Parte 1: Capítulo 8: El acuerdo (1)

33 3 4
                                    

''This ain't nothing but dangerous. We're about to be over and why can't it just be what it is, why can't it be what it is...''- Sage ft. Nick Jonas (Good Thing)

Mi nariz se lleno con un aroma a menta y a la esencia de un hombre. Se sentía cómo si estuviera abrazando a un tibio oso de peluche que coincidentemente tenía abdominales firmes y piel suave como la de un bebé. No quería abrir mis ojos, el momento era demasiado perfecto. Una caricia bajó por mi mejilla, lo que resultó en un escalofrío a través de mi cuerpo, así que eché una ojeada con uno solo de mis ojos.

Sam me miró fijamente, y me sentí ligeramente consciente de mi misma estando desnuda y todo. Me acurruqué pegando la manta a mi cuerpo y él se rió mientras sacudía su cabeza.

-Qué?- pregunté con timidez.

-Nada, solo estoy pensando en lo imbécil que fui. No puedo creer que de todas las personas fue a ti a la que dejé ir. Cómo podré alguna vez ganarme tu perdón?- preguntó y luego apartó la mirada sonrojado.

Tomé su barbilla y lo jalé más cerca mío.

-No me decepciones.- respondí.- El pasado está en el pasado, y no podemos cambiarlo. Pero tenemos el futuro, así que no lo desperdiciemos.

Él me miró, estupefacto, mientras yo me inclinaba hacia él y con ternura jalaba con mis dientes su labio inferior. Él gimió con suavidad, y me correspondió besándome instantáneamente. Yo sonreí, sintiéndome celestial en todas partes, hasta que mis ojos se abrieron por un corto momento, posándose en mi reloj.

-Mierda, estoy tarde!- dije, saltando para ponerme de pie, cuidando de que las sábanas sigan pegadas a mi cuerpo.

-Ah, vamos! Una ronda más!- suplicó guiñándome el ojo.

Levanté una ceja en su dirección, y estaba bastante sorprendida con mi habilidad de poder hacerlo automáticamente.

-Dijiste eso tres veces anoche Sam, y esos hermosos ojos que tienes no vana funcionar esta vez. Tengo que ir a buscar a Kaya, ya que su auto está en el taller por reparaciones, y ni siquiera me he lavado el cabello.- murmuré, parándome en frente de mi espejo levantando mi cabello sucio.

-Tu cabello se ve hermoso- dijo parándose detrás mío y envolviendo sus brazos alrededor de mi cintura. 

La sábana me cubría holgadamente desde arriba de mis tobillos hasta sobre mis pechos, pero eso no detuvo el que sienta el calor radiante en sus brazos.

-Voy a bañarme.

-Podría acompañarte.

-Si haces eso, entonces nunca voy a estar lista.- dije para después salir del cuarto dejando la sábana detrás mío antes de mi partida.

Lo escuché suspirar para después gritar: ''Me estás matando!''

Una femenina risa retumbó fuertemente desde mi garganta al mismo tiempo que cerraba con llave la puerta del baño detrás mío.

Luego de que lavé mi cabello y tuve una refrescante ducha, me deslicé dentro de mi suave bata de baño e hice mi camino de vuelta a mi habitación.

Sam no se encontraba por ningún lado.

Cerré mi puerta, sequé mi cabello con la secadora y luego me cambié a mi atuendo de trabajo: Una falda tubo a rayas blancas y negras, una blusa blanca y tacones negros. Rocié fragancia a lavanda y jazmín por todo mi cuerpo. Me apliqué un poco de labial de cereza en el labio inferior y luego lo froté con el superior. Tomé mi cartera, abrí la puerta e inmediatamente olí a tocino. Sam debe haber ido de compras porque si mi memoria no me falla, no había nada de comida en mi cocina. Hice sonar mis tacones hacia allí, y mi respiración se detuvo cuando vi a Sam.

The ArrangementDonde viven las historias. Descúbrelo ahora