Veintidós

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SeokJin


Desperté en una de las celdas de la fiscalía, mi cabeza me dolía, parecía como si me la estuviera golpeando con un taladro por dentro.

Traté de ponerme de pie pero mis piernas se sentían débiles por lo que simplemente me quedé allí sentado.

Deseaba poder estar con YoonGi en estos momentos, abrazarlo y oírlo decir que todo estaría bién, que pronto volveríamos a casa él y yo, juntos.

Pero la realidad era otra, probablemente no lo vuelva a ver, si ese monstruo vuelve y me lleva, sé que no tendré oportunidad de volver a verlo, no podría sentirlo, decirle que lo quiero, me privarian de esa felicidad, de estar con la única persona que me ha amado, me dolía mucho saber que él iba a sufrir por mi culpa.

-Ya despertaste -una voz femenina me hizo salir de mis pensamientos, levanté la mirada para poder verla y lo que ví detrás de ella, más a quien ví detrás de ella casí me dejó paralizado, si no estuviera sentado estoy seguro de que me hubiera caído al suelo.

El maldito tenía una sonrisa sarcástica en los labios, con los brazos cruzados parado en la entrada de la celda, vestía ropa nueva, lo que se me hizo bastante raro.

-Tu padre ha estado esperando a que despiertes para poder volver a casa -la mujer se hizo a un lado dándole paso a el hombre de mis pesadillas.

El se me acerco, yo sin saber qué hacer, fuí retrocediendo hasta que mi espalda se topara con la fría pared.

-Hola hijo- oír su voz me daban náuseas y más aún el que me llamara hijo cuando núnca antes lo había hecho.

-Vamos a casa pequeño, te he echado de menos -se sentó al lado mío en el mudillo colchon fingiendo una sonrisa.

-Los dejaré un momento para que puedan hablar - y sin más la mujer se marchó, quería gritarle,rogarle que no se fuera pero el nudo en la garganta no me lo permitía.

-Creíste que podías salirte con la tuya maldito bastardo -habló entre dientes para que sólo yo lograra escucharlo.

-Pero no funcionó, ese maldito noviecito tuyo no podrá salvarte ahora.- se acercó peligrosamente a mí.

-Estoy contento de que ese chico NamJoon haya aparecido, él me ofreció dinero a cambio de que yo lo ayudara a hundir a ese Min, la mejor parte fue enterarme de que volverías a mí, y así los dos podríamos divertirnos otra vez -el me abrazó, presionando de forma dolorosa mi cuerpo contra el suyo.

-Y él no estará para ayudarte, se irá a la cárcel. Ví una foto de él, es un chico muy bonito, y sabes qué le hacen a los chicos como a él en prisión?  Las mismas cosas que tú y yo hacíamos antes de que huyeras -oir esas palabras hicieron mi sangre hervir, traté de soltarme de sus brazos pero el cada vez hacía el agarre más y más fuerte.

-No podrás evitarlo, el se irá y tú volveras a mi, a dónde perteneces putita-susurro en mi oído.

-No!! Suéltame, suéltame monstruo. -mordí una de sus orejas con tanta fuerza que él soltó un alarido y se alejó de mí, la sangre se deslizó por su cuello manchando su camisa.

Los oficiales llegaron en un santiamén  sujetandome de ambos brazos, logré leer sus labios  "Me la vas a pagar " fué lo que entendí.

A él se lo llevaron para poder tratar la herida.

Sentí un pinchazo en el brazo pero esta vez no se volvió todo negro, yo juro a ver visto a YoonGi con el pelo desordenado y la camisa desaliñada tratando de zafarse del agarre de un hombre del doble de su tamaño.

Parecía estar gritando, pero no lograba a entender lo que decía.

-Yoonie -solté extendí mi mano en su dirección, quería sentir la suya ,pero obviamente por la distancia no podía.

Quería correr hacia él pero no tenía las fuerzas suficientes para hacerlo.






















I Give You My Heart     ♡Where stories live. Discover now