You Are My Nerd [Completa]

Epilogo

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Han pasado tantas cosas desde que nos conocimos. Hoy se cumple un año desde que nos graduamos y te pedí matrimonio.
Tal vez ya sabes que me iré a Canadá para terminar los estudios allá. No quería irme sin despedirme; siento que no puedo mirarte a los ojos y decirte que te extrañaré, porque sé que no lo soportaría y no sería capaz de irme dejándote aquí; es por eso que prefiero expresarme a través de esta carta.
Sé que no estarás sola; tendrás a las personas que te quieren a tu lado; ellos te apoyarán y sé que eres fuerte; sé que podrás seguir sin mí.
Aún recuerdo cuando te vi en aquella biblioteca. Día tras día recuerdo ese momento. Recuerdo el día en que te besé en esa fiesta; no pensé que ese sería tu primer beso. Desde ese momento, cambiaste mi forma de ser, me hiciste ver la vida diferente. Gracias a ti logré comprender que no puedo tenerlo todo; tú me ayudaste a ser diferente.
Me enamoré de ti.
Me gustaste desde el primer momento, al sentir tus rechazos hacia mí y ver la forma en la que me tratabas, porque me considerabas un cretino; todo eso cambió dentro de mí, comprendí que eras diferente y fue en ese momento cuando me enamoré de ti.
Eres una persona con sentimientos, con valores, que sabe amar, que es inteligente, que es hermosa, tanto por dentro como por fuera. Tú me cambiaste, transformaste al Ryan egocéntrico por un Ryan bueno. Te convertiste en una parte especial de mi vida; es por eso que hoy he podido sacar mis sentimientos a la luz y expresarme.
Debo admitir que jamás pensé que llegaría a cambiar, a ser diferente, a enamorarme. Tú y yo éramos tan diferentes, que cualquiera hubiera pensado que entre nosotros jamás hubiera podido pasar algo, porque lo consideramos imposible, pero no, no fue imposible, tú y yo logramos estar juntos. Tú también cambiaste, pero la Keysi verdadera sigue dentro de ti.
Siempre serás buena, y eso me encanta; es una parte que me fascina de ti. Amo que seas buena y sincera, que seas tierna y linda; amo todo en ti, Keysi; amo todos tus defectos, al igual que tus virtudes, amo cada cosa que te compone. Para mí no necesitas ser hija de un rey, porque ya eres una reina para mí.
No necesitas un castillo ni zapatillas, o un largo vestido; solo necesitas ser tú, y por ti podría ser capaz de pelear contra un dragón, de subir hasta una torre para salvarte, de buscar en las profundidades del océano peligroso la llave de tu puerta, de enfrentar a cualquiera que se interponga entre nosotros. Pero eso es fantasía; la realidad es muy diferente a los libros que leímos juntos. Aún así, haría hasta lo imposible por jamás perderte.
A veces me quedo pensando en aquellas palabras que me dijiste cuando te llevaba a tu casa en mi auto: “Los populares no tienen sentimientos”; pero te he comprobado que estabas equi-
vocada, porque yo encontré sentimientos hacia ti, y los he demostrado en cada oportunidad que tengo al estar a tu lado.
La mayoría de las personas no muestran sus sentimientos por miedo a ser lastimados, y algunos no los mostramos porque somos malas personas que nos gusta jugar con personas inocentes y, para quedar bien con falsos amigos, nos hacemos creer a nosotros mismos que no tenemos sentimientos, pero contigo aprendí que solo hay que buscar en nuestro interior y cavar muy a fondo para poder encontrar nuestras emociones; a veces es difícil mostrarlas, pero cuando conoces a alguien importante, sabes que puede cambiar tu vida, y tenemos que arriesgarnos en ese momento, después de todo, el amor traerá con él dolor, enojo, tristeza, alegría y hay que disfrutar cada parte que recibiremos de ello.
Tú lograste meterte dentro de mí, en mi interior, y no es fácil sacarte de allí; no puedo y no quiero; te necesito, necesito que sigas conmigo. Tú te has convertido en lo mejor que pudo haberme pasado en la vida, porque gracias a ti, más cosas buenas llegaron; las puertas se abrieron para mí, y finalmente, dejé a todos los hipócritas que me rodeaban.
Somos jóvenes, es verdad, y tal vez no sabemos lo que queremos; estamos en la edad en que deseamos comernos al mundo y tenerlo todo, pero hay momentos en los que no nos damos cuenta de lo que pasará, de cuáles serán las consecuencias de nuestros actos.
Aquel día te dije que te amaba. Nuestra relación ha ido bien por el momento, pero ver a todas esas parejas peleando, volviendo y nuevamente discutiendo, me hace pensar diferente; quiero estar contigo, eso es cierto; quiero formar una familia contigo, pero llegará el momento para eso. Primero tenemos que terminar de estudiar y conseguir un empleo. No me gustaría que un amor tan sincero terminara en peleas, y mucho menos, formando una familia que al final sufrirá porque descubrimos que ya no sentimos nada el uno por el otro.
Es cierto que te amo, pero necesitamos un tiempo; si nuestro amor sigue, tal vez, solo tal vez y si tú quieres, podamos estar juntos de nuevo. Si nuestro amor es sincero como nos lo juramos aquel día en la azotea, entonces permanecerá y, si es así, estaremos listos para seguir con nuestra historia de amor. Estaremos lo suficientemente listos como para saber lo que nos depara el destino, y tendremos en claro si queremos estar juntos y cumplir aquella promesa, o si solo nos olvidaremos el uno del otro y nos recordaremos como un amor mágico y sincero con el pasar de los años.
No estoy terminando esta relación, solo que yo me iré y no sé cuándo regresaré, pero ten por seguro que volveré; no sé si será demasiado tarde o no —espero que no.
No sé si tú eres el amor de mi vida; no sé si me esperarás a que vuelva, o simplemente me olvidarás. No sé si estemos destinados a permanecer juntos o no. Nadie sabe lo que pasará contigo ni tampoco lo que pasará conmigo. No sé si conocerás a alguien más o si yo lo haré; no sé si me olvidarás o yo a ti; no sé qué nos depara el destino.
No tengo ni la más mínima idea de qué pasara con cada uno de nosotros, solo quiero que pase lo que pase, recuerdes a aquel rebelde que cambió por una nerd, que por querer estar a su lado, se convirtió en alguien como ella; quiero que recuerdes a ese nerd que te ama y siente que te amará por siempre, porque dijiste que nuestro amor es eterno, ¿lo recuerdas?, porque si es así, quizás sea verdad, quizás nuestro amor sea eterno.
Pueden pasar muchas cosas, tal vez con el pasar del tiempo yo regrese y no te vuelva a ver, o quizás te encuentre con tu esposo y tus hijos. Sé que al alejarme de ti, me estoy arriesgando, pero como ya lo mencioné, quiero comprobar si este amor sobrevivirá por años, porque así nos podremos dar cuenta de que no cometimos un error, el peor error de nuestras vidas.
Tengo la esperanza de encontrarte después de todo y de saber que nuestro amor vive y vivirá por siempre.
Pase lo que pase, gracias por aparecer en mi vida.
Nunca olvides que te amo, Keysi.
Ryan Macleane Blake.
Terminé de leer la carta y me acerqué a la ventana de mi habitación, sosteniéndola entre mis manos. Observé todo lo que había afuera, desde los vecinos discutiendo, las parejas disfrutando de su amor, los niños corriendo, y las personas trabajando para sobrevivir.
Sonreí.
Me dolía el hecho de no haberme podido despedir de Ryan;
la carta llegó a mis manos cuando él ya se había ido, pero en el fondo, tenía razón; cada palabra que mencionaba estaba llena de razón. Si con el pasar de los años seguíamos enamorados el uno del otro, sería porque nuestro amor realmente era verdadero, y esta vez sería eterno.
La vida nos depararía muchas cosas, por lo cual teníamos que estar preparados. Yo amaba a Ryan, pero no tenía la seguridad de que siempre sería así. Tenía la esperanza en mi interior de que así fuera, pero solo el tiempo podría decidir, y pasara lo que pasara, Ryan siempre estaría en mi corazón y lo recordaría como mi primer amor; lo recordaría por tantas cosas. Si él no era para mí, al menos sería ese amor que dejaría una huella en mi corazón; lo tendría presente por siempre.
Suspiré y asentí para mí misma.
Quité el anillo de mi dedo y lo coloqué sobre la carta; los llevé hasta mi pecho y sentí una paz inmensa dentro de mí.
Yo también te amo, Ryan —susurré, mirando por la ventana, mientras apretaba con suavidad la carta y el anillo a mi pecho.

Fin.