Capítulo 33

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33. ¿Te importaría dejarme dormir?

—Entonces, ¿Christian ha aparecido? —dije sin poder ocultar la alegría.

—Sí, apareció esta mañana, ahora creo que está durmiendo.

—Voy para allá enseguida.

—No hace falta Zoe, ya está aquí y está bien.

—Mamá, mi hermano mellizo ha desaparecido por días sin ninguna explicación, y ha vuelto de la misma manera, voy a ir a verlo.

—Está bien.

Y colgué.

Salí y fui hacia la cocina, donde estaba Adam.

—Adam necesito que me lleves a mi casa.

—¿Qué ha pasado? —frunció el ceño.

—Christian ha aparecido.

Adam sonrió.

—Eso es genial, pero, ¿Cómo ha aparecido? ¿Dónde estaba?

—No lo sabemos, sólo ha aparecido.

—¿Quieres ir ahora?

—Sí, porfavor.

Él asintió y cogió lo que estaba preparando y lo metió en una bolsa, me la dió.

—Toma, para que desayunes de camino a tu casa.

Sonreí.

—Gracias.

Él sonrió y cogió la llaves para salir, cogió su teléfono y empezó a hablar con alguien.

—Andrew vamos a salir, que los guardias sigan vigilándolo todo, lleva a algunos a mi casa para que nadie pueda entrar. —dijo y colgó.

Nos subimos en el coche y comenzó a conducir hasta mi casa.

Tardamos un poco en llegar, ya que la manada de Adam estaba un poco lejos.

Toqué la puerta y esperé hasta que mi madre abriera la puerta.

—Hola Zoe. —dijo y me abrazó.

—Hola mamá, —le devolví el abrazo— ¿Christian está en su habitación?

Ella asintió.

Así que entré rapídamente, y que todavía no me lo creía y subí a su cuarto.

—Hola Adam. —escuché que dijo mi madre amablemente.

Entré a su cuarto y lo ví, si que estaba durmiendo.

Aunque va a durar poco así.

Sin pensarmelo dos veces, salté encima de él.

A lo que él gritó.

—¿Pero qué? —dijo y me vió.

Lo saludé agitando mi mano y con una sonrisa inocente.

—Hola hermanito.

—¿Es enserio Zoe?

Asentí y me tiré a abrazarlo.

—¿Se puede saber dónde mierda has estado? Estaba muy preocupada por tí idiota, ¿Esto qué es? ¿Me regañas por desaparecer unos días y haces lo mismo? —le pego una colleja— no vuelvas a hacerme eso.

Sólo de pensarlo me iba a poner a llorar.

—Ey ya está, no te vayas a poner a llorar Zoe, ya estoy aquí, que es lo que importa.

—¿Dónde has estado metido?

—Por ahí, eso no importa.

Volví a abrazarlo.

Mi Alfa, Mi Mate [MAMM1]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin