Especial: Love you forever

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Mis manos sudaban y no paraba de dar vueltas por mi habitación. Dioses y el maldito Tártaro, ella solo se va a casar una vez en su vida (lo juró por el Estigio) y no puede entender el deseo enloquecedor de salir corriendo y alejarse de todo.

La ceremonia iba a ser en el bosque por afuera de los limites del campamento para que su padre y la madre de su futuro -por unos cuantos minutos- esposo pudieran asistir a la boda. Todos sus hermanos habían viajado especialmente para no perderse el evento del año. Eso lo hace aun peor, su divina madre. 

Di otra vuelta y corrí hasta una toalla sobre mi cama para secarme las manos. El maldito vestido costo una fortuna como para pasar el sudor de sus manos como si vistiera mis viejos jeans. Corrí luego hasta el espejo. De lo agitada que estaba no se me ocurrió pensar que también puedo arruinar el peinado, y si eso ocurría su amiga la iba a matar.

Nada fuera de lugar. Todo estaba bien. Lucia bien.

Tome asiento antes de seguir en la desesperación. Mejor sentada y jugando con los pies que posiblemente tropezar y arruinarlo todo.

- ¿Estas lista? 

El rubio cabello de Selina se asomo por la puerta. Como siempre se veía fantástica y no había hecho ningún maldito esfuerzo, según ella.

- ¿De verdad lo quieres saber?

Se carcajeo.

- Solo te estas casando. No vas a saltar a un acantilado.

- Siento como su fuera a hacerlo.

Frunció levemente el ceño.

El vestido era bonito. Kallie, una amiga mía hija de Afrodita, escogió los vestidos de las damas de honor, porque encontraba inaceptable que siempre las vistan fatales. No tuve ningún problema. Ella, mi hermana del alma; Selina y  mi hermana favorita (jamás lo diré en voz alta), Marceline iban a estar a mi lado izquierdo en el altar.

- ¿Qué es lo que te preocupa?

Mire por toda la cabaña. No éramos los mas ordenados del mundo, pero solía verse decente y por el día que se convirtió en un desastre.

- ¿Me recuerdas por qué decidimos hacer la boda aquí?

- Porque en caso de que aparezca un monstruo horrible podemos protegernos con la barrera.

- ¿Segura que era solo por eso? ¿No hay nada más?

- ¿Y no es eso relevante?

Bufé.

- Solo... -mire el piso.- Todo lo que quiero ahora es tranquilidad. Estoy tan nerviosa.

Selina me sonrió con ternura antes de abrazarme.

- Es normal por lo que sé. ¿Nervios por tropezar con el vestido o caer de tus tacones?

Ella siempre sabía como hacerme reír.

- Ambos. O ser como Novia fugitiva y darme la vuelta a último momento y arruinarlo todo.

- Sabes que Dan te perseguiría y te atraparía a rastras para no soltarte hasta que le digas al juez: acepto.

- Entonces es un alivio que todo este más que asegurado.

Ambas reímos una última vez hasta que tocaron la puerta.

- Disculpen, señoritas, pero alguien quiere ver a la novia antes de la marcha -informó Conner, mi hermano con una sonrisa misteriosa.

- Te alcanzo en el limite, Lina.

- Te veo allí.

Caminar con todo este maldito outfit nupcial en un camino de tierra y pasto es una pesadilla, ¿cómo demonios bajaré luego la colina? Tengo que resolver eso.

El porqué de esta vidaWhere stories live. Discover now