Capítulo tres.

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Scorpius pone mala cara mientras de fondo suena "Pretty girls" de Britney Spears e Iggy Azalea, nada feliz con su tercer caminata por la "pasarela" improvisada que hice. Yo solo me dedico a mover los hombros al ritmo de la canción y reírme de él.

—Lily, ¿por qué me haces esto?

—Scorpius, ¿por qué no bailas? —me mira suspirando—. Oh vamos, al menos debemos divertirnos con la situación mientras se soluciona.

—Para ti es divertido porque no tienes ropa ridícula puesta.

Arrugo la nariz y me levanto mientras camino hacia la otra puerta en mi cuarto, el closet de toda la ropa que me regalaron y odié. En cierta medida me sentía mal por hacerle eso a Scorpius, así que tal vez debería sufrir con él. Quería verlo sonreír al menos una vez, de verdad y sin malicia.

Elegí el conjunto que me parecía más terrible, y en ese momento olvidé que lo tenía en el cuarto. Como siempre me despojé de inmediato de mi camiseta, quedando solo con mi top blanco, hasta que recordé la situación y pegué un grito.

—No sé cuál era tu plan, Lily, pero qué lindo plan.

Lo escucho reír y mi rostro se torna colorado mientras me pongo la otra camiseta verde con una flor rosa en el medio (un auténtico suicidio de la moda) y volteo evitando mirarlo.

—Muy bien, ahora ambos vestimos ridículo.

Camino hacia él haciendo movimientos exagerados de modelo y vuelve a reír. Lo miro, al fin sonríe de verdad. Es esa sonrisa de labios apretados y ladeada, adoraba esa sonrisa. Se sentía genial saber que yo la había provocado.

—Eres un caso especial, Potter —asegura.

— ¿Debo tomar eso como algo malo o bueno? —alzo una ceja y ladeo la cabeza.

—Como quieras... ¿No tendrás ropa de algún novio de Barbie? Porque los vestidos no me favorecen.

Por favor, eres la bestia sexy de Scorpius Malfoy, hasta una bolsa te sienta de infarto.

Gracias señor porque solo pensé eso y no lo dije en voz alta. Vamos aprendiendo, Liluna.

—Puedo buscar.

La verdad ya sabía que la tenía, pero quería ver su pecho al descubierto. Mierda que era caliente, su semana en la playa lo dejó bronceado y... Basta de impurezas, Lily.

¿A quién engaño? No soy yo sin ellas.

Mientras Scorpius se viste como Ken, yo voy a cambiarme por otra ropa aún más estrafalaria en el baño. Suelto una risotada al verme en el espejo, nunca pensé que verme ridícula podría divertirme. Salgo de allí arreglando mi sostén.

—Admirad la belleza de Lily Potter —digo con voz distorsionada mientras muevo el cabello.

Él me sigue el juego soltando un silbido y riendo.

— ¡Cuidado que quema!

— ¡Miren nada más! —finjo emoción mientras corro hacia él.

Me lanzo al suelo en acto dramático y lo señalo.

— ¡Justin Bieber!

—Oh vamos, puedes hacerlo mejor.

—... ¿Brad Pitt? —Scorpius se gira y me da la espalda.

Muerdo mi labio inferior al observar su trasero en el apretado pantalón.

—Chris Evans —suelto en un suspiro.

Él voltea de inmediato.

—Eso suena mejor —ríe y toca su camisa—. Y ahora no ando como travesti de las calles, que es aún más genial.

Sonrío y recuesto la cabeza en mi mano mientras me quedo mirándole como idiota. Olvido por completo que solo me tenía permitido hacerlo mientras él está distraído. Pero ahora está distraído...

Distraído con mi escote que debe verse enorme desde su perspectiva.

Me levanto de golpe, soltando un chillido y con las mejillas calientes.

— ¡Hora de cambiar la ropa! —exclamo y corro al baño.

Luego de eso no volví a ponerme algo con escote, y la verdad es que todo fue muy divertido. Hace tiempo que no me reía tanto pasando tiempo con otra persona. Scorpius se mostró más despreocupado de lo normal, y la verdad era muy pícaro en sus comentarios.

Podía gustarme aún más, demonios.

Él último vestido que me puse era de lo más loco, y tardé un poco en ponérmelo pero lo logré. Volví a salir de golpe, alzando las manos y con una gran sonrisa. Ya me sentía cómoda siendo ridícula con él.

— ¡La bomba sexy está aquí! Ay mamá —balbuceé al ver a mi madre en el cuarto.

Ella alzó una ceja dando una mirada a todo el desastre y luego a mí. Yo ya había bajado los brazos en intentaba taparme con vergüenza. Me sentía como si me hubiesen pillado haciendo algo extraño... Ah, no, es así en verdad.

— ¿Qué hacías?

—No te oí llegar —seguí, y luego carraspeé—. Jugaba... Estaba aburrida y...

— ¿Hablabas sola?

Muevo mis ojos por todo el cuarto, buscando a Scorpius. Me alivió notar que estaba escondido entre las muñecas, y mamá siquiera lo notó. ¡Punto para mí!

—No, hablaba con las muñecas claramente —suspiro—. Estaba en medio de un desfile, mamá. Arruinaste el momento.

Mi madre suelta una risita y niega con la cabeza mientras yo intento apagar la música.

— ¿Tu hermano ya llegó? Iba a venir con Scorpius para cenar.

Oh, mierda.

—Ahh, sí, sí... Volvieron a salir —digo de forma atropellada.

Y ella frunce el ceño. Ay no, mamá frunce el ceño y no es bueno.

— ¿A dónde fueron?

—A... La biblioteca.

—En vacaciones, claro.

—Sí, son jóvenes estudiosos —miro de reojo hacia Scorpius, para asegurarme de que siga ahí.

Mamá suspira y camina hacia el escritorio, la sangre abandona mi rostro al verla pasar junto a Scorp. Pero ella solo acomoda unas cosas antes de volver hacia la salida.

—Cenaremos en tres horas, espero que vuelvan para entonces... Tú arregla tu cuarto, señorita.

Oh Dios, también espero que todo se arregle en tres malditas horas.

En cuanto ella sale yo cierro la puerta de inmediato, jadeando y sintiendo mis piernas temblorosas.

Scorpius sale del escondite y camina hacia mí. Sonríe haciendo un gesto de "casi nos pilla".

—Así que... Bomba sexy.

—Ay, cierra la boca o te tiño el cabello de naranja.

¡Albus! Encogí a Scorpius.Where stories live. Discover now