Capitulo 3

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Tocó el timbre.
Una, dos, tres veces.
Miró su celular, las 10:00
"Debe estar durmiendo" se dijo "Es un perezoso, a esta hora seguro esta durmiendo"
Volvio a tocar el timbre, sin esperanzas, pero no le quedaba de otra.
Esta vez, un descuidado señor regordete pasado de edad atendió a la puerta, con una sonrisa tan descuidada.
-¡Lauren! ¡Tanto tiempo!- exclamó al ver a su invitada, quien solo le respondió con una sonrisa fingida, antes de que su tio la envolviera en un abrazo.
-Hola tio Luis- dijo en un tono desanimada, y no solo por el cansancio de un largo viaje.
-Crei que ibas a venir mas tarde, eh- se separó de ella–Me sorprendiste, bueno ¿Cuánto tiempo tiempo dijo tu madre que te ibas a quedar?-
El tono y forma de expresarse de Luis le incomodaba a Lauren, siempre lo había hecho.
-2 meses, tio- contesto
-Pasa, pasa, no digo que haga frío, hace un calor tremendo- Luis solía decir cosas sin sentido, y alargar las cosas. Hizo una pausa. –Como sea, pasa ¿o piensas quedarte ahí?
Lauren tragó saliva.
-No, claro que no- contestó e ingreso junto con su maleta con ruedas. Luis cerró la puerta por detrás de ella.
El lugar estaba oscuro, no había ni una ventana. Y claro, era un almacen.
-¿Te gusta el lugar?- pregunto Luis caminando lentamente detrás de ella, quien miraba a los alrededores.
-Esta algo oscuro, tío-
-Ya se, ya se, es que aun no abrimos, eh- se excusó en su característico tono al que se le podía llamar "campesino". –En cuento abramos las cortinas de metal, podras admirar mejor el lugar, esta muy diferente a la ultima vez que viniste, eh. Habrán pasado unos 5; 6 años.
Lauren se detuvo en frente a las escaleras de madera que conducían al segundo piso.
-Me imagino, tío- estaba desanimada, aunque ella era así.
-Bueno, te llevo a tu cuarto. Aunque es el cuarto de visitas, pero ahora es tu cuarto, digo, será tu cuarto por el tiempo que te quedes, que son 2 me...-
-Ya entendí- interrumpió.
Su tio baciló un momento, y se adelantó, subiendo las escaleras.
-Sigueme.-
Subieron las escaleras hasta el dichoso cuarto, era algo pequeño, pero se veía comodo.
Una cama simple, una mesita de noche con una lamparita, el guardarropa de una puerta y una extraña plantita.
"Acá me voy a aburrir más que en casa, de seguro" le decía su mente.
Puso su maleta sobre la cama.
-Supongo que este verano vas a estar ayudándome en el negocio ¿No?- le dijo su tio abriendo el guardarropa y sacando unas cajas de el, para darle más espacio.
-Esta bien, si quieres- contestó Lauren con el mismo ánimo.
Fue entonces cuando una voz se oyó de afuera a un volumen casi imperceptible.
-¡Luis! ¡Luiiiiis!- gritó una voz femenina. Lauren se acercó a la ventana.
-Hoy es lunes asi que me di el lujo de abrir mas tarde. Además, me quede dormido- parloteaba el viejo Luis entre carcajadas, Lauren apartó las cortinas levemente, para evitar que la dueña de esa voz la viera observandola desde arriba. Y al mismo tiempo fingiendo que escuchaba lo que decía su tio.
Era una chica delgada. Vestida de un bello vestido blanco de encaje de flores y una chaquetita rosa. Ella lucía exasperada, y bufaba de vez en cuanto, para luego seguir gritando el nombre de su tío.
Lauren se mantuvo observándola unos segundos, cuando se atrevió a darse vuelta levemente y a interrumpir el parloteo del tío Luis.
-esto... ¿A qué hora abres el negocio tio?-
Luis se volteó con las cajas en la mano.
-No sé, tal vez en un rato, es Lunes, nadie viene temprano a esta hora.-respondio.
Lauren volvió a ver por la ventana.
-Pero hay una chica-
-¿Una chica dónde?- preguntó su tio curioso, acercándose a la ventana junto a ella.
-Ahí, afuera, hace rato que esta gritando- Luis apartó  a su sobrina, para ocupar su lugar en la ventana.
-¡Ah, Camila!- exclamó y se apartó de la ventana, y salió del cuarto y bajó por las escaleras.
Lauren se quedó en una esquina del cuarto.
Por un momento dudó si debía seguirlo o quedarse ahí, pero algo en su interior le decía que tenia que saber quien era aquella chica. Su fuerte no era la comunicación, era todo lo contrario, pero aun así, no se resintió a salir del cuarto y asomarse por la escalera.
Luis había abierto la cortina de metal, y había dejado ingresar a Camila al lugar.
Lauren observó como su tío saludó alegremente a la chica con un beso en la mejilla bastante exagerado, el cual ella limpió con la manga de su chaquetita al momento que el se volteó con asco.
-¡Tanto tiempo linda! ¿Cómo te la pasaste anoche, eh? Oí que hubo una gran fiesta- comentó Luis, la chica bajó la mirada y avanzó hacia un estante del local.
-Prefiero no hablar de eso- su voz era dulce, angelical, y ella en si lo era. Lauren bajó un escalón para observar mejor, pero evitando ser vista al mismo tiempo.
-Como usted quiera- dijo Luis con respeto, terminando de subir completamente la cortina de metal. –Es temprano ¿Viene a comprar algo por alguna ocasión especial?
Camila sacó un par de cosas de los estantes.
-Si, tengo que hacer un viaje.- dijo sin agregar nada más. Tenía una botella de Shampoo, una barra de jabon, pasta dental y unas cuantas cosas más.
-Creí que tus padres se habían ido ya- dijo Luis, Camila se puso nerviosa, nadie debía saber del viaje.
Llevó las cosas al mostrador sin contestar, evadiendolo.
-¿Cuánto es?- preguntó, Luis la acompaño a la caja.
Al momento que Lauren, al querer bajar un escalón más para observar mejor, se resbaló de un peldaño, lo cual llamo la atencion de su tío y la chica.
Ambos la miraron, y en un acto seguido ella termino de bajar las escaleras para no quedar como una tonta que estaba espiando.
-Hola tio- dijo disimuladamente. Terminando de bajar, tratando de no mirar a Camila.
-¿Ya desempacaste?- pregunto
-No, no, eh- tartamudeo, luego miró a Camila por unos segundos, quien tambien la miró.
-Ah, que maleducada soy- se dirigió a Camila -Camilita, ella es Lauren, mi sobrina.
Camila examino a la timida chica de pies a cabeza, lentamente, lo cual la incómodo. Su expresión señalaba aprovación.
-Nunca antes me la habías presentado Luis- dijo la chica, sin despegarle la mirada.
-Es que acaba de llegar, se quedara dos meses- le informó, Lauren la miro incomoda, queriendo decir que le estaba dando a la chica mas información de lo debido.
Luego la miró a ella.
-Un placer- su voz sonaba casi apagada, sin duda ella si sabía como intimidarla. Le extendio su mano como una señorita.
-Un placer, Lauren.
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Holaa, ¿Cómo están?, estuve escribiendo el capítulo a las 3am xdxd pero aquí está,espero que les guste, 💓👋

Learning To Fly; Camren Where stories live. Discover now