Capítulo 6: Sensaciones extrañas.
Sus labios acarician los míos con delicadeza, son tan suaves… El beso va cobrando intensidad, mi boca se abre para él, su lengua entra en busca de la mía, su sabor dulce enciende todos los rincones de mi cuerpo. No puedo creer que esto esté pasando.
Nuestras bocas se separan con un leve gemido de ambos, apoyo mi frente en la suya sin atreverme a abrir los ojos, una mezcla de vergüenza y miedo no me deja.
Sus dedos se mueven por mi rostro, van desde mis pómulos hasta mis labios dibujando el contorno…
–Echaba tanto de menos tus besos…– Susurra.
Cogiendo aire busco el valor para mirarlo. No consigo evitar que mis ojos se vuelvan a llenar de lágrimas.
–Ryan yo…– No puedo continuar, las palabras se me atragantan.
–Lo sé cariño. Lo sé– Me mete entre sus brazos, sus mano sube y baja por mi espalda, tranquilizándome, y hablando contra mi pelo jura– Volveré a hacer que me quieras Vicky, volveré a enamorarte cueste lo que cueste y esta vez no cometeré los errores del pasado. Tú eres lo único que quiero, y lucharé hasta que vuelva a escuchar de tus labios que me amas.
No digo nada, no encuentro palabras para responderle. Una parte de mi me dice que la lucha de Ryan será corta, pero sé que hay demasiados fantasmas en nuestra historia que quizás me hagan volver a huir.
Mi cabeza descansa en su pecho, oyendo como late su corazón, adormeciéndome con sus caricias. De repente caigo en la cuenta de algo, en sus brazos me siento segura, me siento querida y deseada…
“Su risa me hace estremecerme. El frío metal del arma, se clava en mi estómago. Le grito al destello azul que se marche, que se ponga a salvo, no me hace caso… me desespero, chillo con todas mis fuerzas; Vete, por favor, suplico entre el llanto. En menos de un segundo todo comienza a ir deprisa, los cuerpos si rostros se mueven de forma rápida. Los ruidos de la habitación quedan silenciados por el sonido de un disparo, la sangre mancha los suelos, paredes… Busco la herida en mi cuerpo, pero no soy yo quien sangra… Un cuerpo yace inerte delante de mí, camino hasta él… Sus ojos azules están abiertos… caigo de rodillas a su lado… Ryan… Ryan está muerto.”
–Vicky…Vicky, es una pesadilla… Cariño…
Abro los ojos sobresaltada, miro hacia todas las direcciones, desesperada, aterrada. Todo está oscuro y borroso, unos brazos intentan atraparme entre ellos, me aparto chillando.
–Vicky cariño, soy yo. Soy Ryan.
Pestañeo varias veces seguidas, las luces se encienden y respiro aliviada al verlo. Sin dudarlo vuelvo a la cama, y me dejo abrazar, mientras lloro apoyada en su pecho desnudo. Solo una pesadilla, ha sido solo una pesadilla, me repito una y otra vez.
Busco sus ojos preocupados, cuando estoy más calmada y pregunto:
–¿Cómo he llegado hasta aquí?
Me dedica una sonrisa adorable.
–Te has dejado dormir en el salón, pensé que en la cama estarías más cómoda.
–Gracias. – Me sonrojo al darme cuenta que estaba durmiendo a su lado. Me fijo en que no llevo los zapatos, la falda se me ha subido más de la cuenta, y la camisa está completamente arrugada. Evito observarle, ya que solo lleva unos pantalones de pijama– Siento haberte despertado.
Coloca un mechón de pelo tras mi oreja. Tengo que llamar a gritos a mi autocontrol para no besarlo.
–Puedes despertarme todas las veces que quieras, mientras seas tú quien lo haga no me importa.
