7. ¿Noche o noches?

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Todos se fueron a su habitación y me quede solo. Fui por algo de beber y luego directo a darme una ducha. Mi cabello estaba todo reseco y creo que tarde allí mas de lo que debía, cuando salí de la ducha ya todos dormían. Con algo de duda en mi cabeza fui a la habitación donde "gané" mi noche, iba a ser bueno dormir en una gran cama para mi solo... o eso pensé hasta que puse un pie dentro.
La habitación estaba a oscuras y hasta pensé que mi compañero ya estaría en el mundo de los sueños como los demás. Pero en lugar de eso... Donghae se apareció justo frente a mi para cerrar la puerta y aventarme sobre la cama.

-¡Demonios Eunhyuk Hyung! ¿por qué tardaste tanto? –Él chico ya estaba sin camisa, no podía verlo claramente pero por la luz que se filtraba por la pequeña ventanilla noté que su expresión no era de felicidad, se acercó hasta donde yo yacía tumbado en la cama y ¡Oh Por Dios! ¡Tenia una erección completamente enorme!
-Ya te dije que no me llames así –Había algo caliente en mi cara que me hizo sentir fuera de mí. –y... ¡Espera!... ¿Qué hacías que... ya e-estas "así"? –Me intenté sentar pero el chico saltó sobre mí.
-¿Qué crees que hacia? Es tu culpa que yo esté así, Ah~... mmm... ah.... antes y ahora también es por ti... Ah~ –Se sentó sobre mis caderas y comenzó a masturbarse justo en mi cara. Estiró su mano izquierda para encender la lámpara junto a la cama y tomó mi mentón para que viera mas de cerca lo que hacia con tanto esmero. –¡Tienes que hacerte responsable de las cosas que causas!
-¡Dios No! ¡¿Por qué tengo que hacerlo yo? Eres tu el que piensa quien sabe que cosas y se pone así! A mi no me metas en tus problemas! –Intenté empujarlo, sin muchas fuerzas, algo dentro de mí me impidió ser malo con él, tal vez una pequeña parte de mí realmente no lo quería lejos.
-¡Además! –Jamás creí que estaría tan molesto y yo seguía sin saber por qué. Comencé a desesperarme porque aunque él seguía gritándome muy enojado ¡No dejaba de masturbarse tan cerca de mi cara! -¡Además ¿Por qué no puedo llamarte por tu nombre?! ¡A Kibum si le dejas pero a mi no! ¡No es justo!
-¡No metas a Kibum en esto! -¡Oh No! Algo estaba a punto de surgir de todo esto. -¡Y si no dejo que me llames por mi nombre es porque me pongo duro cuando lo haces! –Él se quedó viéndome completamente rojo de la cara y... eyaculó en mi cara. ¡Dios! ¡Como fue que...! ¡¿Pero que le pasaba a este chico?!
-Ah! Lo... waa lo siento... waaa –Pude ver que él no tenia intenciones de hacer eso, tal vez... solo tal vez... mis palabras causaron eso en él. Se agachó rápidamente y escondió su cara en mi pecho. -¿Lo que dices... es verdad?... –Su voz hacia que perdiera el control, estaba respirando de manera extraña, el venirse sobre mi cara no lo hizo sentir vergüenza. En cambio, parecía que le producía aun mas placer, su cuerpo emanaba tanto calor que me causo un cosquilleo en el pecho.
-Si... es verdad. Y creo que, quien debería reclamarte soy yo... no sé que pasa contigo, aunque esta mañana apenas comenzamos a conocernos tu te comportas tan descarado conmigo y me reclamas acerca de un buen amigo.
-Lo siento... -seguía sin levantar el rostro, pero pude ver como enrojecían sus mejillas y sus orejas.
-No te estoy pidiendo que te disculpes... -La imagen de Siwon y él conversando felizmente, siendo tan cercanos incluso durante el juego de LeeTeuk y Kangin Hyung fue muy doloroso para mí y no pude entenderlo correctamente. -¿Por qué te comportas de esta manera conmigo? Si alguien debe estar molesto soy yo, te acercas de esta manera hacia mí y pareciera que estas mas interesado en Siwon. –Intenté alejarlo pero se rehusó a mis movimientos. La idea de que Donghae solo estuviera burlándose de mí y siguiendo a otro u otros mas fue demasiado para mi frágil mentalidad.
-¡No digas eso! –Negó con la cabeza como si fuera de gran importancia para él. –Yo no soy así... Siwon Hyung es un amigo y compañero de trabajo... pero tu... eres diferente a todo eso, no entiendo por qué mi cuerpo solo responde a ti! Es desesperante pero, ya no puedo detenerme... -Su voz comenzó a bajar de tonalidad, y aunque parecía estar mas estable su mirada parecía suplicar por una respuesta. –Después de lo que hicimos en ese cuarto... yo, creo que te deseo aun mas que antes... nunca he hecho esto antes y seguramente tu estarás asqueado, pero por estar contigo todos los días haría lo que fuera necesario... se que tal vez esto sea horrible para ti pero, no quiero estar lejos de ti. –La sinceridad con la que se expresaba era nuevo para alguien simple como yo, siempre estuve rodeado de gente con carácter cruel y encontrar a alguien diferente, tal como es Donghae se ganó la sorpresa y el respeto de parte mía. Me sentí algo tranquilo al verlo así, me pareció tan lindo que dijera todas esas tonterías y al igual que mi pequeño dongsaeng mi cuerpo se tornó sincero, ya lo estaba deseando desenfrenadamente y así caí en el abismo que la lujuria armó para nosotros.
-..... Entiendo. –Levanté mi mano y acaricie su suave cabello gentilmente, acerqué mi rostro y con susurro me dirigí a él. –Yo tampoco lo entiendo del todo, pero estar contigo no me causa asco ni nada parecido, no es incomodo ni creo que esté mal, de hecho lo disfruto mucho... ya no pongas esa cara de preocupación torturándote con esas tonterías que pasan por tu cabeza. Escúchame bien... quiero estar contigo de esta manera... así que por ahora sólo... límpiame. –Le sonreí de lado intentando no pensar en nada mas que el cuerpo de este chico y finalmente cerré los ojos disfrutando de la cálida y sensual sensación que esa ardiente lengua dejaba al recorrer cada rincón donde sus propios fluidos se deslizaban por mi rostro.
-Si... lo haré. –Donghae no dudó en seguir mi orden. Este chico, estaba dispuesto a todo por mí, y eso me hacia continuar a su lado. Mientras lamia mi cara tan lascivo como si fuera realmente delicioso lo de mi rostro, introdujo su mano en mis pantalones. Sin desabotonarlo solo bajó el cierre y filtró su mano por allí, rozando cada parte que pudiera alcanzar, frotando violentamente mi avanzada erección y por si fuera poco su rodilla estaba en medio de mis piernas presionando mis testículos logrando unos deliciosos gemidos en mí.
-¿Realmente nunca has hecho esto?... tienes manos maravillosas... -Se fue directo a mis orejas mordiéndolas con fuerza, lamiendo los pómulos delicadamente y succionando para dejarlas mas rojas de lo que ya rebozaban.
-No... nunca, pero es mas conveniente que sea yo quien lo haga no? Ya que ambos somos hombres... es mas fácil saber donde te gustará... -Él era menor que yo, pero parecía que conocía mas del cuerpo humano que un doctor. Mis manos dejaron su estúpida quietud a un lado para masajear el bien formado trasero de mi compañero, él ya se había venido una vez y aun así estaba mas activo que antes, ¿tenerme cerca... le daba tanto placer como a mi me daba su cercanía?
-Si... tienes razón. –Mi orgullo de hombre no iba a dejar estar quieto mas tiempo, así que lo tomé por el cuello y lo puse bajo mi cuerpo. Nos hundimos en las sabanas de esa cama mientras yo acariciaba sus pezones por sobre su ropa y mordía cada parte de su delicado cuello. Al fin pude ver la piel de ese chico, era tan blanca, tan suave, hasta podría decir que parecía un virgen por completo; no tenia idea de que esperar o que hacer, solo me dejé llevar por la tentación que era Donghae para mi. Le quité la camiseta que traía puesta y desesperadamente el me quito la polera que llevaba sobre mí. Las ganas incontenibles de probar al menor me atraparon finalmente, fui presa fácil de las tentaciones que eran cada gesto que él solo dejaba que yo viera. Era totalmente mio y me embriagó en un instante el aroma que despedía su cuerpo. Su cabello se enredaba en mis manos cuando él dejaba huella de nuestro pecado sobre mi piel, imitaba cada pequeña acción que hiciera en él y aun así pude sentir como sus labios temblaban por los nervios que lo embargaban. Lo hice colocarse arrodillado en la cama, él inmediatamente se sostuvo en cuatro, tenia que levantar bien sus caderas y así lo hizo para mostrar un poco mas su trasero. Esas endemoniadas ganas de comérmelo de un solo bocado regresaron y no pude contenerlas. Sentí como dio un brinco en cuanto colé mi lengua por su entrada. ¿Qué hacia? No sé. Pero yo estaba logrando algo en ese lugar.
-¡Espera! Ah~ -Sus gemidos se escuchaban tan dulces que casi me derrito con solo escucharlos. –Ah~ Se siente muy rico Eunhyuk Hyung!... mmm....
-Ya te dije que no me llames así... -Me divertía que no entendiera esa orden, pero quería mostrarle lo que iba a pasar si continuaba así de terco, así que introduje un par de dedos en él. Oh Dios~ El grito que soltó me terminó de encender.
-Eso es lo que tanto quería Eunhyuk Hyung! Ah~ Si... -¿? Al menor apenas y lo conocía y ya me prendía con esas lujuriosas frases, el chico no era un santo después de todo... en algún rincón de mi mente brotó una esperanza: "Ojala yo sea el único que escuche esas frases surgiendo con los gemidos de este chico". El vaivén de mis dedos no se detenían, era todo un paraíso ver como se retorcía de placer sobre la cama, me pareció ver que sus brazos temblaron dejando su rostro sobre la almohada. Pobre almohada, Donghae ya la tenia bien adherida a si mismo con sus dientes. Su entrada ya se había acostumbrado a los dos dedos, sin embargo, un chico no es igual que una chica, le dolería si lo hacia así como así. Aunque mi cuerpo pedía a gritos que yo se la metiera de una vez no era posible aun; no te conocía Donghae, no eras nada mas allá de un compañero de trabajo, pero no quería lastimarte de ninguna manera... no lo haría yo.
Dos dedos mas alcanzaron espacio en su trasero, mi otra mano ya estaba masajeando la erección que aquella intromisión le originaba, se escuchaba tan dulce, tan tierno, mi sonrisa ya estaba dibujada en mi cara, pero en aquella posición no podía ver bien su rostro, hasta que me di cuenta que del otro lado de la cama había un espejo ¿? Que clase de habitación era esa? Casi me sentí como en uno de esos hoteles de paso en las carreteras. De cualquier manera solo con ayuda de ese reflector pude ver cada una de las pervertidas expresiones causadas por mi. Mi dongsaeng no tardó en notar la presencia del espejo y apenas logrando abrir un ojo, me divisó allí.

-Per-ver-ti-do... -Sonreí esperando una respuesta suya, pero en lugar de palabras, su cuerpo se le adelantó mostrándome en todo su esplendor como gozaba de un casi eterno orgasmo. Eyaculo nuevamente en mi mano, eso se le podía hacer costumbre. Pero esta vez era bueno tenerlo todo conmigo, lo use en mí. Extendí todo su semen a lo largo de mi pene, atendiendo cada lugar en él.

Decidido aunque con poca idea de lo que estaba haciendo entré en mi exhausto dongsaeng. Lo embestí con toda la fuerza que pude. Estoy seguro de que alguno de nuestros compañeros habrá escuchado los miles de gemidos, aullidos, gritos y palabras obscenas que salieron de la boca del menor. "Si! Justo allí Eunhyuk Hyung!" "Mas rápido!" "Con fuerza Hyung!" "Ah~ Vas a partirme" "Si! Así me está gustando!" "No te detengas Hyung! Ah~!" "Siento que me vengo! Si! Umm... Ah~!".
¿Puedo ser sincero? Jamás en mi vida había sentido mayor placer del que me causo ese chico aquella noche... Mi cuerpo quedó acabado después de la primera vez que lo penetre, tuvimos solo una sesión de sexo descontrolado pero, fue lo suficiente para dejarme jadeando con pasión sobre el cuerpo pecaminoso de Donghae.
Esa fue la primera de las mil noches que probé el sabor de aquel agridulce pecado carnal... la primera de las miles de veces que hice gemir tan apasionadamente a mi Donghae...

Al otro lado de la puertaWhere stories live. Discover now