「Y O U C O U L D U S E S O M E G O O D B E H A V I O U R」

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  La castaña entró al salón pavoneándose, con una sonrisa medio chueca y los ojos enrojecidos. 

—Marco, Marco, Marco Polo—chasqueó la lengua, negando ligeramente—. ¿Dónde has estado, Marcasín?

  Se dejó caer de sentón en el pupitre detrás de ambos chicos, cruzando los brazos sobre la mesa y regalándoles a los dos un guiño. 

—¿Mabel? ¿Qué carajos estás...? Ah, ¡Marco!—por la puerta se asomó un chico castaño con una sonrisa tímida y galaxias en los ojos.

  El latino pareció reconocerlo, porque se levantó para ir a abrazarlo. 

—¡Dopper Dips Dipps!—rió, echándose la capucha roja para atrás—. ¿Creí que no te vería hasta el quinto periodo? 

  Wirt se quedó en silencio, observando como ambos chicos parecían tener una agradable. Frente a él, Mabel mascaba desinteresadamente de su chicle. 

—¿Quieres uno?—preguntó, extendiéndole una bandeja metálica con más chicles.

  El castaño se mordió el interior de la mejilla.

—Esto... no, gracias. No creo que a mi novio le guste que mis labios no sepan a los suyos

—Ah, whatever—la chica rodó los ojos y guardó la bandeja, recostándose contra el asiento y subiendo los pies a la mesa.

—Mabel, baja los pies—regañó el castaño desde atrás, con los ojos en blanco y una mano dentro de su mochila—. Es en serio, te van a regañar.

—Pues que lo hagan, me da igual—su gemela se encogió de hombros, aunque aún así obedeció y bajó los pies de la mesa. 

  Wirt tuvo que reprimir el impulso de limpiar las marcas que habían dejado sus botas. 

  En vez de eso decidió quedarse callado, observando como la puerta se abría y por ella cruzaban dos chicos: un rubio muy probablemente oxigenado y un pelimorado claramente teñido. Casi se preguntó si habían ido a la estética juntos, sonriendo ligeramente ante la idea de dos amigos con crema en el pelo, riéndose el uno del otro.

  Sin embargo la sonrisa se le borró del rostro cuando se voltearon, aún demasiado enfrascados en su propia conversación como para notar su presencia, pero a escasos metros de él.

  Bill Cipher y Tomás Kasai, los dos mejores amigos de Bryce Alighieri. Empezó a temblar por la sola idea de tenerlos en su curso ese semestre. 

—Y entonces se me quedó viendo, y yo estaba como de "Okey, pero a mí me gustan los pitos..." y ella... ¡oof!—el relato de Bill se vio interrumpido por un cuerpo chocando con el propio, y se volvió con los ojos rojos de enojo para señalar a Dipper—. ¡Hey! ¿Puedes quitarte, bola de mierda? ¡Estoy intentando pasar! 

  El chico solo rodó los ojos y abrió el paso, gesticulando sarcásticamente el pasillo.

—Adelante, su majestad, ¿necesita algo? ¿Quiere que le traiga unos modales? Se ve que le hacen falta. 

  Mabel rió desde su lugar, y se levantó para plantar un beso en la mejilla de su hermano y salir contoneándose del salón con una mirada de recelo a los recién llegados.

—Maldito malcriado—espetó el rubio, antes de empujar a Dipper y continuar su camino hacia su pupitre en el frente.

  Tom le dedicó una sonrisa altanera al castaño antes de acompañarlo. 

  Wirt esperó que lo pasaran de largo antes de pararse a ayudar a Dipper.

「BITTERSWEET TRAGEDY」●.:•BillDip•:.●Where stories live. Discover now