Mi Alfa, Mi Mate [MAMM1]

Capítulo 48

48. No me llames así.

—Aléjate de él. —le dije a Cade, apretando la espada que tenía en mi mano derecha.

Él rió.

—¿Bromeas? Es mi oportunidad, ahora puedo conseguir todo lo que iba a ser mío pero Adam me quitó, por fín voy a obtener el puesto que me corresponde, siendo el Alfa de esta manada.

—Pero Adam es tu hermano, y él es el verdadero Alfa, tú eras el segundo al mando en caso de que él no aceptara su cargo.

—Por eso mismo, yo debería ser el Alfa, y no él. —mandó a dos de sus hombres que cogiésen a Adam— Él me ilusionó diciéndome que no iba a aceptar el puesto, que se iba a negar, yo deseaba ser el Alfa desde que éramos unos críos, mientras a él lo preparaban para acceder al cargo en un futuro, yo me escondía y los espiaba, ya que a mí no me daban la opción de estar presente y poder aprender como él.

—Adam no tiene la culpa de haber nacido el primero.

—Ni yo de que él fuese el favorito, el primogénito de la familia, no sabes ni idea de lo que es ser el segundón.

—No creo que fueses el segundón de tu familia, tal vez te lo parecía a tí por las cosas que hacían con Adam para que fuese el Alfa. —saltó Andrew—
la verdad, nos libramos de un mal Alfa, si se volviese a presentar la ocasión, volveríamos a hacer lo mismo, Adam es el mejor Alfa que nos pudo guiar, a él no lo cega la codícia y las ganas de ser el superior de la manada, él mismo dice que él no es sólo el Alfa, dá la cara por nosotros, y siempre está por todos y para todos, es más que un Alfa para todos nosotros.

—¡Basta! —gritó Cade— ¿Sabes? No es muy listo por tu parte soltar todo lo que acabas de decir, y menos cuando en menos de lo que canta un gallo voy a matar a vuestro querido Alfa.

—No si yo puedo evitarlo. —dijo mirándolo mal.

—Tú te lo estás buscando. —hizo una seña para que lo cogiesen, se acercó a él y empezó a pegarle, a cortarle con una espada en el pecho y por la cara.

—Déjalo. —dije con voz firme.

—Zoe vete dentro. —dijo Andrew entre gritos.

Miré a Adam, quién estaba mirando el suelo, estaba como medio muerto.

Tenía que hacer algo.

—Eso Zoe, vete dentro, no quiero tener que hacerle nada a la Luna.

—No me voy a ir, no sin que los sueltes.

—Pues entonces te vas a quedar esperando, lindura.

Apreté mi mano en un puño.

—No me llames así. —espeté.

Se giró y se acercó a mí.

—¿A no? ¿Y qué vas a hacer? Lindura.

—Pues no sé... —dije haciendo como que pensaba y levanté mi rodilla, pegándole un buen rodillazo en sus partes íntimas— Esto por ejemplo.

—Maldita cría de mierda... —dijo levantándo la mano.

—Ni se te ocurra tocarla o te juro que no vas a vivir para contarlo. —escuchamos a unos metros.

Todos nos giramos a la persona de la que provenía esa voz.

Adam

Acababa de levantar la cabeza, mirándo a Cade con odio.

—¿Acaso no me has oído? Atrévete a ponerle una puta mano encima. —
dijo muy enfadado, nunca lo había visto así.

Cade empezó a reír.