—¡Noona!– grita Taehyung llamando mi atención, nada mas escucho su voz y siento que me esta ya reventando los tímpanos, sabía que era bueno para ser verdad no podía mantenerse en silencio, debía hablar y molestarme, es como una ley que cuando esta puesto Red Hot Chili Peppers no se habla, usualmente su música me ayuda a relajarme, tener mas energía y hacer mis actividades en calma sumida en mis pensamientos y cantando mis canciones favoritas.
Es mi banda favorita de todos los tiempos, es bastante refrescante su música es como si tuviera todas las vibras de California, las podías sentir en sus canciones, recuerdo la vez que fui de vacaciones con Jungkook los dos solos a Los Ángeles, había terminado enamorada de la ciudad pero había deseado jamás irme en el momento que conocí la playa de Venice es como si ese lugar fuera mágico, las culturas ahí se juntaban y no me sentía juzgada en absoluto es como si ahí pudieras ser tu mismo, es difícil describir ese lugar uno tiene que ir y sentirlo, seré de Seúl pero en mi corazón siempre dirá California.
Me giro a Taehyung molesta. —¿Qué Taehyung?, ¿Qué quieres?– suspiro resignada bajando a la música, solo puedo escuchar ligeramente Strip My Mind y eso rompe mi corazón, es mi canción favorita es como si me sintiera relacionada con esa canción, de una forma que el sonido de esa música le hablara a mi alma y la hiciera sentir tranquila como en casa y la letra de esa canción me sedujera.
Saca el labio inferior, como si hubiera yo hecho algo malo, la única persona que aquí hizo algo malo fue él y no, no me refiero a que su existencia es lo que esta mal, simplemente que no se habla mientras esta mi música favorita. —Tengo hambre– susurra, cielos lo había olvidado él esta en desarrollo, es obvio que debe tener hambre me ha estado ayudando desde que despertamos de la siesta a sacar mis cosas de las cajas y acomodarlas por todo el loft.
—Vale Taehyungssi ve a lavarte las manos, iremos a comer fuera– es lo menos que puedo hacer, cuando Jungkook me dijo que cuidara a su hermano realmente creí que sería una pesadilla para mi, pero la mayor parte del tiempo se ha mantenido en silencio y bastante cooperativo en ayudarme, sus ojos parecen brillar como si fuera a llorar en cualquier segundo, ¿ahora que hice?, enserio estoy tratando muy duro de tener que soportar a Taehyung, lo intento mucho porque no me gustan los niños, tal vez en unos cuantos años mas él me agrade cuando deje de ser quejica, llorica, deje de ser niño mimado y deje de pedir todo lo que pasa por enfrente. Mi punto es que trato de no desesperarme cerca de los niños por Jungkook, él adora a su hermano menor es como su hijo pequeño, y si esta relación continua significa que Taehyung estará a nuestro al rededor, no lo veré siempre pero quiero poder ser capaz de estar cerca de él sin tener que poner mala cara o terminar con dolor de cabeza.
Siento los brazos de Taehyung rodearme abrazándome fuertemente, no se me hace ya raro que haga este tipo de cosas, aunque en mi si, nunca me ha gustado que me toque, pero mi punto es que él es una persona afectiva, demasiado para mi gusto haciendo que a mi me desespere. ¿Porqué me abraza?, hoy no es su cumpleaños, no es ningún festivo. —Noona, jamás me habías dicho Taehyungssi, por favor sigue haciendolo, suena muy bonito viniendo de tus labios– dice separándose de mi limpiando las lagrimas que resbalan por sus ahora mejillas de color carmesí, le veo correr al baño rápidamente, sonrío ligeramente, debo decir que esa imagen me resulto un poco agradable, un poco, no es como si me gustará verla otra vez o algo así.
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