Capitulo 17

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-¡Vamos a llegar de noche si sigues así!- exclamó Dylan mirando hacia abajo.
Encajaba la suela de su zapato en la tierra de aquel terreno inclinado y uniforme.
Lauren, abajo demostraba un rostro cansado y algo frustrado de que su cuerpo no respondiera de la manera que debía.
Tobías estaba más arriba, cerca de Dylan.
-¡Es la primera vez que hago esto!- exclamó Lauren, respirando pesado.
-No puede ser.- masculló Dylan.
No dijo nada.
Siguió sobre-esforzándose.
Con frecuencia resbalaba por la tierra y se caía.
Se agarraba hasta de plantas firmes para darse impulso, creía que pronto flaquearía y rodaría cerro abajo.
La cima se acercaba y la tortura pronto acabaría.
Se reprochaba en su mente la torpeza al haber accedido a acompañarlos.
La distancia que lo separaba de Tobías y Dylan crecía y la humillación creció aún más cuando éstos dos llegaron a la cima primero, observando cómo subía con una mueca que indicaba lo impacientes que estaban.
-¡Dale, dale! ¡Sube, Lauren!- exclamaba Tobías.
Lauren estaba tan exhausta que ni se pudo dar el trabajo de sentirse ofendida.
Dylan golpeó con su palma la blanda nuca de Tobías, despeinando su largo y liso cabello.
En cuanto éste lo miró raro, lo tiró del brazo y lo obligó a darse vuelta.
-¿Qué te pasa?- se quejó, sobándose la nuca con una mano.
-Deja de ser tan hincha pelotas con ella, se paciente y sigue el plan, no voy a dejar que la pendeja me gane la apuesta.- le susurró, procurando que su acompañante en "situación de riesgo" no escuchase.
-Pero si esa niña no sabe si freír una papa sola, dalo por ganado.-
-Igual, quiero asegurarme la victoria, así que ayudame o te juro que te cago a piñas ¿Oíste?- le dio otro golpe.
-¡Ya, bueno! ¡Pero dejá de pegarme!- elevó el tono, enfadado.
Se voltearon otra vez.
Lauren, con la ropa embarrada y con el corazón en la boca, estaba pegando sus últimos impulsos para llegar a territorio plano.
Agarró una última plantita para dar el último paso.
Se impulsó jadeando y ésta -con su no muy firme raíz- se desprendió del suelo y la inercia la llevó a caer de boca sobre la tierra húmeda.
Dylan y Tobías no se aguantaron las carcajadas.
Lauren se afirmó con una mano de la superficie y levantó su rostro.
Se sentó ahí mismo y se pasó ambos manos por la cara, quitándose la repugnante sustancia.
Gruñó y empezó a sacudirse la ropa de la misma manera.
-La tierra no se come.- se burló Tobías. Dylan le dio un codazo, pero no podía disimular la risa.
Lauren no dijo nada al respecto, solo los miró enojada.
-Ya, levantate y vámonos.- le ordenó con calma, dándose la vuelta.
Lauren se echó para atrás, tendiéndose en la tierra, rendida.
-Dejame morir unos 5 minutos.-
Respiraba pesado, su pecho subía y bajaba, su rostro estaba rojo y la presión la tenía por los cielos.
Dylan se volvió hacia ella.
-Recuérdame no invitarte de excursión al Himalaya.-
Los tres caminaron entre los escasos árboles.
Era una zona alejada de lo urbano, pero la tala estaba presente, para obras públicas futuras.
Lauren apenas podía mover las piernas después de aquella subida.
Trataba de mantener un ritmo moderado para que sus latidos dejaran de ser tan continuos y salvajes, y se le quitara la dificultad para respirar.
El sol empezaba a pegar con más intensidad.
Tobias no desaprovechaba oportunidad para mirarla y reírse en su cara.
Esta vez empezó a desagradarle más.
-¿A dónde tenemos que llegar?- preguntó con la voz cansada.
Hace rato ya había querido preguntar lo mismo, le avergonzaba hacerlo.
Pero su cuerpo ya apenas respondía.
Dylan, que caminaba junto a Tobías, se dio vuelta.
-No sé, la idea es caminar.-
-¿Caminar?- preguntó incrédula, levantando ambas cejas y entrecerrando los ojos por la cegadora luz solar.
-Si, darnos una vuelta y volver.-
-¿Y con qué propósito hacen esto?-
-Para no terminar como tu.- respondió Tobías dando otra carcajada.
Lauren los observaba, así que esta vez no recibió una agresión física leve por parte de Dylan.
-¿Saben qué? Creo que si deberíamos hacer una parada.- propuso éste último.
Era el momento.
-¿Para qué? ¿Para despelotarnos al sol? Uy si, sabes que necesito un bronceado.- se burló Tobías, en voz aguda.
-Deja de hinchar y mueve los pies hasta el árbol de allá.- le ordenó.
Tobías se encogió de hombros.
-Yo sí puedo.- miró a Lauren. -No sé tu amiguita.-
Lauren esta vez no se quedó callada.
Su "otra yo" interior salió.
-Bájale a los celos, niño , no te lo voy a robar, a mí me gustan las mujeres.-
Dicho esto, se adelantó a sentarse bajo el gran árbol que indicó Dylan, no sin antes deleitarse con la expresión de Tobías.
Se sentía bien cerrar bocas.
¿Pero era correcto hacerlo?
Tobías miró a su amigo, esperando defensa.
Éste se encogió de hombros, riendo, y se dirigió al árbol junto a Lauren.

-Oye, de verdad perdón por lo de anoche.
Nos portamos como idiotas, tenías la razón todo el tiempo.- dijo Dylan, con el mayor tono de arrepentimiento que pudo asimilar, una vez ya los tres sentados.
-No importa, todo bien.- contestó Lauren, aunque no muy convencida.
-Aunque no parezca yo la quiero a Camila, me da una pena tremenda que esté sufriendo sola allá en esa pocilga de casa.- fue lo que necesitaba para estar seguro de que sí era su primo y no mentía con eso.
-¿Y por qué no la acompañas?-
Tocó el tema, el temido tema, estaba por hundirse en un agujero sin salida.
-Porque esa es la idea.- sonrió con maldad.
-¿Qué?-
-Mirá, te lo voy a contar pero no se lo cuentes a nadie ¿Vale?-
Lauren lo miró algo asustada.
-Vale...-
-Tenemos una apuesta, la niña tiene que pasar 2 meses allá, sola.
Y si se devuelve lloriqueando y rendida, yo gano.-
A Lauren se le vinieron a la mente mil cosas.
-¿Por qué apostar algo así?-
-Porque se hacía la especial, duh.
Ya quiero ver su cara cuando vuelva, diciendo que yo tenía toda la razón.-
-Ni pelar papas sabe sola.- agregó Tobías.
Los dos se largaron a reír, pero Lauren tenía otra expresión en su cara.
-¡Ya basta!- exclamó, enojada, sin saber por qué en realidad.
-Uy, tranquila.- dijo Dylan, en un tono de burla.
-Al menos ella si sabría escalar un cerro sin ahogarse.- se burló Tobías, se largaron a reír de nuevo.
Lauren estalló.
-Yo la veo completamente capaz.- ni ella misma estaba convencida de eso.
-¿Ah, si?- Dylan levantó una ceja.
-Sí, por favor ¿Vivir solo 2 meses? Pan comido.
Cuéntame, Dylan ¿Qué vas a perder?- adoptó su tono de ironía.
Dylan esta vez se enfureció, o al menos asimiló estar furioso.
-¡Me encantaría verte hacerlo!-
-¡A mi me encantaría ver tu cara cuando lo haga!-
Empezó a reír, repentinamente.
Sacó su celular del bolsillo.
-Perfecto, mi prima va a tener compañía.-
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Holaa, espero que les guste el capitulo, disfruten, al fin pude subirlo, no me dejaba subir el capítulo, gracias por leer 👋❤arriba les dejo un video de mi canal, espero que les guste y se suscriban
       - ally ❤

Learning To Fly; Camren Où les histoires vivent. Découvrez maintenant