6. El maestro favorito

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Si alguien pudiera definir su primer día de clases en una escuela de magia, diría que es perfecto, animado y que ningún profesor dejo tarea,  yo, podría decir con gran certeza, que eso es una ¡MENTIRA!

No llevo ni media hora del día y ya estoy perdida, gracias a Merlín no era la clase de posiciones por que he escuchado por mis hermanos que el profesor Snape, no es alguien que quiera tener como enemigo.

Un tanto desesperada por no encontrar el salón adecuado, corrí por todo el pasillo del castillo, hasta llegar de nuevo al mismo punto donde me encontraba anterior mente

  —¿El de gafas? — escuche una voz un tanto lejana, camine por inercia hacia ella —¿Has visto su cara?— esta vez fue una voz diferente, que mientras mas avanzaba mas clara la podía escuchar— ¿Has visto su cicatriz? — mire al grupo de chicos que hablaban entre ellos, dirigiendo su vista a un solo lugar, sabía a quien se referían, así que seguí sus miradas, encontrando a un desaliñado Ron y un despeinado Harry quien parecía un poco molesto por los murmullos, que debieron haberlo seguido desde que dijeron su nombre ayer en el gran comedor.

  —  ¡HARRY! —   grite al llegar a ellos, ocasionando que ambos saltaran, me reí mientras me miraban desaprobatoriamente y me posicionaba en medio de ellos  

•••

En Hogwarts había 142 escaleras, algunas amplias y despejadas, otras estrechas. Algunas llevaban a un lugar diferente los viernes. Otras tenían un escalón que desaparecía a mitad de camino y había que recordarlo para saltar. Después, había puertas que no se abrían, a menos que uno lo pidiera con amabilidad o les hiciera cosquillas en el lugar exacto, y puertas que, en realidad, no eran sino sólidas paredes que fingían ser puertas.

También era muy difícil recordar dónde estaba todo, ya que parecía que las cosas cambiaban de lugar continuamente. Las personas de los retratos seguían visitándose unos a otros, y estaba segura de que las armaduras podían andar. Los fantasmas tampoco ayudaban.

Teniendo todo eso en claro, prácticamente no era nuestra culpa que estuviéramos perdidos. 

-Hemos caminado tanto- me queje haciendo resonar mis pasos, Harry se río un poco pero Ron no, contesto sin mirarme

-Sara, puedo ver desde aquí el pasillo donde nos encontraste hace cinco minutos

-Pues han sido los cinco minutos más largos de toda mi vida - insistí una vez más

-No pareces ser alguien que es inteligente, Sara

-¿¡Qué dijiste cabeza de zanahoria!?, SOY MÁS INTELIGENTE QUE TODOS -al parecer Ron quería pelear, bien, que se prepare

-Creo que Hermione es muy inteligente también -dijo Harry de repente, a lo cual reaccione mirándolo feo  -o no?  No, Sara es mejor - dijo después, sin darse cuenta de mi mirada hacia él.

Sonrojada y tímida avance sin esperarlos caminando por adelante de ellos

-Me dijo cabeza de zanahoria- susurro ron detrás de mi - ella también lo es - sentenció

Al final decidimos solo caminar, a ver que pasaba. Hasta que encontramos el aula, de nuestra primera clase, esas horas entendí que en Hogwarts había mucho más que magia, y bromas mucho más que agitar la varita y decir unas palabras graciosas, había historias que aprender, reglas que seguir.

      •••

Teníamos que estudiar los cielos nocturnos con los telescopios, cada miércoles a medianoche, tres veces por semana iríamos a los invernaderos de detrás del castillo a estudiar Herbología, todas mis clases iba bien, me entusiasmaban,  hasta que entre a  la siguiente asignatura, una que incluso yo considere la más aburrida, era Historia de la Magia, la única clase dictada por un fantasma: El profesor Binns, quien ya era un hombre muy viejo: era quien daba la clase, al parecer murió un día mientras enseñaba y no se dio cuenta.

Sara; La melliza de Ron Weasley.Where stories live. Discover now