Esclavos

9

El aire que los rodeaba y llenaba sus pulmones poseía un fuerte aroma a mar.

Siempre que se hacían esta clase de viajes, en los que había que llevar esclavos(es decir casi siempre) se los ponía divididos entre la planta baja y la que estaba arriba de esta, en ninguna había camarotes, solo un espacio vacío que se llenaba únicamente por los esclavos.

Por qué se los dividía? Siempre que la familia real debía viajar a algún país extranjero, tanto si es por arreglos políticos como por un simple viaje de turismo, debían llevar tanto esclavos como ofrenda a los reyes del país extranjero, como para uso personal. Los que estaban como ofrenda iban a la parte baja y los otros a la de arriba de esta.

Nico miraba un punto fijo del infinito. Parecía perdido. Su cabello estaba revuelto y su respiración era lenta y calmada. Todo lo contrario a su interior.

Una parte de sí trataba de volver al pasado, revivir lo que ya hace tiempo se había escrito. Correr entre las imágenes, voces y olores. Volver a sentir lo que en aquella época y que las lágrimas y sonrisas se plasmaran nuevamente en su rostro.

Pero la otra parte de sí, la más sensata y a la que Nico apoyaba, no deseaba volver a sufrir.

La pequeña guerra interior terminó, dándole la victoria a la segunda.

La puerta de húmeda madera se abrió, dándole lugar a un guardia con mala cara y alta estatura.

Nico reprimió una mueca y agachó la mirada.

Desde que él y sus amigos los habían internado(a la fuerza) en el castillo, se les había dicho que, a menos que se les hablase o se les diera permiso, no podían mirar a la persona o levantar la cabeza a quien le estuviese hablando, a menos que se tratase de otro esclavo.

Mordió su labio con nerviosismo al escuchar como los pesados pasos del guardia se dirigían a él.

– Oye!– Le grito el guardia, el menor lo miro por entre sus cabellos.– Tengo un trabajo para ti, sigue me.

El guardia comenzó a alejarse y Nico se paró un poco desconcertado y con el trasero y la espalda a doloridos.

Comenzó a seguir al guardia.

Ambos salieron del oscuro lugar, al estar lejos de la "habitación" el guardia se giró y le entregó al esclavo una bolsa llena de pan, para luego entregarle un vaso de agua.

Nico reprimió el impulsó de enviarle una mirada interrogante, él y sus amigos ya habían comido.

– Quiero que la bajes al a la ultima planta y se la entregues al esclavo. No creo que lis reyes de Roma acepten una ofrenda muerta, y no recomiendo que te comas la comida o que no la entregues. Si este esclavo llega muerto, tu seras la ofrenda.– Le dijo el guardia fríamente para luego caminar hacia ka parte superior.

Nico suspiró y comenzó a bajar las escaleras que lo guiarían al último piso.

Al llegar allí, percibió que el aroma cambiaba, ahora era más pesado y menos fácil de respirar.

Trató de ignorar aquello, planeando dejar rápidamente la comida e irse de allí.

Pero algo lo detuvo.

Más bien alguien.

Entre las sombras, como una estrella en el cielo a medianoche, resplandecía una débil figura, casi marchita.

Nico lo reconoció al instante, parpadeo un par de veces, tratando de descubrir si lo que veía era real o si su mente le estaba jugando una broma.

Tal vez la parte de su ser que quería revivir el pasado había ganado, y él ni cuenta se había dado.

Se acerco despacio, con cautela, tratando de no hacer ningún ruido.

Y eso habría funcionado,si no fuese porque lo tablones del suelo eran inestables y crujían a cada paso que daba.

Estudio suelo. Pensó mientras sus ojos se encontraban los los orbes azules.

Los ojos, de color azul apagado, parecieron volver a brillar y recuperar su vida al verlo.

– Nico?– Habló con voz débil, temiendo que todo eso fuese una cruel broma de su mente, esperando a que la burbuja explotase para encontrarse de nuevo con la triste y cruel(del mal modo) realidad.

– Hola Will.

Dos capítulos, uno hoy y otro ayer, amenme😇😘

Les esta gustando.

Los comentarios del otro cap😂 pobre Will, qué tienen contra él?

Estoy escribiendo una nueva historia, llamada: Donde estas?
Les gustaría pasarse?

PD: Les gusta el Perleo?