detuvieron un momento en la capa de Neville,que estaba atada bajo su oreja izquierda, y en la nariz manchada de Ron. 

Con nerviosismo, mire a Harry y Hermione tratando de aplastar su cabello.  —Volveré cuando lo tengamos todo listo para la ceremonia —dijo la profesora McGonagall—. Por favor, esperen tranquilos y salió de la habitación. Me acerque a los chicos arrastrando a Darcy conmigo y por ende a Edward 

—¿Cómo se las arreglan exactamente para seleccionarnos? —preguntó Harry a Ron.

—Creo que es una especie de prueba. Fred dice que duele mucho, pero creo que era una broma—me reí de la cara asustada de ron que paso a ser una despreocupada en cuanto me vio—  la próxima vez Sara, te amarrare a mi para que no te pierdas,de acuerdo  —  sentencio