Capítulo 183

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CAPÍTULO 183

*narra Guillermo*

Eva: Chicos, prestadme atención, tengo una cosa importante que deciros. - se hace escuchar en medio del jaleo, otro nuevo día empieza en Masterchef y nuestros compañeros de la otra residencia ya vuelven a estar ahí - Entre todo el equipo hemos pensado que una pequeña escapadita de una noche os iría a todos genial. Así que, mañana, jueves, nos vamos todos, vosotros, Lucas y Efrén también podéis venir, a una acampada en la sierra de Madrid. Me he ofrecido como voluntaria para supervisaros, sé que me he metido en un berenjenal, ¡pero creo que nos lo pasaremos genial!

Daniel luce una sonrisa gigantesca. Y a todos nos gusta bastante la idea. Un cambio de aires que nos vendrá bien. Un cambio de aires que aprovecharé para declararle mis sentimientos a Teresa por última vez. Será su última oportunidad, no pienso arrastrarme ya más por ella.

*narra Aina*

Después de la gran noticia de la acampada (me parece una idea genial, pero me va a quitar tiempo de preparación de la fiesta), nos hemos quedado la mayoría en la sala común, pero... adivinad quién no está. Exacto. Marta. Seguro que ha ido a la cocina. Me dispongo a salir por la puerta pero Rocío, que está hablando con Víctor, me intercepta un momento.

Rocío: Aina, siento decirte que no iré a tu fiesta, sino a la de Marta. Me he enterado de que no tienes nada preparado y yo quiero ir a pasármelo bien.

Aina: Pero... - me quedo sin palabras. Rocío se encoge de hombros mientras mira a Víctor. - Eso lo arreglaré en un periquete.

Rocío: Es igual, paso de líos, voy a la de Marta y ya. - se va con Marco y nos deja a Víctor y a mí a solas.

Aina: ¿Seguro que tú no tienes nada que ver con esto?

Víctor: ¿Yo? ¿Para qué querría ayudar a Marta en algo que le puede beneficiar con Mendicuti? - y él también se larga y me quedo pensando en lo que acaba de pasar.

Es igual, no te olvides del plan. Pillar a Marta con las manos en la masa. Y nunca mejor dicho. Llego a la cocina y eso es lo que hace. Le está rociando sprays raros al pastel. Me apresuro a enviarle un mensaje a Ana, Manuel se va a enterar.

Aina: Oh, gracias, amiga - recalco la última palabra con tono despectivo - por mejorar mi pastel. Deberás agradecerle a Manuel que te haya hecho de topo. Lástima que os haya salido todo mal. - me acerco mucho a ella, para desafiarla con la mirada.

Marta: ¿En serio crees que me ha salido todo mal? - está rabiosa, la conozco. Y esa rabia provoca que coja un buen trozo de mi tarta con su mano y me la estampe en la cara. Ahora la que rabia soy yo. No dudo ni un micro segundo en devolvérsela. Y en menos de cinco minutos ya está toda la cocina sucia y nosotras pringosas de pastel de arriba a abajo. Y ahora que se nos ha acabado el pastel, nos dedicamos a estirarnos de los pelos.

Mendicuti: ¿SE PUEDE SABER QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ?

Las dos nos quedamos quietas en el acto.

*narra Manuel*

Estamos jugando Mauro, Marco, Rocío, Ana y yo al Monopoly, pero hace un rato que Ana se ha distraído mirando el móvil.

Manuel: Ana, te toca. - le golpeo suavemente el hombro.

Ana: No me toques.

Manuel: ¿Qué dices?

Suelta el móvil con mala leche y, por primera vez, Ana me pega una señora bofetada que no me esperaba para nada. Me quedo con los ojos muy abiertos, sujetándome la mejilla. Ella me mira con odio.

Detrás del delantalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora