El porqué de esta vida

Cap 1; Lo mismo de hace... ¿17 años?

      10 minutos. Sólo 10 minutos y se irá, y yo al campamento después de él.

      Era siempre lo mismo, incluso cuando era una bebé él se iba y me dejaba con una niñera. 10 años al cuidado de extraños y otros 7 desde que le dije que ya no lo necesitaba. A pesar de ello hace 8 que me escapo.

     Él es maestro. ¿De qué? No sé. ¿Dónde? Ni idea. Somos ricos, lo sé porque vivimos en un mansión. ¿En que ciudad? Podría decir Londres y no especificar. Estudié en casa en una gran biblioteca. Y.... creo que eso es todo.

- Ya me tengo que ir - aviso mi "padre" -. Mi tren sale dentro de poco.

- Ok, Severus - le contesté como si nada.

- Te he dicho que me llames padre, no Severus - me regaño.

- Está bien - exasperé alargando el "en".

      Siempre ha sido así, no se porqué. La mayoría del tiempo me mira con ojos de cariño, rencor, nostalgia, amor y no sé que más. Debe ser porque le recuerdo a mi madre. ¿Pero ella qué podía hacer? Es una diosa del panteón Olímpico, no podía quedarse en este lugar, ni en cualquiera. Quizás si mi padre lo sabía, pero desde que tengo conciencia que soy una semidiosa nuestra relación se volvió más estrecha. Él debía decírmelo y no lo hizo. Cuando me escapé a los 10 años por alguna razón terminé en Long Island, Manhattan. ¿Qué me paso ahí? Qué no pasó. Monstruos, sátiros, semidioses, el campamento Mestizo, Quirón -un Centauro-, pegasos y muchas cosas más - parece anuncio de juguetería o algo así -. Caminaba perdida por unos callejones de muy mala pinta, de repente apareció una señora que empezó a decirme cosas como <<¡que buena carne me he encontrado!>> o <<servirá bien para una exquisita barbacoa>>, para ese entonces yo ya me encontraba echando carrera lejos de ella y sus comentarios de "una rica cena". Fue una cuadra después la vi de nuevo con una cara horrorosa con dientes como piraña - pero más pequeños -, garras, alas parecidas a la de los murciélagos y un pelo tieso como de escoba. Ya veía pasar mi vida frente a mis ojos. ¡Arte de magia! La pulsera de antebrazo que tengo desde pequeña y nunca me saco se convirtió en.... - redoble de tambores-... ¡una espada! ¡Una bellísima espada que aparece en un momento muy oportuno! Esa cosa voladora se lanzó hacia mí y yo - ni de idea como - la esquive mientras le hundía la espada al medio de la espalda..... acto seguido: se convierte en polvo. También ese fue el día en que conocí a Daniel, se encontraba junto a Celtus - un satiro - en misión de encontrar semidioses. Un año después encontramos a Cameron.

- Te veo de regreso en las vacaciones - se despidió mientras cerraba la puerta.

- Hasta las vacaciones - despendí - tal ves... - susurré .

      Un dato malo de ser semidios; tienes el riesgo de morir cada dos segundos. Al parecer tenemos un aura que es como un imán hacia un mental para un monstruo, algunos la tienen más "fuerte" que otros y generalmente son los hijos de los Tres Grandes, como Cameron, es un hijo de Hades. Pero esa aura no es siempre tan mala, ya que gracias a ella tenemos una clase de belleza innegable. Les explico, los dioses son hermosos, bellos, extraordinarios y un millón de adjetivos que les quieras poner y nosotros sus "humildes" hijos esa aura nos da esa clase de belleza pero no tan exagerada.

- Aquí esta tu mochila - me dijo Nelly - Que tengas un buen viaje, también hay comida di es que te da hambre

      Nelly es mi niñera desde los 9, Sip, si lo están pensando, ella esta desde que me escapo, en realidad... ella me ayudó a escapar y lo mejor es que nunca se chiva.

- Gracias, ¡eres la mejor! - me despedí de ella con un beso en la mejilla y salí como alma que lleva el viento

      Cuando volví a mi casa gracias a que Daniel me trajo en un carro de guerra impulsado por pegasos blancos me dediqué a investigar como es que pude cruzar todo un océano de Inglaterra a Estados Unidos. Resulta que cerca de mi casa hay una estación, que entre dos columnas se encontraba un portal a la estación de bus cerca de el campamento. Después de todo no tendría que pagar pasajes de avión ni nada.

      Hay me encontraba, corriendo, casi volando. Siempre me gustó los días en que me iba a mi casa, a mi hogar, el Campamento Mestizo. Tenía tiempo de ver las calles, el paisaje y las tiendas, lo único que conocía del mundo antes de descubrir que era semidiosa eran los jardines y la mansión, mi padre nunca dejó que saliera y eso seguirá creyendo hasta mi muerte.

      En cuánto a que la estación esta cerca es un tanto mentira para cuando llegó ya se está oscureciendo pero tengo que aguardar unos minutos antes de pasar por el portal ya que pronto llegará un tren con estudiantes de una escuela creo, es algo llamado Howat, Howard, Hogwarts... ¡Hogwarts!, eso, pero a mi me pierde cuidado. Aprovechado de entretenerme con las vistas y analizar el alrededor. Al lado de la estación esta justo un bosque, un poco más allá un camino a la izquierda y el camino al pueblo a la derecha, un risco al - o así se ve desde aquí - que tiene una construcción, un castillo, muy bien construido e majestuoso, algún día me gustaría verlo de cerca. Un estrépito ruido me saca de mi ensoñación, el tren ya llegó. Chicos y chicas de entre mínimo 11 a máximo 17 años se bajan muchos ríen gastando bromas entre sí o simplemente hablando de su verano supongo, hasta que para mi visita ya se an ido todos. Salgo de mi escondite y corro al portal, ya es de noche, el cielo está oscuro con un millar de estrellas. Me faltan algunos metro para alcanzarlo, escucho unos ruidos no muy lejos de donde estoy pero no les doy importancia y sigo mi camino. Al llegar a unos pilares de madera que es donde se concentra el portal me siento observada, pero no volteo, tengo miedo de lo que pueda ver a sí que entró, sin mirar atrás.

      primer Cap!!!!! espero de corazón q ojalá les aya gustado!

      Saludos besos y abrazos, nos leemos pronto.

              cn cariño Fernanda