Capítulo 2✔

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Katherine Richardson

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Abby miró por el espacio de la puerta semi abierta del baño lo que Kat tenía en la cama, era una pijama de ositos, donde la parte de abajo contaba de unos pequeños short, muy cortos de tela rosa, y su camisa de tirantes, todo con ositos.

-Abby ¿aquí tienes Internet? tengo que enviarle un e-mail a mi hermana o a Maiky sino llamaran a papá y él enviara a los hombres de negro, y la verdad no los quiero aquí. De por si estarán conmigo en Australia para supervisar que todo este bien, puedes creerlo.-con voz cansada y un poco de incredibilidad gruñó Kat.

Abby que estaba cepillándose los dientes negó con la cabeza, solo a su amiga se le ocurría ir a otro estado sin escolta y más con un padre en la política. Y ése padre con ganas de tener un cargo mayor.

-Kat no deberías estar ya acostumbrada a ello. Es decir que edad tenías cuando tu padre andaba en la política.

-Déjame recordar, creo que tenía como once, sí, papá quiso ser parte de la sociedad de los viñedos, en San Francisco, luego nos fuimos de allí para que Maiky fuera a la universidad, la cual fue a Los Angeles y pues ahí papá quiso darse a conocer en el mercado de vinos, ya que nosotros posemos uno y el viñedo ya tenía algo de actividad. Así que comenzó su carrera en los vinos, pues después Teffi dijo que no, y estudio relaciones publicas y yo opte por ser veterinaria, mi hermano es el Ing. Agronomo, papá es hombre de negocios lo cual lo ayuda mucho en su trabajo actual. A eso de los quince papá conoció a un político de no se qué y él fue el que ayudo a papá a llega donde esta ahora.

-Kat solo pregunte de tu vida en la política no toda tu vida fuera de la política.

-Pero bueno, Abby me inspiro y tú me callas, así no se puede. Pero tienes razón. Quiero ser otra. Y por eso deje fuera la vida publica, solo Teffi es la cara femenina de la casa. Después de mamá, ella tomó ese lugar.

Tanto Kat como Abby esperaban que su vida fuera la mejor. Abby para mejorar la clínica y Kat para estar fuera de la prensa, en Highland Park y sus alrededores, la vida les sonreía de manera diferente a las dos.

-¿Bueno y ahora que haremos, Abby?

-Dormir. De verdad Kat, mañana hay que madrugar así que no se te ocurra nada raro.

Cosa que no duro mucho después que la dos se alistaran para dormir Kat alego que no tenía sueño y se levantó. Era una casa nueva, habitación nueva, cama nueva, solo tenía sus sabanas y una almohada que llevaba donde quiera que se trasladase, no importaba donde fuera su almohada iba con ella. Abby la miró y la dejo estar.

-Y¿qué harás?-Abby no quería más problemas y tenía sueño pero dejar a su amiga en ese predicamento tampoco le sentaba muy bien.

-¿Tienes internet aquí? Creo que me conectaré con Teffi. Ella dijo que le hablara y sino estoy mal creo que es lo suficiente temprano allá para que ella esté en casa.

-La conexión esta en la sala. En estos días iré a la agencia para que coloquen el inalámbrico. Porque papá no lo usa como lo usamos nosotras. Ya sabes.

-Sí, el mío aun cree que la tecnología vino a separar a las personas pero ahora verá que también las une. Así que mejor me pongo algo mas-Abby siguió la mirada de Kat y se topo con los pantalones cortos de ésta, así que la vio buscar en su maleta y de ahí saco un pantalón de seda rayado, en color café claro y oscuro, alternativamente.

-Ok, Kat.-Abby cerro la puerta del cuarto cuando Kat se fue con su laptop y una taza que tenía la palabra "Cocoa" en ella.

Pasaron los minutos y ella decidió encender la TV de su habitación, buscó en todos los canales haber si coincidan uno de los Los Angeles, cuando llegó al canal ciento veinticinco lo detuvo; ahí estaba su programa favorito y era una maratón. Si, así esperaría su amiga para poder dormir juntas.

La dama y el vaquero ­©- CompletaWhere stories live. Discover now