Shawn Mendes Imagines

32. Entrenamiento II

Observé a Shawn mientras entrenaba con un muchacho más alto que él y de similar musculatura. Al verle el rostro, lo reconocí de inmediato; se trataba de Grayson. Era muy habilidoso, pero demasiado confiado de sí mismo, bordeando peligrosamente la arrogancia. Pero no cabía duda que era uno de los mejores del campamento.

Shawn lo apartó de encima y el filo de las espadas se encontraron. Grayson lo empujó hacia atrás y atacó con tres blandidas veloces, todas evadidas con una estupenda precisión. Su entrenamiento parecía casi coreografiado.

Mis ojos se posaron en la espada de Shawn, la cual salió volando de su mano. No pude evitar tensarme. Desarmado y Grayson evitando que llegue a su arma, continuó evadiendo, logrando acercarse y golpearlo en el pecho. Lo apartó de una patada y recuperó la espada, justo a tiempo para detener la de Grayson. Me preguntaba si la pelea tendría fin.

(...)

— ¡A mi cuenta! Tres, dos... ¡uno!— solté la cuerdilla de manera torpe y mi flecha salió disparada, más perdió vuelo y cayó a mitad de camino. Apreté la mandíbula y bajé la mirada— ¡De vuelta!— extendí mis brazos por delante mío nuevamente, acomodando la flecha. La punta temblaba levemente, saliéndose del punto de mira. Al momento de disparar, ésta salió disparada con más fuerza, más no llegó al blanco.

Siquiera se acercó.

— ¿Tienes problemas?— volteé a ver a Shawn. quién se aproximaba con una pequeña sonrisa. Sin responderle, devolví la mirada al frente, tomando una tercer flecha y posicionándola entre la cuerda y la punta del arco. Exhalé a la vez que el uno era exclamado nuevamente y la flecha cayó cerca de la segunda. Dejé caer mis brazos y con aire de decepción, miré al arco— Relaja los brazos— me indicó Shawn de repente, parándose detrás mío y tomando mis hombros. Sentí cómo sus manos presionaban mientras los giraba hacia atrás. Sacudí levemente mis brazos, quitando la tensión de ellos, acompañado de un calmado suspiro. Sus manos bajaron a mis caderas y las giró abruptamente— Mantén tus pies alineados con los hombros e inclina tu torso un poco. Así te será mas cómodo.

Partí mis labios levemente y suspendí mi respiración un breve momento. Shawn se apartó y esperé a la señal. Relajé el pecho, exhalando profundamente y lancé la flecha.

Esta dio en el extremo del blanco.

– Mucho mejor –sonrió el castaño, denotandose unos pequeños hoyuellos cerca de la comisura de sus labios. Sonreí para mí misma. Sin dudas era mejor que flechas en el piso.

(...)

Terminada la practica con el arco y flechas, mi entrenamiento había acabado por el día. Y si bien ninguna flecha llegó al centro del blanco, estuvieron cerca.

Y eso era un gran logro para mí.

Me dirigí a una de las cabinas de ducha y me duché rápido, quitándome el sudor y la tierra que tenia encima de la piel. El agua no era un lujo y agradecía que nos alcance para darnos una ducha, o nadie nunca más se me acercaría.

Con los pantalones y sostén deportivo puestos, me unté pomada en los moretones de mis brazos, torso y piernas, siendo en mayor abundancia en los brazos. Inspiré por los dientes al presionar a un costado de mi torso, cerca de mi cintura.

Un sonido grave y ascendente rompió el ambiente. Sonaba paulatinamente y una breve pausa del que soplaba del cuerno interrumpía. Era el cuerno de alerta, o así le llamaban. Pero el instrumento se tocaba durante una emergencia en particular.

Estaban atacando el campamento.

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Holy motherfucker.

Me gusta escribir historias que duren varias partes así que esperen 43 de esta ahre.