I D I O T A | Jamion [Gorillaz]

Capítulo 11

~Eres la guerra por la que tanto lucho~

Jamie

Soy un imbécil, un auténtico y grandísimo imbécil.

No pude dormir toda la noche ya que no podía parar de pensar en lo mucho que había lastimado a Damon, en lo muy estúpido que soy...y en lo mucho que en verdad siento por él.

No es una excusa para hacer lo que hice, pero tenía miedo, miedo de algo diferente, quiero decir, nunca me había pasado algo....algo así.

No con un chico

-Maldita sea.- solté un golpe a la mesa.- ¿Por qué? ¿Por qué?- empecé a jalonear un poco mis cabellos y lanzar fuertes gruñidos.- ¡¿Qué mierda hice?!- grité y deje caer los codos en la mesa.

No sabia como arreglarlo, o como decir "lo siento" en momentos como este, no sabía si sus palabras iban en serio, ni cuantas lágrimas fuera de mi vista tiró.

Lo perdí por idiota.

-¿Qué deberías hacer? ¿Qué debería hacer?- Murmuré mientras masajeaba mis sienes, mire a todos lados hasta que mi mirada cayó en una libreta de Damon en él suelo.- tengo que llevársela.- me paré rápido y tomé la libreta.- ¿Qué hora es?

12:45

-Todos en su casa deben estar durmiendo...- suspire.- mierda, albarn.- gruñí.- las idioteces que me haces hacer

Salí corriendo, arriesgándome el pellejo por las calles poco iluminadas para llegar a casa de Albarn, no me iba a quedar de brazos cruzados viendo como comenzaba a odiarme.

Llegué a su casa, todas luces apagadas, todas menos una: la del cuarto de Damon quien seguramente estaba despierto por mi culpa... Mire una planta cercana y arranqué lo que eran las flores menos secas.

-Ok, aquí vamos.- empecé a lanzar pequeñas piedritas a la ventana de Damon.- mierda, sal.- lancé un más grande que hizo una grieta en la ventana y entonces salió.

-¿Pero que mierd--?-Apenas me vio abrió los ojos como par de platos, salude nervioso con la mano y volvió a su cuarto corriendo.

Maldije en silencio y lancé varios gruñidos fuertes al aire. Decidí dejar la libreta enfrente de la puerta, pero justo cuando iba a soltarla, oí la puerta abrirse, alcé mirada y encontré a aquel rubio molesto.

-¡Damon!- dije afirmando lo obvio, me paré y lo vi nervioso. Tenía los ojos rojos y marcas de llanto en la mejilla.- Damon...-acaricié su mejilla y el apretó mi mano, no como si fuera a quitarla, si no como si no quisiera que la quitará. Cerró los ojos fuertemente y por unos segundos pensé que volvería a llorar.- ¿Estuviste...?

-Si.- afirmó antes de que pudiera terminar.- y más vale que te vayas si no quieres que vuelva a pasar.

Tomé su rostro entre mis manos y le planté un delicado beso en los labios, uno corto y suave.

-Tú quieres hacerme daño.- Sollozó un poco y lo abrazame antes de se echará a llorar.- siempre me llevas la contraria: te digo vete y te acercas más; me quiero acercar y tu solo huyes de mí

-Te quiero, también te quiero.- lo abracé fuerte, me dolía oírlo hablar como si en cualquier momento fuera a llorar.- perdón por hacerte pensar lo contrario, soy un idiota y estaba asustado