Después del primer amor.

Todo iba bien.

Pasaron días desde el primer "te amo" , desde entonces nuestra relación se volvió mucho más fuerte, y todo iba bien, demasiado bien, como de costumbre.
La vida al lado de Alex era perfecta.
Cada mañana se aparecía en mi cuarto con un beso, y a veces con una flor, o con el desayuno preparado.
Algunas mañanas era yo quien golpeaba su ventana con nuestros videojuegos favoritos, o con la invitación a un café.
Algunas tardes salíamos a caminar por el parque, o por la playa.
A la noche salíamos a andar en bicicleta por nuestros lugares favoritos.
Honestamente, no había ningún día en el que Alex y yo no estuviésemos juntos, éramos inseparables.