La Mafia De Los Peluches

El secuestro de Verde

Todos los juguetes seguían al rededor de Draco pensando cómo había sucedido aquel grande acontecimiento.

- Entonces... ¿Qué hacemos jefe? - Preguntó Carlos, el carrito.

- No lo sé, nunca pensé llegar tan lejos. - dijo Tigresito confundido. - Y menos por causa de... Verde.

- Ay, obvis lo tenemos que capturar ¿no? Osea como en las películis, con soguitas y toda la cosa, así todo bonis bonis. - opinó Flor la barbie.

- Imposible, - dio a conocer el líder. - No podemos mantenerlo aquí, ¿qué pensará Carolina cuando vea a un dragón en su morada? Eso no lo puedo permitir.

- Mejor lo matamos, ¿no jefe? Un héroe debe tener su trofeo... - dijo Verde.

- ¡No! ¡No lo permitiré! Ya estoy harto de la violencia, así que ni lo piensen. - Se opuso Pancho con firmeza.

- Entonces ¿Qué propones tú?

- Esperemos escondidos a que recobre la conciencia y lo dejamos ir. - dijo Pancho como si fuera un plan de primera. 

- ¡Ash! No, eso está muy bonis bonis y todo pero no está de diez.

¡Informe! - dijo tigresito y al momento la muñeca de porcelana apareció con su hermosa voz - ¿Qué probabilidad de éxito hay en matarlo?

¿Qué? - dijo Pancho - ¿Acaso me escucharon?

30% Señor, el cuerpo es más difícil de mover muerto y las manchas de sangre son muy difíciles de quitar. - Dio a conocer la muñequita.

Tienes razón, no tengo ganas de lavar, tendremos que recurrir a otra alternativa - mencionó el líder tocándose el mentón.

Uff - expresó Pancho.

En eso, mientras todos los juguetes pensaban en cómo deshacerse de Draco, el perrito despertó, vio a Verde y le pareció un buen juguete. Lo tomó con su hocico y acto seguido salió por la puerta.

- ¡Verde! ¡Nooooo! - Los juguetes lanzaron un grito dramático.

- ¡Verde! ¡Si! - En este caso Pancho festejó. Mientras más lejos estuviera su hermano mejor.

- ¡AHHHH! ¡AYUDAAA! - Sólo se podían escuchar los podres gritos de Verde a lo lejos.

Y así fue como Verde fue secuestrado por el temible Draco.