206; jjk

23;

—... así encuentras el ángulo suplementario y listo.

Frunció el ceño al notar que llevaba explicándole el ejercicio a una persona dormida.

Se encontraba en el aula de estudio con Hyeri. Él había insistido en ayudarla a estudiar puesto que se acercaba un exámen importante y ella no sabía absolutamente nada del tema.

Los números se le daban fatal.

Así que, sin siquiera esperar por la opinión de la castaña, Jungkook prácticamente la arrastró a estudiar con él. Sin embargo, de haber sabido que la chica iba a quedarse dormida apenas empezara con la explicación, habría meditado un poco más aquello de darle tutorías. Había cancelado su cita con su novia para poder ayudar a Hyeri, pero a ella parecía no importarle realmente.

Jungkook se encontraba un poco molesto.

La castaña había estado evadiéndolo desde que comenzó su relación con Jisoo y eso no era nada agradable.

Siempre que quería invitarla a comer, ella ya lo había hecho, si quería ver una película, ella ya la había visto, si quería ir al parque, ella estaba enferma.

Tenía excusas para absolutamente todos los planes que pasaran por la cabeza de Jeon y estaba comenzando a sentirse irritado por no saber el motivo de aquella actitud.

Quería pasar tiempo con Hyeri y ella simplemente lo pasaba de largo.

Inclusive había peleado un par de veces con Jisoo por ella. Su novia alegaba que le prestaba demasiada atención a Hyeri, pero, ¿cómo no hacerlo?

No podía evitarlo. Era algo involuntario voltear y observarla cuando estaba cerca o tratar de pasar a un lado de su casillero en los cambios de clase, aún cuando no le quedara cerca.

No quería distanciarse de ella, no otra vez.

El sonido de su celular lo hizo distraer su atención y sonrió de lado al ver el remitente del mensaje. No había cambiado el nombre aún, y honestamente, no planeaba hacerlo.

206:

<<Jungkookie, te extraño>>

<<¿Vas a estar mucho tiempo con Hyeri?>>

<<Deberías prestarle más atención a tu novia, no a esa chica a la que claramente no le importas>>

Suspiró con pesadez, guardando el teléfono en su bolsillo y observando a la castaña.

Como siempre, soltaba alguno que otro ronquido y un pequeño hilo de saliva bajaba por su mejilla. Jungkook rió, ver a la chica en ese estado lo ponía extrañamente feliz.

Además, ¿Por qué se sentía así de nervioso al verla? Se suponía que estaba enojado, ¿por qué no podía mantenerse así?

En el fondo, sabía la razón.

Hyeri era Hyeri, y aunque eso no tuviere sentido, él sabía exactamente lo que significaba.

Debía parar de observarla, pero no podía.

No pudo evitar pensar en la primera carta que recibió; secreto, 206.

Seguía sin saber el por qué de aquel número, así que se recordó mentalmente el preguntarlo a su novia después.

Le causaba curiosidad aquella pista y, ahora que salía con la chica anónima, no se abstendría de preguntar el significado.