Parte 11

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Más de cinco horas; estuvieron más de cinco horas haciéndole pruebas y curando sus heridas. Horas que se hicieron eternas y en las que no dejé de pensar ni un solo segundo en las mil maneras de matar al hijo de puta que había hecho esto.

Pero lo peor de esas horas fue que el marica de Robert no paró de llamarme. Mi ira crecía hasta límites insospechados cuando lo escuchaba tratar a Marina como su objeto más preciado. Le preocupaba el dinero que perdería si ella dejaba de trabajar mucho tiempo.

A la quinta llamada ni contesté, no lo soporté más y preferí ignorar que contestarle, que se fuera a la mierda. Opté por mandarle un mensaje diciéndole que le informaría cuando supiera algo. Apagué el teléfono y busqué tranquilizarme; ahora tenía a dos cabrones en mi lista negra. Quería a Marina tan lejos de ellos como fuese posible.

Cuando el doctor que la atendió salió para hablar conmigo la cosa no mejoró. El enojo se incrementó cuando el doctor me dio la descripción de todas las heridas que ese hijo de la gran puta le había causado y el frágil estado en el que se encontraba Marina. El hombre me atosigó con mil y un preguntas sobre lo que había pasado y si conocía a la persona que le había hecho esto. Intenté zafarme como pude, le dije que era una amiga, que ella me había llamado pidiendo auxilio y que cuando llegué ella estaba sola. El doctor me dijo que había sufrido una violación bastante grave, "cada parte de su cuerpo fue dañado", fueron sus palabras. Por desgracia sabía a qué se refería. También agregó que tenía heridas internas que tardarían en sanar y que debían hacerle varias pruebas más para ver que no le quedarían secuelas. Empuñé mis manos hasta que sentí las uñas enterrarse en mi piel.

Dado el caso, el doctor dijo que lo más adecuado sería llamar a la policía, me negué de inmediato. Esto metería a Marina en un lío peor y no la quería más expuesta de lo que ya estaba. Convencí al médico para que no lo hiciera hasta que ella volviera a la consciencia y ella diera su conformidad. Eso nos daría tiempo. Gracias a Dios el doctor cedió pero creo que él sospechaba que algo pasaba detrás de todo este asunto.

Aún recuerdo cómo temblaban mis manos cuando se marchó. Estuve al borde de un ataque. Mi furia, mis nervios, mi ansiedad, todo, me estaba sobrepasando. Mis lágrimas comenzaron a brotar, guiadas por la impotencia que sentía. Nunca, nunca en mi vida me sentí tan inútil. Con ganas de hacer mucho pero sin las herramientas suficientes para hacerlo.

Después de esas cinco angustiosas horas, una enfermera apareció por una de las puertas y me avisó que Marina había sido trasladada a una de las habitaciones y que podía pasar a verla. Ella estaba tumbada en la cama, parecía estar dormida. Dudé unos segundos en la puerta cuando vi a una de las enfermeras salir del baño de la habitación.

-Hola- me dijo con una leve sonrisa- ¿eres familiar?- Dudé unos segundos, no quería que me echaran de allí, necesitaba estar con ella.

-Soy Natalia, una ami...-

-Eres Natalia- me dijo entre sorprendida y con gesto de tristeza- ella no ha parado de llamarte- mi corazón se estrujó ante esas palabras- daré tu nombre a la centralita para que puedas quedarte todo el tiempo que desees.

-Gra...gracias- luché para no derrumbarme. Ella esbozó una sonrisa triste antes de salir y dejarnos a solas.

Recuerdo cómo la admiré desde la puerta unos segundos antes de entrar y acercarme a ella. Era pequeña pero ahora la veía aún más; frágil, lastimada, en una pose impropia de ella. Era terriblemente doloroso tan siquiera pensar los momentos de angustia que vivió. Aguantó la compostura y salió de allí andando... Mi corazón se derrumbaba en pequeños fragmentos al pensarlo.

Arrastré el pequeño sillón que había en la habitación hasta ponerlo al lado de la cama. Fue cuando me iba a sentar cuando me percaté que no estaba dormida. Ella giró su cabeza y, cuando sus ojos conectaron con los míos, el poco de corazón que me quedaba se terminó de romper. Se veía tan asustada y juro que nunca había visto tanto dolor en una mirada.

Almas CapturadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora