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Capítulo 18

BELLE

Desperté con una sonrisa en el rostro hoy. Me fui a dormir sonriendo y me desperté sonriendo. Una burbuja de felicidad seguía flotando en mi estómago. Y podía decir con orgullo y felicidad, que solo había una persona que lo causaba.

Justin Bieber.

Él era mío... y yo era suya.

Lo hicimos oficial ayer y no estaba segura de si era una cosa del momento, o si era real. Pero creía que era un poco de ambas. Y de repente me di cuenta de que era inevitable. Que un paciente como Justin y yo nos volviéramos tan cercanos... a un punto que nacieron sentimientos –estaba destinado a pasar.

Como lo había dicho tantas veces en el pasado, él me tenía intrigada. Estaba atraída hacia él como una fuerza magnética, imposible de romper.

Un revoloteó ocurrió en la boca de mi estómago, solo con pensar en su arrebatador rostro. Él era, honestamente, el hombre más hermoso que había visto jamás.

Y él era mío.

Una sonrisa infantil creció en mis labios mientras trataba de recomponerme, y no empezar a bailar ridículamente. Él me tenía sintiéndome de este modo. Como si fuera una niña pequeña que acabara de recibir suficientes dulces para toda una vida.

Me sentía tan condenadamente... feliz.

Un sentimiento que no había tenido en mucho tiempo. Una vez creía que todos los sentimientos y emociones positivas que todos han sentido al menos una vez en la vida, me habían sido arrebatados. Creí que habían muerto el día que mis padres lo hicieron, pero estaba equivocada.

Solo necesitaba a alguien como Justin que me probara que estaba equivocada. Que me hiciera sentir de esta forma otra vez después de tanto tiempo.

Mordí mi labio inferior mientras miraba a la pared. Estaba sola en mi oficina ya que a Daniel el deber lo llamaba, así que pasé la cena aquí. Mi corazón estaba palpitando a un ritmo rápido mientras miraba al pequeño reloj colgando en la pared. En cualquier momento a partir de ahora, él vendría a mi oficina.

Mi estómago se contrajo.

Aunque estaba más que emocionada por el nuevo... interés que Justin y yo habíamos encontrado el uno por el otro, me di cuenta de la triste realidad. No sabía mucho sobre él. Claro que había veces donde teníamos una conversación estable y algunas chispas de honestidad lo dejaban, pero no era suficiente.

No sabía la historia de su pasado. No sabía cómo había pasado los años de su infancia, ni tampoco los de su adolescencia. Y más importante, no sé qué rayos hizo para estar en un sitio como este.

Pero no dejaría que eso afectara o cambiara nada.

Mi meta era entenderlo, y haría eso lentamente.

—Veo a Dios en ti.

Las palabras que dejaron su boca continuaron repitiéndose en mi mente. Había una necesidad creciendo dentro de mí. Solo se añadía a mi deseo de averiguar quién era el verdadero Justin Bieber. Me hizo sentir más determinada y un poco más... realizada.

El sonido de alguien tocando la puerta, hizo que mis oídos se pusieran alerta. De repente, mi corazón comenzó a latir más rápido, sabiendo que del otro lado de la puerta estaban Marco y más importante, Justin.

—Pase —alcé la voz, oyendo el ligero temblor en mis palabras. No podías culparme por ello. Después de pasar la mayor parte de su sesión de terapia besándonos y usando las manos en el cuerpo del otro, me estaba sintiendo emocionada y también un poco nerviosa.