「M E A L T I M E」

1.7K 232 25
                                    

  La hora de la comida llegó volando, lamentablemente. Y mientras que la mayoría de sus compañeros salieron casi volando de sus asientos hacia el pasillo, ansiosos por tener aunque fuese media hora de libertad antes de sus siguientes clases, él se tomó su tiempo. Acomodando sus útiles y colocándose la chaqueta escolar a una velocidad torturosamente. Hizo el ademán de tomar su lonchera, pero recordó que era inútil. Hacía ya tres meses que no llevaba una a la escuela, no desde que Bryce había denominado a su comida "poco nutritiva" y se había dado a la tarea de llevarle diariamente un menú preparado por su nutriólogo privado para que mejorara sus hábitos alimenticios y ganara un poco de la masa muscular que tanto le hacía falta.

  No quería salir. No quería, no quería no quería. Lo que lo esperaba en el patio no era más que incomodidad y sufrimiento. No le gustaba sentarse con los chicos del equipo de Bill, y tener que quedarse quieto, sintiendo las miradas de toda una mesa de jugadores musculares y atractivos escudriñarlo con desaprobación. No le gustaba que Bryce hablara de él como un juguete, algo (ni siquiera alguien, qué deprimente) que usaría hasta aburrirse. 

  Suspiró y salió del salón temblando, cruzando los dedos y aguantando la respiración. 

  Por favor que no me esté esperando, por favor que no me esté esperando, por favor que no...

—¡Hey! ¿Por qué has tardado tanto?—se tensó instintivamente ante las palabras, las mismas que venía escuchando desde el bimestre pasado—. Vamos, estoy seguro de que ya se vendieron todos los flanes de la cafetería y...

  Levantó la cabeza ante la voz. Ese no era el rasposo tono de su novio, y no escondía burla en ella. Era un tono amistoso, tranquilo. Se escuchaba ligeramente irritado, pero era tenue. No demandaba respuestas, no imponía. 

—¿Marco? ¿Qué hacen aquí ambos?—tragó saliva y empezó a girar la cabeza en todas las direcciones, buscando frenéticamente cualquier señal de Bryce. Sentía que se materializaría frente a sus ojos de un momento a otro y lo arrastraría a la mesa donde estaba acostumbrado a pasar sus descansos, entre un ataque de pánico y la impotencia de saber que esta situación jamás estaría bajo su control.

—¿Te estuvimos esperando, duh?—Marco parpadeó, como si no entendiera el porqué de la agotación de Wirt—. Ahora vamos, hoy no he cargado mi comida y necesito comprar algo de la cafetería.

  No se esperó respuesta antes de empezar a dar largas zancadas hacia la cafetería escolar. Wirt jaló la manga de su chaqueta, nervioso, clavando los ojos en el suelo mientras que la cabeza le daba vueltas a mil kilómetros por hora. 

  ¿No lo estaba esperando? ¿Sería que se había hartado de esperar y ya estaría en la cafetería? ¿Y si no había ido ese día? No, imposible, lo había apartado un momento en la mañana sólo para manosearlo antes de clases y...

—Hey—una mano se posó en su hombro. El contacto era suave, casi ni se sentía, como si una pluma de ave hubiera caído del cielo directo a su chaqueta—. ¿Estás bien?

  El mismo chico de esa mañana —Dipper, se recordó, se llamaba Dipper— lo miraba con el ceño fruncido y los labios ligeramente partidos. Tenía una ligera cortina de fleco que le cubría la frente y la nariz roja, con un par de arrugas debajo de los ojos. Viéndolo tan de cerca pudo apreciar que tenía heterocromía parcial en ambos. Un extraño centro azul que se expandía hasta un ligero marrón en las orillas. 

  Parecía el agua chocando contra la tierra en una playa entre montañas, pensó. Como si el mundo hubiera colisionado en algún lado, las olas golpeando agresivamente el pie de las montañas. Tal vez eso era posible, probablemente el lugar existía de verdad, tal vez había pasado y estaba ahí, esperando, intentando ser encontrado pero sin manera de comunicarse.

  Era como estar mudo en un mundo de sordos, pensó, y después se sintió mal al encontrar que justamente así se sentía. Como si el resto del mundo pudiera emitir sonidos, simplemente que era incapaz de escucharlos. Y él era el único capaz de escuchar todo aquello, pero era incapaz de imitar esos sonidos. 

  Se estaba ahogando en un mar sin agua. 

  Atinó a asentir ciegamente, forzando una sonrisa que — a juzgar por la mueca que no pudo contener su interlocutor — salió más falsa de lo que creía. 

—Tengo muchas cosas en las que pensar—se resignó a decir, y Dipper sonrió un poco.

—Si, yo también.

—Supongo que todos.

—Supongo que todos—repitió, y lo tomó de la mano todo el camino hacia la cafetería. 

  Wirt inmediatamente notó que caminaba raro, pero el pensamiento fue velozmente reemplazado con la oración silenciosa a cualquier deidad que escuchara para que por favor, por favor, Bryce no lo molestara ese recreo.

><><><><><><

Halo [Reach] :v 

Pues, ¿cómo están? Espero sigan aquí y no se hayan aburrido ya de los siglos que me tardo en actualizar. xd

En fin, antes que nada, vi que muchas (o todas alv) tienen dudas respecto a Bill. ¿No era un muñeco? ¿Por qué de repente es una persona? ¿Qué Blurryberga? D:

Bueno, lo único que diré al respecto es lo siguiente: ¿alguien se acuerda de los hermanos Will y Phill, aquellos que no se murieron? ¿Se acuerdan de lo poco de interacción que hubo entre Will y Bill? ¿No sintieron algo entre ellos? ¿O la manera en...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Bueno, lo único que diré al respecto es lo siguiente: ¿alguien se acuerda de los hermanos Will y Phill, aquellos que no se murieron? ¿Se acuerdan de lo poco de interacción que hubo entre Will y Bill? ¿No sintieron algo entre ellos? ¿O la manera en la cual se hablaba de Phill? ¿No piensan que a ellos les dolió la tragedia de Bill Cipher? Bien, eso es todo lo que diré por ahora. Veremos si alguien más o menos agarra el hilo de qué está pasando aquí. ^^

Besos robóticos congelados:

—Valery

「BITTERSWEET TRAGEDY」●.:•BillDip•:.●Where stories live. Discover now