✿o n c e✿

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✿V i c t o r✿


—Okey, Kellin, creo que ya tomaste lo suficiente... —miré el vaso de Kellin, ya no tenía mucho alcohol y él se encontraba bien, así que no había motivo alguno para preocuparme—. Iré a hablar un rato con Hayley, ya sabes, para preguntarle qué pasó con Danielle. ¿Vienes?

—No, Vic, tranquilo —me sonrió ampliamente.

Sus mejillas estaban algo rojas, supongo que era por el alcohol en su cuerpo. Kellin lo había hecho bien, no estaba borracho, no tanto como me lo imaginaba y eso lograba tranquilizarme bastante.

—Creo que con esto ya es suficiente —dejó de lado su vaso—. Ve con Hayley, estaré por aquí tomándole fotografías a la entrada, me gusta como se ve.

—Bien, sólo recuerda que no puedes tomar mucho las primeras veces porque te hace daño, ¿okey? —revolví su cabello y él asintió—. Vengo en un rato. No te muevas de aquí, ¿de acuerdo?

Me puse de puntas para buscar a Hayley entre la multitud y noté que Kellin empezó a reírse de mí.

—Intenta no caerte, Negro —volvió a reírse—. Chao.

Movió la mano en forma de despedida y volvió a reírse. ¿Tan cómico es que me ponga de puntitas? Esto no es para nada justo, en serio.

✿K e l l i n✿

Vic es tan enano que tiene que ponerse de puntitas para buscar a otra enana, qué cómico. Esa imagen se quedará por mucho tiempo en mi cabeza, puedo asegurarlo.

Lo que me preocupaba más en estos momentos es que aún no había llenado mi antojo con el alcohol. Quiero más, es delicioso. En estos momentos lo siento dentro de mí y hay un hormigueo recorriendo todo mi cuerpo.

—Quiero más... —asentí, y hablé para mí mismo. Salí del gimnasio y comencé a caminar por los pasillos; estaban sucios y había varias personas besándose. Qué asco. Opté por salir, así iba a poder ver el cielo estrellado, que es una de mis cosas favoritas.

En cuanto salí, comencé a escuchar algunos murmullos y risas que eran provenientes de los... ¿árboles? ¡Oh, wow! Lo sabía, ¡Los árboles pueden hablar! Quiero tener un árbol como novio para poder comerme sus plátanos y manzanas.

—¡Boo!

Alguien me tomó de los hombros y yo casi me caigo. Luego me di la vuelta, y Alex estaba aquí... tan feliz, con su sonrisa de idiota. Parece una rata, pero ésta rata se está quedando calva.

—¡Pendejo! ¿Qué te pasa, idiota! —tomé un vaso que estaba en el piso y se lo lancé a la cara—. Casi me matas de un susto, baboso.

Jack, el novio de Alex, se acercó a mí y me abrazó por los hombros. Él comenzó a reírse a carcajadas.

—¡Aw, ya hasta usas las palabras de tu negro! —entones a Jack le dio algo así como hipo—. ¡Oímos que querías más alcohol y... —él me mostró algunas botellas—, ¡Alan consiguió más!

—¡Ah, sí! —comencé a saltar—. ¡Ésta noche será nuestra!

Ellos comenzaron a correr, yo me quedé parado por un momento... había prometido que me iba a contener pero, ellos ya tenían las botellas, y sería una falta de educación rechazar todo.

Between love and hate [Kellic]Where stories live. Discover now