Esposos Extraterrestres (Finalizada) [Sin Corregir] #SoloMiles2020

capitulo 3

Ella sollozo con fuerza cuando Hex toco su vientre.

- Por favor, no me toques aléjate. ¿No sabes sobre el espacio personal? – nerviosa por la cercanía sintió miedo y ganas de llorar.

Ella no soportaba el contacto. El miedo y la desconfianza a las personas que la rodeaban fue el resultado de hechos de su pasado. Todo eso le hacía recordar a Flinn, ella no quería ya estaba cansada de eso de esperar un buen hombre que nunca llegaría. Aun en momentos como aquellos se colaba el recuerdo de aquel hombre maldito.

- No te haré daño, abre los ojos- Hex necesitaba que ella viera la marca que se reproducía al el tocarla, lo que indicaba que era su Yeje como de sus compatibles, el sello lo dejaba claro. La había marcado con su sello desde que llego y estaba orgulloso de ello.

Adyam desconcertada no se había percatado en que había cerrado los ojos. Sentía asco cuando miraba sus estrías a los lados de sus caderas era inevitable ver lo horrorosas que eran. Abrió los ojos rápido quería cortar aquellas manos que la tocaban sin permiso desaparecieran per el no compartía su forma de pensar. Al abrir los ojos con incredulidad, se encontró la marca de la noche anterior en rojo. ¿Cómo era posible?- Quita las manos de mi cuerpo ya- Adyam temblaba por el nerviosismo que tenía. Le propino un manotazo en el brazo.

- ¡Ahh! - Hex se quedó tieso inmóvil. ¿Por qué esa humana le decía que hacer? ¿Qué le sucedía? No podría entenderla tenía un comportamiento tan extraño. Pero inclusive él sabía que debería pensar en que su forma de vida era diferente. Lo que incluía un comportamiento diferente.

- Aparte de loco sordo. ¡Lo que faltaba!- Bajo su remera en un abrir y cerrar de ojos. Hex la miro y la dejo hacer.

- ¿Por qué estabas tan nerviosa? – Hex gruño exaltado por el comportamiento casi agresivo. Su mente se llenó de malos pensamientos. Si algún hombre o mujer le toco sin permiso se ocuparía del problema. Tal vez tenía más miedo de el de lo que él podía llegar a pensar.

- Nada solo déjalo y ya, no me gusta que me toquen fin de la historia.- Adyam no podía hablarle de su pasado no quería que nadie conociera a Flinn, ni recordar todo lo sucedido. No era simple de contar, quería el pasado solo fuera eso pero su corazón no mentía aún seguía siendo de Flinn. Ella estaba segura de que más nadie podría ocupar su lugar.

- ¡Que Yeje tan rara!- Se arrepintió de decirlo en voz alta

- ¿Que has dicho?- Adyam se puso de pie con brusquedad.

- Que esa marca dice que eres de mi propiedad y de mi planeta.- dijo con desdén moviendo su cuello de lado a lado ejercitándolo.

- ¿Qué?- frunció el ceño y arrugo la nariz. Ahora creía que ella era una cosecha de manzanas o que. Nadie es propiedad de nadie este si estaba más chiflado que ella. ¿Ahora la tierra servía de granja? ¡wow! Se pasa.

- Te gane, con mis años de servicio como capitán. Me debes respeto y obediencia. - Hex la miro con dureza. Un recuerdo de la suavidad de su piel lo ataco. Por las Lunas esa hembra era un pecado tenía el cabello largo y su figura voluptuosa lo atraía y aquel carácter poco desconcertante lo hacía con mayor fuerza.

- ¡Y con que se come eso!- dijo ella para luego reír.

- No es alimento. ¡no miento!. A caso no crees que sentí lo nerviosa que estabas cuando toque tu piel, no sientes esta atracción es como un imán que te atrae a mi. - La risa de la humana paro y lo miro con seriedad.

- Deberías estar en el manicomio, creo que fue que el cereal tenía algún químico y te daño las neuronas. Pero te dejare quedar eres todo un caso por resolver. ¡Escucha! Estas son las reglas. Dormidas en el sofá no tocaras mis cosas y no me tocaras. Tú decides -

- Es lo más tonto que he oído, pero aceptare solo que con algunas condiciones.-

- Es mi casa yo pongo las reglas- Coloco las manos en jaras y lo miro.

- Eres mía hare lo que me plazca- Esa pose exquisita enmarcaba sus caderas marcando otro punto atractivo.

- Mis polainas tuya, y aceptarás las condiciones que te imponga. Pero no vuelvas a repetir ese monólogo de marte o te iras de mi casa. - Sentencio ella.

Esta mujer podría exasperar a muchos y ya empezaba a agotar su paciencia. Lo estaba tentando esta hembra a notarla, todo ella era hermoso y sincero y estaba curioso de ella.

- De acuerdo- pronunció con dientes apretados él. Tuvo que tratar con rabia. Quien se creía él era un Capitán y nadie le daba órdenes.

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Una semana después

Aquel raro y desquiciado hombre la mareaba con tantas preguntas. En ese tiempo lo enseñe a usar los enseres de la casa aunque quemo la tostadora. Para bañarse fue un reto, para vestirlo igual tuve que dar mil instrucciones y comprarle ropa. Lo peor fue que todas las chicas se le quedaban viendo como si fuera un Dios de la belleza hasta la profesora de enfermería babeaba por él. Eso no me gustaba nada pero él era libre podría estar con otras mujeres. Aunque oigan no puedo negar que durmiendo parece la criatura más hermosa y sus ojos su cabello negro te invitan a tocarlo y acariciarlo como un niño duerme. Hoy nos quedaremos en casa y le prometí que le leería una historia.

- Leerás la historia- Hex pregunto exaltando a Adyam, quien escribía en una especie de libro. Esta semana había aguantado todos los caprichos de aquella mujer pero iba a cambiar eso. Quería imponer un poco su presencia que fuera consiente de quien era. Ya que los soldados se habían retrasado en la reparación de la nave tenía más tiempo con ella.

- Te dije 5,000 veces que sí. Voy en un momento deja y termino de escribir el diario. Mientras escoge un cuento.- Asintió con la cabeza para dejarla sola. Cerró la pequeña libreta y fue a leerle un cuento. Camino desde el estudio por el pasillo la sala pero él no estaba. Donde estaría fue al baño individual y nada. Camino a su habitación, pues muchas veces usaba su baño. Se adentró en su habitación asomo la cabeza al baño, pero no había nada. Un ruido la hizo girar. Él estaba frente a la puerta cerrada de su recamara y caminaba hacia ella con una simple toalla colgando de sus caderas. Se obligó a caminar hacia atrás y calmarse. Miro fijo su pecho ancho para bajar por aquellas tabletas su piel parecía recién pulida brillante, llamativa, aquellos ojos azules la miraron con deseo parecía un carnívoro. Ella no sabía si hablar, abría y cerraba la boca de la impresión. ¿Cómo era que estaba en una habitación con el hombre más bello que sus ojos hayan contemplado? ¡Eso no era lo peor! Semi desnudo el hombre estaba casi desnudo.. Hex camino con seguridad hacia ella. Miro a aquella hembra abrir y cerrar la boca. El solo tenía la intención de besar labios que exigían ser devorados y mordidos. La veía retroceder y se apresuró a llegar hasta ella.

Tembló de solo contemplarlo tan cerca.

- ¡Que!... ¿Que haces?- logro tartamudear y tragar con fuerza. Desconcertada por la situación fuera de su manejo.