Capítulo 13

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Últimos capítulos!!
Felicidad entre jardines...


Ah Ri apenas podía pronunciar palabra alguna, ya que las manos de Donghae ascendían ahora por sus piernas, después de haberle quitado del todo la bata que llevaba, dejándola completamente desnuda mientras que sus labios encontraron el hueco donde su cuello se unía al hombro. Se habían trasladado hacia su lecho y la suave luz del día aun llenaba el ambiente. 

Ah Ri se encontró gimiendo mientras las manos de Donghae acariciaban sus curvas abandonando la vergüenza de que él la viese de esa manera. La boca de Donghae se había movido hacia abajo hasta cubrir uno de sus pechos y a ella le resultaba casi imposible mantenerse en silencio mientras aquella acalorada caricia hacía que su cuerpo se estremecía lleno de pasión, el calor del cuerpo de ambos era palpable, pero un suave viento se coló cuando Donghae se retiró para quitarse su propias ropas.

Ah Ri se maravilló al ver como Donghae se desnudaba frente a ella, nunca había visto a un hombre de manera tan íntima, ni siquiera aquella noche, peor rápidamente apartó aquel pensamiento de su mente, no quería recordar y empañar la maravillosa sensación que estaba experimentando.

Las manos de Donghae se quedaron inmóviles mientras se quitaba la parte interior de su ropa, su mirada abrasaba la de Ah Ri mientras se sorprendía por ver en los de ellos una determinación que nunca había imaginado, estaba dispuesta para él y eso lo enorgullecía.
-He deseado tanto este momento, que ahora parece un sueño. Quiero decirte cuanto te amo.- dijo mientras volvía a ponerse sobre Ah Ri.
Ah Ri extendió su mano y acarició el rostro de Donghae-Entonces muéstramelo.

Él tomó la mano de ella, depositó un suave beso en su palma y la deslizó sobre su pecho hasta su corazón- ¿Sientes como late?- preguntó Donghae y Ah Ri solo asintió- late por ti, siempre ha sido por ti.

Se pegó a ella, mientras sus cuerpos se dejaban arder en la pasión, las manos de Donghae acariciaban su piel mientras sus labios se unían, Ah Ri sentía una urgencia hasta ese día desconocida, necesitaba a Donghae de manera íntima y eso le encantaba, quería ser su mujer por siempre.

El aliento se les escapaban en cortos y ahogados jadeos, las caderas de Ah Ri se apretaron contra Donghae y la prueba de su deseo por ella se hizo evidente mientras se acomodó entre sus muslos.
-Quiero sentirte... Dentro de mí- Susurró Ah Ri.
Un estremecimiento recorrió a Donghae al momento de escucharla. Ni en sus sueños más lujuriosos había imaginado que Ah Ri le pediría eso y como deseaba cumplirle su pedido, pero quería que fuese especial, que fuese lo suficientemente bueno para que ella olvidase aquellas horribles sombras.
-Te he deseado tanto, pero también quiero que sea bueno para ti- le dijo Donghae mientras depositaba suaves besos en el rostro de Ah Ri.
-Ya es bueno para mí -le susurró ella de vuelta- Yo también te deseo.
Sus ojos se clavaron en los de ella. – No quiero hacerte daño.
-No me lo harás. Tú nunca podrías hacerme daño.

Las manos de él separaron lentamente sus muslos, la punta de su virilidad se ubicó en su sexo y suavemente empezó a entrar, Ah Ri contuvo la respiración cuando lo sintió penetrando en ella. Era el más íntimo de los contactos, y arqueó las caderas para atraerlo aún más adentro de manera instintiva. Donghae se contenía mientras su sexo se deslizaba dentro de Ah Ri, se ajustaba de manera apretada y era una deliciosa tortura. Empezó a salir y entrar en ella aumentando el ritmo mientras sus labios se entrelazaban en apasionados besos y él apoyaba su cuerpo en sus brazos a los lados de ella. Las manos de Ah Ri se enredaban en su cabello y se deslizaron hacían su espalda mientras las acometidas de él se hicieron más rápidas y feroces.

Algo crecía en el interior de Ah Ri. Una fuerza. Una tensión. Crecía, llenándola. Mientras los gruñidos de Donghae se acompasaban junto a los gemidos de Ah Ri y sus respiraciones se entrecortaban. Ah Ri Hundió sus dedos en su pelo y en su espalda jadeando su nombre mientras arremetía adelante y atrás, su cuerpo perdido en un ritmo primitivo. Se sentía liberada, salvaje, femenina en sus brazos.

Ámame - Lee DonghaeWhere stories live. Discover now