Nueva York y él

Capitulo 8 "Decepción"

Ver las partes íntimas de Anna no era lo que tenía planeado para un viernes por la mañana.

Nos estábamos preparando para la clase de atletismo en los vestidores, y Anna no era la excepción. Lo raro de esta vez es que escogió un sitio cerca de nosotras para cambiarse. Paige y ella estaban hablando de Sarah, una chica que al parecer estaba de intercambio, mientras que yo trataba de que la remera me pase la parte de los pechos. No los tenía muy grandes, pero la tela no se estiraba y me estaba comenzando a enojar.

–Espera, déjame ayudarte–se ofreció Becca, al tiempo que hacía una maniobra mágica y la remera calzaba perfecta en mi torso.

–En serio–dije sin poder creerlo–, vas a ser una estupenda diseñadora de moda. Channel va a estar celosa de ti.

Largó una carcajada.

–¡Chicas!–exclamó Paige e hizo un gesto con la mano para que nos acerquemos.

–¿Qué pasa?–preguntó Clary cuando llegamos a su lado.

Paige y Anna se miraron de manera cómplice y sonrieron mucho.

–Hoy a la noche hay otro partido de hockey, y luego Ethan dará una fiesta en su casa–comentó Anna.–Seguro ya lo sabían, pero quería preguntarles si quieren que nos preparemos juntas para el juego.

La propuesta me pareció de lo más extraña. ¿Qué tanto tenía que hacer uno para ir a un juego? Era ponerte una remera del equipo, un poco de pintura en la cara y listo. Si bien era al segundo que iba a asistir, las chicas nunca mostraron tanta importancia.

Fruncí el ceño.

–¿Por qué hay que prepararse?–pregunté, haciendo público mi pensamiento.

–Porque hoy juegan contra un equipo de Boston, en donde los jugadores son unos bombones, y aparte, amigos de los chicos.–Contestó Anna. Al ver que seguía con ceño fruncido, me miró como si fuese estúpida.–¡Van a ir a la fiesta, Dest!

Las chicas rieron y yo me puse colorada. Claro. Chicos. Fiesta.

–Por eso hay que estar preparadas. Par que nos vean bien en ambos lados, y quién sabe, quizás consigamos a alguno....–dijo Clary.

Asentí con la cabeza, aunque me pareció extraño que Clary fuera la que dijera eso. Al pensar en cómo se puso ayer por lo de Elliot, hubiese apostado que no querría estar con ningún otro chico, y menos en frente de él.

Al menos que fuera algún plan raro que consistiera en ponerlo celoso.

Becca debe haber visto que me volvía a quedar callada, porque me hizo una señal de advertencia con los ojos, y ahí terminé de comprender: Anna no sabía de los sentimientos de Clary hacia Elliot.

Ahora tenía más sentido.

–Genial–dije con entusiasmo.–Entonces me apunto.

El entusiasmo se debía a que iba a conocer gente nueva, no a los chicos en sí. Respecto a ese tema, los últimos días había estado pensando en Ethan más que nunca otros días.

Tenía dieciocho años, sabía cuándo me gustaba una persona, pero no era el caso de Ethan. Con él me sentía extraña y si bien en mi casa la habíamos pasado genial, luego de su cometario nunca más volvimos a hablar y eso me hacía sentir nerviosa. Había almorzado con nosotras ayer, pero no me dirigió la palabra ni me miró. Tampoco había dicho de vernos otro día para actuar ni nada por el estilo.

Y estaba preocupada. Realmente no entendía qué había pasado, y lo último que me faltaba era caerle mal a alguno del grupo. Cuando tenga la oportunidad iba a hablar con él y arreglar las cosas.