Capítulo 7

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LALI

Empecé mi tratamiento para la rodilla, una vez por semana tenía fisioterapia para mejor mi movilidad. Después de cuatro semanas me quitaron el respirador ya que mi pulmón había mejorado, igualmente el médico me advirtió que tenía que tratar de evitar el frío ya que era todo muy reciente. Volvimos a Argentina después de los últimos chequeos, y luego que se comunicaran ambos doctores, tanto el que llevo mi caso en New York con mi medico de siempre.
Todos se turnaban para acompañarme en mis clases de fisioterapia, aveces venía Eugenia, Candela o María, otras veces Gastón con Nicolás, aveces contaba con la ayuda de Benja que nos volvimos bastante cercanos en este último tiempo y  papá siempre estaba para darme una mano. De a poco iba mejorando, estaba teniendo un gran avance y eso nos ponía muy contentos a todos. De Peter no sabía nada, desde nuestra charla en el hospital no nos habíamos visto, si aveces me llegaba un mensaje de apoyo de su parte. Los dos necesitábamos tiempo, o al menos yo lo necesitaba. No sabia si era lo mejor volver a estar juntos, había tenido algunos encuentros con Benja y me sentia muy cómoda estando con él pero quedamos como amigos ya que no pasaba nada mas. Además cuando terminara de recuperarme iba a volver a New York a estudiar. Quizás cuando se entere iba a agarrarle nuevamente la locura, y yo no iba a poder soportar una vez todo ese dolor.

- Dos más y superas tu récord La -me dijo entusiasmado- bien muy bien, diste toda la vuelta al comedor y subiste las escaleras. ¡Bravo, bravo! -me aplaudía- pronto vas a poder danzar -me alzó y me dio vuelta en el aire- estoy muy ansioso por ver tu arte -me bajó.

- El médico me dijo que si sigo así pronto voy a poder dejar la muleta Benja- sonreí- estoy muy contenta. Pensé que esto iba a ser más difícil, pero la verdad es que con la ayuda de todos ustedes, es mucho más fácil -me senté en el sillon- Ya quiero volver a bailar que es lo que me apasiona. Tenés que verme, la rompo.

- Aaaaa bueeeno, señorita humildad sos vos -reímos- tu papa me mostro unos videos tuyos en la academia, y en distintas competencias. Lo haces muy bien -me aplaudió- sos como Hernan Piquin, pero en mujer.

- Naaaa, ni hablar. Yo soy mucho mejor -lo jodí- ¿vamos de nuevo? -dije parandome- vamos haber si puedo hacerlo de muevo sin que me moleste la pierna.

- Mejor miremos unas películas, ya hiciste bastante y el médico dijo que no tenias que forzar demasiado

- Esa parte nonla escuche asique haré como si no existe. Dale ayúdame -el me siguió. Di nuevamente la vuelta al comedor, cuando puse un pie en la cocina la pierna me falló y perdí el equilibrio, me agarré de Benja pero eso hizo que nos cayeramos los dos. Yo arriba de él-
- Suerte que estaba yo.. si no te dabas de lleno la cara contra el piso.

- Pero que flojito Amadeo... muy rudo usted pero se cae por mi pequeño tamaño -soltamos una carcajada. En eso se abre la puerta y entró papá con Peter ¿que hacía acá?. Cuando nos vio se quedó mirando sorprendido. Nosotros seguíamos tirados en el piso, en una posición bastante comprometedora- Eee hola... - no se porque me puse nerviosa, Benjamin me alcanzó la muleta y me acerqué para saludarlo. El me miraba serio, seguro se estaba imaginando cualquier cosa.

- ¿Que hacían ahí tirados en el piso? -me dijo papá con una sonrisa en la cara.

- Es que su hija señor Carlos no entiende que no puede hacer todo de prisa, que tiene que descansar a pesar de estar avanzando muy bien -contaba divertido. Peter seguía en la misma posición, con sus manos en los bolsillos- entonces quiso seguir probando cuán lejos llegaba dando pasos y se cayo encima mio... La verdad es que me hizo muy mal, creo que me fracturó una costilla -soltó una carcajada.

- Que boludo de mierd...

- ¡Hija! -me reto.

- Chiste Ben -me acerque a el pero me puso la traba el estúpido. Esperé el golpe pero Peter me atajo- gra... gracias -dije nerviosa.

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