Capítulo 02

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El siguiente día llegó más rápido de lo esperado. Entré a las instalaciones de la prisión con una maleta rodando detrás de mí. Mi corazón golpeaba ruidosamente con cada paso que daba. Esto era todo, en el momento en el que entrara a la prisión, cada aspecto de mi vida cambiaría. Y era un cambio que yo quería.

No quedaba nada para mí allí afuera. No era nada más que una huérfana... con un corazón caído. Mis padres estaban muertos, dondequiera que estuviesen junto con mi hermano o hermana no nato. No me quedaba nada. La única familia que tenía era mi tía Rosie.

Sólo tenía doce años cuando mis padres murieron trágicamente. Mi madre y mi padre, ambos estaban sólo en la mitad de sus treintas, mi madre embarazada. Tristemente, él o ella nunca llegaron a presenciar la vida. Sólo porque los tres murieron en un fatal accidente automovilístico.

Nunca olvidaré el día que recibí la trágica noticia. Sólo era una niña de doce años, normal y feliz. De cualquier modo, mi felicidad murió con ellos. No lloré, no derramé ni una sola lágrima. Simplemente estaba demasiado en shock, y ahora, pensando en ello, tampoco soy capaz de llorar.

Es simplemente porque he muerto por dentro. He perdido mi sentido de vivir, aunque sigo adelante. Sólo porque es lo que mis padres desearon, las últimas palabras que me dijeron, antes de que sus manos cayeran sin vida en las mías.

—Haz algo con tu vida, Belle. C-cuando crezcas, has a papi y a mí orgullosos. Enorgullécenos.

Las palabras de mi madre se han quedado conmigo hasta el día de hoy. Cada vez que despierto, pienso en ellas. Estoy viviendo mi vida por esas palabras. La tristeza apretó mi corazón mientras un nudo se formó en mi garganta. Sacudí mis pensamientos, tragando el nudo de mi garganta mientras iba hacia la recepción.

—Isabelle Moore —Dije quedamente. El hombre lucía fuerte, de piel color caramelo y con barba. Cuando se levantó para presionar un botón y abrir las bien aseguradas puertas, noté que estaba usando el mismo uniforme que usaban los guardias. Supongo que él era uno también.

—Adelante —Me dijo. Le sonreí en agradecimiento, antes de tomar una respiración profunda y entrar a la prisión. El aire cálido impactó contra mi piel, desvaneciendo el frío de mi cuerpo.

Hice mi camino a través del pasillo, recordando lo que el guardia del día anterior me había dicho. El sonido de las ruedas de mi maleta hacía eco en mis oídos, mientras más me adentraba en el edificio, mis pulsaciones se aceleraban cada vez más.

—Belle —Oí a una voz llamarme. Volví mi cabeza hacia la dirección, pausándome en mi lugar. Daniel estaba de pie a un lado de la máquina de agua, un vaso de plástico en sus manos, sus ojos puestos en mí.

—Daniel, hola —Le sonreí. Él me sonrió de vuelta, caminando hacia mí con una ceja alzada.

—¿A dónde te diriges? —Preguntó, sus ojos yendo hacia mi maleta marrón por un segundo.

—Mi cuarto... supongo que le puedes decir así —Mordí mi labio inferior, encogiéndome de hombros. Una chispa de realización cruzó por sus ojos, y asintió en mi dirección.

—De acuerdo. Bueno, si necesitas algo de ayuda, no dudes en decirme. Haré guardia en la cafetería más adelante —Me dijo en un tono cálido.

—Gracias... —Cuando estaba a punto de girar sobre sus talones para irse, lo llamé. Alzó una ceja nuevamente— ¿Podrías, por favor, mostrarme mi habitación?... Como que lo olvidé —Pregunté nerviosamente. Se rio entre dientes, asintiendo con la cabeza.

—Seguro.

Intercambiamos una pequeña conversación mientras me guiaba hacia el cuarto en el que me quedaría. Una pequeña parte de mí cosquilleaba con emoción mientras la otra moría de los nervios.

FALLEN → j.b → spanish versionOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz