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Hyeri revolvía con desesperación su casillero en busca de su celular, llevaba más de media hora buscándolo por toda la escuela y no podía encontrarlo por ningún lugar.

Estaba arruinada, definitivamente lo estaba.

—¿Buscabas esto?—Volteó al escuchar una voz femenina detrás de ella. Maldición— Estaba en los vestidores.

—Si —su voz sonaba tensa. ¿Y como no? Kang Jisoo sostenía su celular con una sonrisa burlona y mirada satisfactoria. No quiso ser negativa respecto a eso, así que optó por actuar educadamente—Gracias, supongo.

Una estruendosa carcajada salió de los labios de la castaña mientras se acomodaba el cabello—No, cariño, no deberías agradecerme—se acercó lentamente al oído de la castaña— Así que tú eres la chica anónima que le gusta a Jungkookie, ¿no es así?

—¿De q-qué hablas--

—No trates de negarlo, lo he leído todo— Jisoo frunció el ceño y abrió la tapa del aparato, sacando el chip de este— Voy a confiscarlo, así que a partir de ahora, yo seré la misteriosa chica anónima. Kookie va a decepcionarse si se entera que eres tú quien le ha estado mandando cosas.

—¿Disculpa?— debatió, claramente enojada ¿quién se creía que era ella para robarle e insultarla? El hecho de ser la más popular de la escuela no le daba derecho alguno a ser una desgraciada con los demás y mucho menos a mandar sobre las posesiones de otros— Eso es mío, no puedes simplemente insultarme y llevártelo, así que te agradecería que me dieras lo que me pertenece y te largaras de aquí.

—Aw, que linda. ¿Crees que puedes desobedecerme? Imagina que le dijera a Jungkook la verdad. Estoy segura de que te odiaría por mentirle. Se supone que eres su mejor amiga, ¿no? Rayos, me pregunto cuántas veces te ha hablado de lo mucho que quiere descubrir quién le está mandando mensajes y tú solo cierras la boca y finges no saber nada al respecto. Eso no es ser muy buena amiga, Hyeri.

—Cierra la boca, Jisoo. En cualquier momento puedo decirle todo a Jungkook y todo tu teatro se vendría abajo--

—No— se acercó a Hyeri de forma amenazante antes de esbozar una sonrisa de lado— No te atreverías a decir la verdad porque sabes lo que va a pasar.

—¿De qué carajos estás hablando?

— Hablo de que, independientemente de todo,sabes muy bien que Jungkook nunca se fijaría en ti.

—¡Hyeri!

La estruendosa voz de Taehyung la sacó de sus recuerdos. Ambos se encontraban en la clase de deportes y, si mal no recordaba, debía estar haciendo flexiones.

—Lo siento, estaba distraída— se excusó, esbozando una sonrisa de lado y fijando su mirada en un par de personas sentadas en las gradas.

Jungkook descansabaa plácidamente con la cabeza recostada en las piernas de su novia. Tenía una sonrisa en el rostro y los ojos cerrados, esta se encontraba masajeando el cabello del castaño con suavidad y riendo de algo que probablemente él había dicho.

El uniforme de deportes le sentaba realmente bien a la chica, su cabello ondulado caía en una coleta y su cuerpo se veía extremadamente bien en esos shorts.

Era más que obvio que a Jungkook le gustaba demasiado su novia.

Por más que le molestara, Jisoo tenía razón.

Jungkook nunca se fijaría en ella, sin importar cuánto se esforzara, siempre sería una amiga.

Una simple amiga y nada más.