Un Hércules para ella

Capítulo 16.

Capítulo 16.

Megara POV.

Después del encuentro en la cafetería ya no me había vuelto a cruzar con Axel, y de eso ya hacía dos días. Quería verle, le debía una disculpa pero también debía entender que era fácil hacer suposiciones después de cómo había actuado su hermana.

Era miércoles y sabía que él tenía entrenamiento hasta tarde. Ya había terminado decenar y ahora me encontraba delante de su puerta, con una memoria usb en una mano y una bolsa de palomitas dulces en la otra. Llamo a la puerta con la esperanza de que me abra él y no su compañero de cuarto, pero por desgracia no tengo suerte.

-¿Qué hay, guapa? –me pregunta Peter asomándose por la puerta.

-Estoy buscando a Axel...-le digo echando un vistazo rápido por la puerta.

-Está terminando de ducharse –dice y la puerta del baño se abre dejando ver a un Axel con el cabello húmedo.

-Déjala entrar –dice él cuando me ve y Peter me deja entrar.

-Yo me voy, ya tuve suficiente el otro día en la cafetería... -dice Peter antes de desaparecer y dejarnos solos en su cuarto.

-Vaya... Siento lo del otro día y lo de tu hermana –me disculpo de manera sincera.- Traigo una película de acción y palomitas como ofrenda de paz...

-¿Son dulces? –pregunta con tono divertido y yo asiento repetidas veces con la cabeza- En ese caso acepto la disculpa.

Me acerco a él y le sonrío con gratitud antes de darle la memoria usb para que ponga la película.

-¿Cuál has traído? –pregunta él curioso mientras mete el usb en la tv y se sienta en su cama, palmea la cama para que me una a él y lo hago sin objeciones.

-Venganza, la protagonizada por Liam Neeson –respondo mientras me quito los zapatos y él le da al play.

-Ven aquí -me ofrece su hombro y su pecho para acomodarme y yo me medio acuesto sobre él.

-Espero que no vuelvas a huir –dice el en un susurro- espero que si algo te molesta me lo digas e intentemos solucionarlo...

-Lo siento –repito en su mismo tono- prometo no volver a hacerlo.

Sin decir nada más, abro el paquete de palomitas y comemos en silencio atendiendo a la película.

Cuando nos cansamos de comer palomitas Axel se incorpora para tirar la bolsa y cuando se vuelve a acostar empieza a acariciarme el cabello, es tan sumamente agradable que se me empiezan a cerrar los ojos hasta el punto de quedarme dormida.

Axel POV.

Nunca había visto esta película, pero realmente me estaba gustando mucho, aún estaba sorprendido de que Megara decidiera venir a disculparse y se quedase a ver una película conmigo. Esta chica empezaba a gustarme más allá de lo físico.

La película termina y dejo de acariciarle el cabello.

-¿Quieres ver otra? –le pregunta pero ella no responde, me muevo para poder verle la cara y está dormida.

-Más os vale estar vestidos –dice Peter abriendo la puerta y rápidamente le chisto para que no despierte a Meg.

-Se ha quedado dormida –le indico- ¿Vas a dormir aquí?

-Puedo irme si lo prefieres –dice él y yo asiento.

-Por favor. Te debo una tío –el niega con la cabeza y se despide para luego marcharse.

Termino apagando la tv con el mando y sujetando a Megara por la cintura, preparado para unirme a ella en el sueño.

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Recobro la conciencia cuando empiezo a notar pequeñas caricias en mis mejillas. Entre las rendijas de mis pestañas veo a Meg bien despierta acariciando mi mejilla, sin previo aviso le hago cosquillas y ella empieza a reír como una loca.

-¡No por favor! –suplica ella entre risas pero yo sigo e invierto nuestras posiciones poniéndome yo sobre ella.

-Eso te pasa por no dejarme dormir...-le digo pero finalmente ceso con las cosquillas y me quedo sobre ella y escondo la cara en su cuello absorbiendo su buen aroma.

-Axel... -dice ella como en advertencia y yo levanto la cara para poder darle un beso en los labios que ella no corresponde- No puedo...

-¿Por qué? –pregunto aún sobre ella- sabes que hay algo entre nosotros.

-No puedo –repite esta vez sin mirarme.

-¿Estas con alguien?

-¿Qué?¡No!

-¿Cuál es el problema? Porque estoy seguro de que si no te atrajera ahora mismo no estarías aquí.

-No sé si quiero algo no serio, tampoco te conozco tanto... -suelta como si fuera una excusa que se acaba de inventar.

-Venga Meg puedes llegar a conocerme y tal vez incluso te guste... -digo volviendo a darle un beso, esta vez no se resiste. – ¿Lo ves?

-No quiero nada ahora mismo... -dice ella pero responde a mis besos y su cuerpo busca mis caricias.

-Esto no es nada a no ser que quieras que sea algo más, tienes el poder... -le digo moviendo mi pelvis hacia la suya- No estamos haciendo nada...

-No es justo que seduzcas a mi cuerpo –dice ella mientras sus manos se meten por dentro de mis pantalones.