Separar y ordenar.

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Era como si todo lo que estaba bien de la nada ya no lo estuviera ¿Qué las cosas no podían ser peor? ... Por supuesto que podían...
El hombre que en ese momento estaba delante tuyo imponía fortaleza, seguridad, su aroma era increíble y su apariencia aun mas... Y tú... Tú en un sentido completamente literal tenías las mejillas cubiertas de un rubor ocasionado por tu vergüenza y por la sangre que había ido hacia tu rostro, por si esto fuera poco, sentías como tus piernas temblaban y mas nerviosa no podías estar... O tal vez si. (Después de todo tú eras una de esas pruebas vivientes de que lo "imposible" es posible. Una simple florista que había logrado recibir su título como alquimista estatal, increible ¿No?) 
-¡Lo lamento!- a manera de disculpa de tus labios escapó ese casi grito y de pronto solo querías esconder tu cabeza en la tierra... Pero seguro que cualquier mujer se comportaba así en presencia de un hombre como lo era Roy Mustang... ¿O no?
¡Basta _______! En otro momento podrías continuar con tus inseguridades que acababas de descubrir tenías (y justo gracias a este hombre). Ese momento era para demostrar de lo que eras capaz ¡Era un momento para que todos descubrieran de lo que era capaz ________, la alquimista _______!
Distraída con tus propios pensamientos en ese momento ni siquiera prestasté atención a cuando era que él había tomado un montón de papeles sueltos (una montaña de papeles desordenados, a la vista de cualquiera)
- Bienvenida al ejército... - con una sonrisa encantadora aquel que respondía al nombre de Roy te dijo -... Extienda sus brazos... - agregó a lo antes dicho.
Aun que la petición en un principio no se escuchaba para nada bien (y probablemente nunca lo haría), aún en ese momento temblando un poco levantaste tus brazos al frente tuyo con las palmas abiertas hacia arriba y tus codos tocando tus costillas un poco, y fue allí que te diste cuenta de que tal vez las cosas no iban a ser tan fáciles como tú creías...
El hombre de cabello negro al cual tu tanto habías admirado por tan solo esos momentos había colocado la pila de papeles desordenados encima de tus brazos provocando que tus piernas, de por si temblorosas, se doblaran un poco.
-Su primer trabajo será separar y ordenar...- sin ningún tipo de carisma el mas alto dijo para luego, encima de todos los papeles colocar aquel reloj que demostraba eras una alquimista, dejándolo caer desde arriba hasta la cima,  cayendo este despacio con su cadena siendo la última en caer, así como tu entusiasmo -... Disfrute del empleo alquimista _______, muy pocos llegan a su puesto...-

... Una secretaria... Él en verdad esperaba que te comportaras como una secretaria... Claro que ese día podía empeorar.

La Llama De Nuestro Amor (Roy Mustang X Reader).Where stories live. Discover now