Capítulo 37

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37. Esto no me gusta...

—¿Estáis todas listas? —pregunté pasando mis ojos por toda la habitación, mirando a cada una de las chicas.

Ellas asintieron.

—Pues vamos entonces. —dije algo emocionada.

Salimos de mi cuarto y nos encontramos a mi hermano, se quedó mirándonos una a una.

Más que nada estaba comprobando que el vestido que llevaba no era muy corto.

Rodé los ojos.

—Estás muy guapo Chris. —dije mirándolo.

Él sonrió. —Gracias, eso pretendía.

—Creído... —dije sonriendo— oye, ¿Y Adam?

—Está abajo. —dijo y empezó a bajar las escaleras.

Las chicas lo siguieron.

Yo, sin embargo, volví a por mi móvil, que estaba cargando, y ya sí me dirigí a bajar las escaleras.

Miré alrededor pero no había nadie.

¿Se habrían ido fuera?

—Wow. —escuché que dijeron a mis espaldas.

Me giré y lo ví, estaba con la boca abierta.

La ropa de mi hermano le quedaba jodidamente bien.

—Estas preciosa. —dijo mirándome de arriba a bajo.

Me sonrojé un poco, hacía tiempo que no me decían algo así, y viniendo de Adam, me hacía más efecto.

—Tú también estás guapísimo, creía que no te estaría bien la ropa de Chris...

—Ya somos dos, no pensaba que me fuese a entrar su ropa.

Me quedé mirándolo embobada.

Hasta que escuché el sonido de un claxon sonando.

Claro, Abby conducía, y es muy impaciente.

—Será mejor que salgamos ya, o Abby nos matará. —dije saliendo del trance en el que estaba mirando a Adam.

Él rió— Entonces vamos. —me cogió de la mano y tiró de mí hacia fuera.

Nos montamos en el coche y fuimos para la fiesta.

No tardamos demasiado en llegar, gracias a la velocidad a la que conduce Abby, al lugar de la fiesta, que ya parecía estar más que empezada, se escuchaba la música desde lejos, además de que había personas con vasos dando vueltas cerca de la casa.

Nos bajamos del coche y entramos.

Chris se quedó hablando con su "amigo", con la excusa de que enseguida nos alcanzaba. Los demás estábamos buscando dónde estaban las bebidas, ya que la casa era enorme y era difícil ver entre tanta gente.

Menos mal que era privada.

Decidimos introducirnos entre la gente, intentando llegar a la zona de las bebidas.

Una vez allí, todos pedimos una copa, ya que había un barman en la barra, habían cerrado toda la cocina para poder guardar la bebida y que este pudiera servirla desde ahí.

Quién sea que organizara la fiesta tenía bastante dinero.

Nos bebímos la copa y pedímos otra, tampoco queríamos emborracharnos, sólo coger un puntillo.

Pero esas no fueron las últimas que nos tomamos.

Abby sin embargo no podía ni probar el alcohol, se pidió un refresco ya que estaba tomando unas pastillas, así que ella era la que conducía.

Mi Alfa, Mi Mate [MAMM1]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt