Te salvaría otra vez - Evak + Chrisak (SKAM)

Cap. 10

La clase de Biología se me estaba haciendo eterna, la profesora se había propuesto explicarnos las moléculas de yo no sé qué historias y a mí no me interesaba en absoluto. De hecho, en ese preciso instante, no había nada que me interesase más que Chris. Tras el mensaje de Even había decidido que lo correcto era estar con él, sé que Even tenía algo pero Chris... En fin, Chris era especial y yo lo sabía, lo tenía claro. Me debía muchas explicaciones pero, sinceramente, no quería pedírselas. Si las cosas iban a empezar desde cero, quería que empezasen bien. 

Sabía que la última clase de Chris era Dibujo técnico y la daba en el edificio B, así que dejé los libros en la taquilla, total, esa tarde no los iba a tocar y fui a recogerle.  Me había contado que estaba pensando en estudiar Arquitectura o Ingeniería, aunque ambas carreras le daban miedo. Yo sabía que él era capaz pero supongo que a veces el miedo nos puede a todos. Al llegar a su edificio le vi salir de clase con algunos de sus amigos, estaba resplandeciente, jamás podré agradecerle a la vida ver esa sonrisa cada día. No me la merezco. 

Me quedé unos instantes mirándole desde lejos, mirando cómo se tocaba el pelo, cómo hablaba con sus amigos, cómo reía a carcajadas cuando alguno de ellos se metía con otro. Me quedé mirándole hasta que él se dio cuenta de que estaba ahí y se acercó a mí. Sé que quería que lo nuestro fuese oficial pero aún no estaba seguro de cuándo debía besarle en público. No tuve muchas dudas cuando me dio un beso delante de todos.

-Hola, pequeño Penetrator.

-Hola, Chris.

Me sonrío, como siempre, como quería que hiciese todos los días durante el resto de mi vida.

-¿Qué tienes pensado hacer ahora? -Me preguntó en un tono más que sugerente.

-Lo cierto es que ya tenemos planes.

-Ah, ¿sí?

-Sí, te pienso llevar a dar un paseo a... -Chris me puso un dedo en los labios para que no continuase hablando.

-No, te voy a llevar yo.

-¿Me vas a obligar a cancelar mis planes para hacer lo que a ti te apetece?

Arqueó una ceja, puso su mano en mi cintura y me atrajo hacia él. 

-Lo que a mí me apetece es estar contigo, pero a solas. -Me susurró en el oído. 

Me cogió de la mano y mientras tanto se despidió de sus amigos. 

-William, esta noche te mandaré los apuntes que me has pedido antes, que voy a tener la tarde ocupada. 

William se rió, le guiñó un ojo y le dio una palmada en la espalda.

-Claro que sí, campeón.

Tras esto todos sus amigos empezaron a reírse y yo, que no tenía ni idea de lo que estaba pasando, sonreí tímidamente. 

Salimos del instituto de la mano y caminamos por Oslo bajo la mirada de algunas personas que todavía no concebían que dos chicos estuviesen enamorados. A lo largo del camino estuvo contándome cómo le había ido la mañana, todos los planes que tenían para el Russ y lo feliz que le hacía que los Penetrators llevasen tan bien el que fuésemos pareja. A mí más que alegrarme me sorprendía. 

Chris me llevó a su casa, vivía con sus padres en un duplex en el centro. No le gustaba alardear conmigo del dinero que tenía, pero realmente tenía mucho dinero. Su padre era inversor y su madre cirujana plástica, lo que le dejaba en una posición bastante acomodada. Al llegar a su habitación pude comprobar que cualquier capricho que él hubiera querido, lo habría tenido. Las estanterías estaban llenas de juegos de la play, tenía la tele más grande que había visto en mi vida, un armario que ocupaba dos paredes... Me sentí inferior al ver la cantidad de cosas que tenía. En mi cuarto apenas había una cama mal hecha, dos sudaderas y un par de juegos.

-Oye. -Chris estaba mirándome con gesto curioso, parecía haberse percatado de mi preocupación. -¿En qué piensas?

-Yo... esto... -Me daba vergüenza confesarle que me sentía incómodo. Me acercó hacia él y me abrazó.

-Pequeño Penetrator, te quiero como eres, no le des vueltas a lo que yo soy. -Levanté la mirada para ver su expresión y ahí estaba, esos ojos tan dulces que me ponía cuando quería calmarme, esa sonrisa tan desvergonzada. Me dio un beso y se separó de mí. -Quítate la ropa.

-¿Qué? -Empecé a reírme, ¿a qué venía eso?

-He dicho que te quites la ropa. -La rotundidad con la que me lo dijo me hizo sentir un escalofrío por todo el cuerpo, resultó incluso excitante. Se volvió a acercar a mí y me tiró del pantalón.- Quítatelo todo.

Como buen siervo, le hice caso y me quité la ropa mientras él seguía mis pasos. Al final estábamos los dos desnudos en su cuarto, frente a frente. Me sonrió y me cogió de la mano. Salimos de su cuarto y bajamos unas escaleras que pegaban a la cocina. Cuando llegamos a la planta más baja de la casa me quedé blanco. Allí ante mis ojos se encontraba la piscina climatizada más bonita que había visto en mi vida. Y antes de que pudiese reaccionar, Chris me tiró al agua. 

Cuando salí a la superficie estaba a mi lado apoyado en la pared de la piscina.

-¡Eres un idiota! -Le dije mientras me reía y me apartaba el agua de la cara. 

Me acerqué hacia él y empecé a besarle.