✿c u a t r o✿

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✿J a i m e✿

No tengo idea de qué le pasó a Vic el fin de semana, pero está comportándose como un idiota y le sale muy bien. Yo creo que es así por Kellin. De seguro me hizo caso, y va a intentar conquistarlo a como dé lugar.

Vic ya había actuado una vez así antes. Recuerdo que en tercer año estaba perdidamente enamorado de un chico alemán que venía de intercambio. Le coqueteaba de una manera indescriptible, y también lo cuidaba de todo. Al final, cuando estuvieron a punto de tener algo, él se fue de regreso a su país.

Sin embargo, no sé si vaya a comportarse otra vez así. Aunque, estoy cien por ciento seguro de que, no se va a rendir hasta que Kellin lo quiera. Vic es así, se vuelve un casanova cuando se enamora, y eso logra que las cosas se pongan interesantes.

—Dime... —suspiré y lo miré de reojo—, ¿Qué vas a hacer para conquistar a Kellin?

Vic me miró y se encogió de hombros, luego soltó el humo de su cigarro. Yo sé que en su cabeza ya había una idea de que hacer, y el muy hijo de puta no me quería decir nada. Tal vez no estaba muy seguro de sus ideas.

—No tengo idea —se sentó en las gradas, y yo hice lo mismo que él—. Pero, nadie se resiste a mí. Tengo a muchos y muchas detrás mío.

En eso puede que tenga razón. Vic, por alguna razón, es irresistible para mitad del instituto. Claro, hay excepciones, por ejemplo, mi hermosa novia (ella me ama a mí), y Kellin, se resisten; o las porristas (la mayoría de ellas) prefieren a Bruce, Biersack o Sykes por sus tatuajes.

—Kellin se resiste a ti —dije y solté una carcajada sonora—. Y te odia.

—Así se empieza, ¿No? Como bien dicen, del odio al amor, sólo hay un paso —hizo una pausa, y una sonrisa malvada se dibujo en su rostro. Puedo jurar por el amor a mi novia, que va a decir una estupidez—. Es más, hagamos una apuesta.

¡Lo sabía!

Vic está pendejo. No voy a apostar con él, en especial si se trata de Kellin. Yo, como su mejor amigo, no voy a permitir que su historia de amor con el chico de ojos raros, tenga como parte una apuesta. Vamos, todos odiamos las apuestas cuando son de este tipo.

Miré mal a Vic, y él se me quedó viendo como si no supiera lo que estaba pasando.

—Nada de apuestas, Vic. Los sentimientos de Kellin no son un juego.

—Eres un aburrido.

—Y tú un idiota.

—No entiendo por qué ahora todo tiene que ver con los sentimientos —rodó los ojos y volvió a sacar el humo de su cigarro por la boca—. No puedes hacer nada, sin que te pregunten o te digan algo relacionado con los sentimientos.

—Eso es mentira —para ser sinceros, estaba comenzando a desesperarme por la actitud tan boba que Vic estaba teniendo—. No te entiendo, hace una semana estabas casi llorando por qué Kellin te odia, y no sabías que hacer con tus sentimientos, ¡y ahora quieres apostar!

Finalmente, Vic tiró su cigarro y lo piso con la suela de su zapato. Sacó su teléfono y comenzó a mandarse mensajes con el profesor Simon, de química. De seguro ya volvió a amenazarlo para que le ponga 'A' a alguien, o a él.

—Cállate, Jaime —dijo después de unos segundos y guardó su teléfono—. Yo sé bien lo que hago.

—Así no vas a llegar a ningún lado. Sólo vas a lograr que te mande a la mierda.

—Ya estoy en la mierda, no puedo ir más lejos —se señaló a sí mismo y luego negó con la cabeza—. Tengo un objetivo, y no lo voy a dejar en paz. No voy a dormir tranquilo hasta que Kellin me quiera. Jaime, ese chico va a ser mío.

Between love and hate [Kellic]Where stories live. Discover now