Capitulo 11

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-¿Que yo haga qué?- Lauren la miró incrédula, no podía creer lo que le estaba pidiendo.
En ese momento, el policía salió de la puerta y se acercó a ellos
-No hay tiempo para explicar, por favor.- suplicó, sus ojos brillaban.
Lauren no tuvo tiempo para contestarle.
-A ver, a ver.- el policía dejó una caja de cartón sobre el escritorio y empezó a extraer las cosas en su interior de a una, al mismo tiempo que las enumeraba -Un sobre de chicles, unas llaves, y un celular.-
Lauren miró sus cosas.
-¿Ya puedo...?-
-Si, adelante.-
Las tomó de a una
-Y ahora la señorita...- dirigió su mirada a Camila -¿Nombre?-
-Camila Cabello.-
-Sus documentos, por favor.-
Camila volvió a mirar a Lauren, suplicando.
Ella intentó no mirarla, pero finalmente lo hizo de todos modos.
Era inevitable.
-Eh...- empezó a decir -Ella es mi hermanastra, viene conmigo.
No trae documentos de identidad, ya sabe como son las chicas a esta edad.-
Camila se sintió algo ofendida, pero no quitaba que sintiera un fuerte alivio.
Acababa de salvarle el pellejo otra vez.
El policía la miró, serio, intimidante.
-¿Es cierto eso?-
Ella sabía que estaba fiándose de una completa  extraña, pero debía hacer lo posible para que no llamaran a sus padres y ganar la apuesta.
Era una locura, pero las ganas no solo de ganar si no de ver la cara de Dylan cuando lo hiciera eran más fuertes.
-Si, mi mamá y su papá están de viaje, estoy a su cargo, por favor, no los moleste a ellos.-
-Exacto, a mi cargo. Yo solo fui a buscarla a la fiesta y pues estaba como estaba, pero estoy segura de que ella no mataría ni una mosca.- agregó Lauren , tratando de disimular lo nerviosa que estaba.
El viejo se quedó pensando.
-Está bien, si no ocurrió una falta grave no hay por qué pasar a mayores, voy por sus cosas y pueden irse.-
Volvió a retirarse.
-Gracias.- susurró Camila. -Te debo otra.-
-Con que me pagues el taxi está bien.- dijo con ironía, haciendo una mueca.
Camila sonrió con inocencia.
-No tengo ni para un chocolate. De hecho ni sé cómo voy a volver.-
Lauren bufó.
-¿Al menos tienes casa?-
-Eso si.-
-Perfecto, vas caminando.-
-Es de madrugada.-
-¿Y?-
-Hace frío, y es peligroso.-
-Como sea.-
-Por favor, y en cuanto me regreses te doy para volver.-
-Mi tío tiene su negocio , no creo que tengas dinero para un autobus hasta allá.-
Y entonces, a Camila se le aclaró la mente.
Recuerdos de ese mismo día llegaron a ella.
-Oye, yo te conozco.- dijo con un tono agudo. - Eres la sobrina de Luis ¿No?
Su negocio está cerca de mi casa, nos vimos esta mañana.-
Lauren ya lo sabía, estaba completamente sobria, pero no creyó conveniente ponerse a hacer vida social con ella.
-Lo sé.-
Camila no dijo nada.
-¿Y vas a ir hasta allá a esta hora?- agregó.
-No, tengo una casa cerca de la playa de la fiesta. Más bien de una tía-
-Genial, si me disculpas voy a comprar un ticket para un autobus de vuelta robándole Wi-Fi a los policías. Qué hermosa noche.-
Le encantaba el sarcasmo, Camila pudo notarlo.
Lauren caminó hasta una esquina y se puso a digitar en su celular.
Buscó una página para comprar pasajes en autobus online, traía la tarjeta que le había dado su madre antes de viajar así que sería fácil.
Mientras tanto, Camila esperó a que el policía le devolviera sus pertenencias.
Lauren buscó y buscó, pero todos los viajes ocupados.
Buscó otras opciones, pero eran muy difíciles de costear.
El viaje más próximo era a la mañana siguiente, a las 12:30, a un precio considerablemente barato.
Nuevo problema, buscar un lugar para pasar la noche.
Pero ¿Donde?
No conocía a nadie allí y un hotel sería menos conveniente aún.
Consideró hasta comprar un viaje caro, pero que lo llevara de vuelta esa misma noche.
Pero...
Levantó la vista de su celular y se topó con Camila , con su bolso colgado.
Tenía los ojos casi llorosos.
-Ayúdame, por favor, tengo frío, apenas tengo mi traje de baño puesto bajo esta cosa que no sé de dónde salió, me voy a congelar y no sé donde queda la playa desde aquí. Tené un poquito de compasion, por favor-
Estaba al borde del llanto, de desesperación.
Lauren se conmovió, pero en su extraña mente algo egoísta se le ocurrió una idea.
¿Por qué no aprovecharse de aquella situación?
-Hey.- le dijo, ella levantó la cabeza, rogando en su mente que accediera a prestarle dinero.
Pero ella quería otra cosa. -¿Y si hacemos un "intercambio de favores"?-
Camila la miró confundida, y entonces ella prosiguió a contarle su plan.
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Holaa, espero que estén muy bien, también espero que les guste el capitulo, mañana subiré uno temprano.
                    - ally❤

Learning To Fly; Camren Where stories live. Discover now