Cap 6: Incómodos rincones.

3.1K 228 18
                                    

Puedo jurar por el río Estigio que nunca antes me había tenido que ocultar tanto como lo he tenido que hacer en este castillo.

Ya habíamos podido identificar a los otros dos fisgones: otra chica y un chico, ambos de la casa de Slytherin.

No había pasillo en donde no estuvieran, salón al que no entrarán o momento en donde no te vieran. En cualquier momento entraré en una crisis de nervios, hasta yo tengo un limite -aunque no lo crean- y debo asegurar que tener tres acosadores de jornada casi completo que son capaces de seguirte hasta el baño no es nada lindo.

Imaginenlo: vas caminando tranquilamente por el pasillo, mirando los cuadros e infartandote al ver que de la nada se mueve una de las armaduras "decorativas", luego del susto suspiras y es ahí cuando sientes algo pesado sobre tí, tan pesado que se siente como dagas en tu espalda. Debo de admitir que en éste momento los adolescentes asustan más que cualquier monstruo. Comienzas de nuevo a caminar cada vez acelerando el paso y es tanta la presión en el ambiente que se siente como si se tratará de una maldita película de terror.

Nunca imaginé que alguna vez terminaría escondiéndome en un armario de escobas, ¡Escobas! ¿Sabes lo estrecho que son?

Un completo infierno.

Hemos avanzado con la búsqueda, revisamos lo que nos faltaba del lado norte del Bosque Prohibido y comenzamos con el Sur.

- No debimos elegir el norte como primera opción, por algo es un mal augurio para nosotros.- Había comentado Dan.

Hemos conocido a algunos centauros que viven en el bosque y nos han recibido con bastante gentileza - no negaré que hubieron disturbios por las espadas y algo de no respetar el espacio ajeno al principio - pero solo nos toleran un poco más que a los alumnos de Hogwarts.

Últimamente Eline se a visto más pensativa y el estado de ánimo de Dan a disminuido, me preocupa que no sean capaces de sobrellevar su estabilidad emocional y colapsen.

Después de tanto tiempo sigo siendo una niña.

Después de tanto tiempo sigo teniendo miedo.

No un miedo natural como a la muerte, sino uno que se siente más real como si se tratará de un organismo viviente. Temo que Eline vaya en busca de su deseada utopía, miedo a que Dan pierda a otro ser amado y no logré sobrellevarlo.

Cam a sostenido mi mano en los momentos de inquietud y con su mirada me ha fortalecido.

- El miedo no te hace una cobarde; te convierte en un ser humano que aprecia lo que la rodea. Uno se fortalece de eso, pequeña.

Han sido tiempos tensos.

He seguido presenciando las clases de mi padre y podría concluir que hasta me han llegado a agradar.

Mentirosa, sabes que te encantan.

Sh~ no te metas.

Últimamente hemos podido mantener conversaciones civilizadas, conociendo detalles uno del otro, en otras palabras, emotivos momentos de Padre e hija.

Mi padre me ha contado sobre su mundo. Una guerra que acaban de ganar. Mucha perdida y dolor, me dí cuenta que no soy la única que arrastra cadenas y que intenta sanar cicatrices. Me hace sentir mal el hecho de haberlo juzgado tan rápido, por lo que oí su situación era una de las más complicadas; un doble agente. Muy peligroso para uno, mortal para los ligados a él.

- Entonces, ¿No quisiste que conociera sobre mi derecho mágico.... Para ¿salvarme?

Mi padre asintió con serenidad.

El porqué de esta vidaWhere stories live. Discover now