Cap. 1

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Abrí los ojos. La fiesta de anoche fue demasiado, no recuerdo cuánto bebí. O cuánto fumé. La madre de Eva se había ido de viaje y ella, en su ausencia, decidió organizar una fiesta porque el curso comenzaba de nuevo. Estábamos en 2°, increíble. Eva era una de mis mejores amigas, la verdad es que la quería mucho pero desde que ella y Jonas lo habían dejado, las cosas estaban un poco frías. No es que yo quisiese que estuvieran así pero el hecho de estar tumbado en la cama de Chris Penetrator no ayudaba mucho. Ella y Chris lo habían dejado, decidieron que su historia sexual había acabado. Personalmente creo que a ella le gusta Noora y ahora que William está en Londres lo tiene bastante más fácil que antes, ¿no? Chris y yo llevábamos algún tiempo quedando, no era nada serio pero me divertía. Él me daba lo que yo quería y yo le daba lo que necesitaba. Solo mis amigos más íntimos sabían lo que había entre nosotros. A Jonas no le parecía bien, odiaba a Chris pero terminó aceptándolo cuando al fin comprendió que solo era sexo. Por ahora todo el tema estaba controlado.
Cogí el móvil de la mesita, eran las 15:10. Hora de irse a casa. Miré a Chris que descansaba a mi lado, parecía hasta bueno cuando dormía, aunque todos sabíamos que no lo era ni por asomo. Pero estaba bueno, de hecho, estaba muy bueno y un dulce no amarga a nadie. Me levanté suavemente de la cama, no quería despertarle, teníamos confianza pero tampoco quería darle un beso de despedida. Me vestí y salí de su habitación. El piso de Chris era pequeño ya que solo vivía con otro compañero. Tuve cuidado, como habíamos acordado, para no cruzarme con su compañero, de hacerlo tendría que explicarle que dormí en su cuarto porque estaba demasiado borracho para llegar a casa. Abrí la puerta de la calle y salí. Era un día frío, como todos, al menos no llovía. Caminé intentando recordar cómo fue la noche anterior y miré el móvil. Tenía varios mensajes, entre ellos uno de mi madre con uno de sus versos bíblicos deseándome un buen comienzo de curso. Un mensaje de Jonas preguntándome que si estaba en casa, varios grupos y una tal Emma a la que le había dado mi número.

-Genial. -Me dije a mí mismo. Esa era la chica del baño, ¿por qué le di mi número? Quería quedar conmigo y yo me había prometido a mí mismo no quedar con más chicas, no quería hacerle daño a ninguna más, era injusto. Intenté ser simpático y me contesté con un "ya te iré diciendo". Llamé a Jonas.

-Eh, tío, ¿ya estás en casa? -Un Jonas muy despierto parecía tener interés en verme.

-Voy en camino, no me puse despertador y acabo de levantarme.

-Ya me imagino que tuviste una buena fiesta privada anoche. -Dijo entre risas.

-Sí, si quieres te la cuento con pelos y señales. -Me burlé de él, por capullo.

-No, gracias, no es de mi interés saber cómo tiene el culo el Penetrator.

-Una pena, ¿por qué querías saber si estoy en casa?

-¡Ah, sí! -Parece que Jonas había olvidado el motivo de su mensaje.- ¿Quieres que hagamos algo esta tarde con Magnus y Mahdi? Me cayeron bien y tú tienes su yerba.

-Cierto, la llevo en el bolsillo. Por mí guay.

-¡Genial! A las 5 paso a por ti.

Jonas colgó y vi que tenía un mensaje de Chris, debió despertarse cuando me fui.

Anoche estuvo muy bien, me quedé con ganas de más. Si no tienes nada que hacer, pásate luego, prometo ser bueno.

Me reí. Era un vicioso. No sentía nada por él por lo desagradable que era pero me gustaba.

-¡Joder! -Alguien me arrolló con la bici y me tiró al suelo. Me golpee la cabeza contra el suelo y me doblé un pie.

-¡Lo siento!¡Lo siento! ¿Estás bien? No iba mirando y no te he visto. -Intenté incorporarme y vi una mano levantarme con la misma facilidad con la que yo levanto una pluma. Era un chico. -Lo siento de verdad, no te he visto.

Cuando al fin conseguí incorporarme vi a un chico rubio de ojos azules guapísimo, tenía cara de preocupación y casi me sentí mal por lo que acababa de pasar, en realidad tendría que haber ido mirando yo.

-No pasa nada, ha sido un golpe tonto. -Quise calmarle, parecía buena persona.

-¿De verdad? Te puedo acercar al hospital. -Le negué con la cabeza. -En serio, puedo llamar a mi novia y que venga con el coche.

-Estoy bien, de verdad. No te preocupes. -Le sonreí y eché a andar bajo su atenta mirada. Lo cierto es que ese rubio era muy guapo, no me hubiera importado que me llevara al médico.

Te salvaría otra vez - Evak + Chrisak (SKAM) Where stories live. Discover now