Capítulo 11

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Abby cerraba la clínica a las dos de la tarde, era domingo y después de esa hora era libre. Su padre estaba de guardia, pero en casa, ella junto a Kat tenía una cita con Beth para ir al café de Highland Park, al cual iba a reunirse con ellas en breve. Más con la tormenta que de la nada se presentó, tenía que cambiar de coche. Su padre le había dicho que Alejandro mandaría a uno de sus hijos para llevarle el todo terreno y para que llevará de vuelta a Beth y llevara a Kat del café.

Todo lo que su amiga había ganado era totalmente sorprendente. Kat tenía la habilidad de ganarse a la gente con su carisma y personalidad chispeante. Su padre le tenía un gran afecto en poco tiempo. Y en el Rancho parecía que Don Constantin le apreciaba, Daniel le hacía compañía, además, los otros hijos le agradaban y ellos a ella. Claro que tal parecía no todo era tranquilidad había una nube negra en su granja, y ese era el tema por discutir en la cita del café.

—Vaya hasta que llegaste. —. Abby escuchó la burla de Beth con un toque medio espinozo.

—Claro, señorita vivo en cafetería. — se burló Abby—¿Dónde está Kat?

—Es lógico que viva por acá, es mejor el café de aquí que del hospital, sabes. Y Kat está en el baño.

—Oh, bueno. Espero que sea verdad.

Abby tomo asiento viendo hacía la ventana y así podía ver donde dejo el auto. La verdad que el hijo de Alejandro llegó muy rápido así que no le tomo mucho llegar al café pactado. Lo que si la sorprendió, fue que el chico le dijo que Kat se había ido antes para la reunión. Siendo así que ella llegara sola al café.

—Mañana es el día que Kat se presente en la casa Quisbert, tengo miedo por ella, sabes.

—Oh vamos, Abby. Ella puede hacer su trabajo sola. Tiene el cariño de todos los clientes frecuentes de tu clínica, además ayer se le vio genial con Dan y él es prácticamente su jefe. Athon, por ti la tratara genial, además no es como si ella no supiera hacer algo. Es mejor que tú en muchas cosas y ella ama a los animales. Será muy capaz de hacer todo lo que se le diga.

Ambas miraron como Kat regresaba a la masa, cuando la señora Jackson la retuvo y le mostró algo en su teléfono, para ellas seguro era imágenes del gato de la señora Jackson.

—Temo que su personalidad no llegue a encajar del todo con esa familia.

—Ya fue a presentante ¿no?—. Beth hablo bajo, como lo hizo Abby y siguieron vieron a Kat con la señora Jackson.

—Papá la llevo hoy temprano, yo también fui.

—¿Y?

—Athon nos recibió y papá no le agrado tanto, fue muy gracioso. Pero luego llegó Don Constantin y junto a Tayson y su esposa, empezaron a hacer algunas preguntas, más Tayson. Kat reconoció a la mujer y no fue muy bien.

—Nadie habla muy bien de ella. Isabela llegó de la nada al pueblo y a los meses se casó con Tayson, y luego el bebé.

—Eh chicas, a que no saben ¡la señora Jackson! Me mostró como está el famoso gato, he de decir que esta mejor de cómo lo vi en la clínica.

—Me alegra saber que te lleves bien con las personas, Kat. Este pueblo es pequeño.

—Sí, pueblo chico, infierno grande—. Beth sonrió un poco. —. Además, eres una de las pocas personas extranjeras que encaja bien por aquí en tan poco tiempo. La ayuda del padre de Abby es bien sabida, pero tú eres la que hace el mayor trabajo.

—Oh, chicas. La verdad me gusta mucho aquí. El clima y su gente es genial. Aunque tengo unos que otros roces con personas raras, todo lo demás está bien.

La dama y el vaquero ­©- CompletaWhere stories live. Discover now