Capítulo 7

13.7K 1K 627
                                    

Harry salió corriendo con el ojiazul detrás, buscando a su mejor amigo entre la multitud de gente que había por todos lados, pero no lo encontraba.

Se maldijo a si mismo por ser tan descuidado, estaban en la escuela, era muy peligroso intentar algo ahí, sabiendo que culquiera podría verlos.

Tenía miedo, no quería que Niall lo odiara, era su único amigo.

—Harry.

El ojiazul tomó el hombro del rizado, haciendo que éste volteara a verlo.

Un suspiro salió de sus labios al percatarse de que lágrimas caían de sus hermosos ojos verdes, sintió un pequeño dolor en el pecho, se sentía culpable de repente, fue entonces que se dio cuenta de algo...

Prometió que nunca iba a permitir que el rizado llorara por su culpa.

Pero falló.

—Harry, lo siento, pero no podemos seguir con ésto.

Le dolía, en serio le dolía decir esas palabras, pero era lo mejor, no iba a seguir permitiendo que Harry sufra por el.

—¿Q-qué?

Los ojos del rizado se abrieron sorprendidos, su labio temblaba al igual que su cuerpo, no podía creer lo que escuchaba.

—Ambos sabemos que ésto no es algo serio, no podemos seguir así, se que yo lo empecé todo y lo lamento, pero lo mejor es que olvidemos todo lo que pasó, es por nuestro bien.

El ojiazul creía que hacía lo correcto, intentó ser firme y duro para que Harry lo olvidara rápidamente, pero no entendía que sólo lo estaba destrozando.

—L-louis, no me hagas ésto, no tenemos que terminar, seremos más cuidadosos, Niall es mi mejor amigo, se que lo entenderá.

Las lágrimas no cesaban, le costaba pronuciar las palabras por los sollozos que salían de sus humedos labios.

Harry sabía que era lo mejor pero no quería aceptarlo, no quería dejar al ojiazul, no ahora que se sentía más sólo que nunca.

—Lo siento, Harry.

Y sin decir más, el ojiazul se dio la vuelta, perdiéndose entre la gente, dejando a un rizado con el corazón roto completamente sólo.

Quiso correr hacia el, pero no pudo.
Su cuerpo no respondía, parecía como si todo estuviera en cámara lenta, veía desaparecer a Louis entre las personas, hasta que ya no pudo visualizarlo más.

No sabía cuanto tiempo se quedó parado ahí, al reaccionar se dio cuenta de que ya no había nadie, el receso había terminado.

No quería seguir ahí ni un momento más, giró sobre sus talones y corrió hacia la salida.

No le importaba si algún profesor lo veía, tal vez le pondrían un reporte o llamarían a su madre, pero en esos momentos era lo que menos le preocupaba.

Sus ojos ardían, su vista estaba empañada por las lágrimas, le costaba ver su camino pero no le tomó importancia, el seguía corriendo, sólo quería llegar a su hogar.

Se tropezó varias veces, sus manos estaban raspadas, sus jeans rasgados, pero el dolor no se comparaba con el que sentía en el pecho.

Llegó a casa y entró rápidamente cerrando de un portazo.

Subió las escaleras hasta llegar a su habitación, lanzándose a su cama, dejando salir todo lo que estuvo conteniendo desde hace bastante tiempo.

—¿¡Por qué nadie me quiere!? ¡Sólo soy un maldito estorbo, la gente estaría mejor sin mi, quiero morir!

Eso y más gritaba al aire, sin ser escuchado, sintiéndose como una completa basura.

¿Qué había hecho para merecer ésto?

Ésa era la pregunta que rondaba por su cabeza, sin tener una respuesta.

Lloraba, lloraba como nunca lo había hecho en su corta vida, no supo cuánto tiempo porque se quedó dormido, estaba cansado, no podía más, sólo quería dormir y nunca despertar.

Su siesta fue interrumpida por unos golpes en la puerta de entrada.

A duras penas se levantó, dirigiéndose a ésta, la abrió dándole paso a la persona que se encontraba ahí.

Una débil sonrisa se formó en sus labios al ver que se trababa de Niall.

—Hola Ni.

Su voz sonó apagada, casi inaudible, el rubio entró a la casa, viendo al rizado con preocupación.

—¿Me puedes explicar que está pasando contigo y Tomlinson?

La mirada del rubio cambió a una seria, cruzandose de brazos, esperando una respuesta por parte del rizado.

—Y-yo, lo siento Ni, no quería que te enteraras así, iba a decírtelo pero no hallaba como.

—Pues debiste decirme desde el principio y así me ahorrabas ésa inolvidable escena.

Las mejillas del rubio se ruborizaron al recordar la manera tan peculiar de enterarse de la relación de su amigo.

—Perdón por eso, me siento muy avergonzado, en serio.

El rizado cubrió su rostro con sus manos, las lágrimas amenazaban con salir de nuevo.

—Está bien, tranquilo, ya no importa, pero hay algo que no entiendo.

El rizado lo miró atento, esperando que siguiera.

—¿Cómo es que el novio de mi mejor amigo es Louis Tomlinson, el tipo que siempre lo trató mal desde hace muchos años?

El rubio lo miraba impaciente, quería una buena explicación.

—No lo se Niall, desde el primer día que lo vi sentí algo, a pesar de todo lo que me hizo, de lo mal que lo pasé con el, nunca pude odiarlo, porque sabía que el era diferente, al menos eso creía.

—¿Eso creías?

El ojiverde mordió su labio inferior, tratando de retener los sollozos que amenazaban con salir.
Su vista se nublaba de nuevo.

—Terminó conmigo.

Y no pudo más, las lágrimas habían empezado a caer, otra vez.

—¿¡Por qué!?

Niall lo miraba sorprendido y al mismo tiempo preocupado, jamás había visto a Harry así.

—Dijo que era lo mejor para nosotros, que ésto no era algo serio.

Cayó de rodillas al piso, se sentía muy débil y humillado.

Niall no sabía que decir, así que se arrodilló frente a el y le propinó un fuerte abrazo, sentía que Harry era un muñeco de porcelana roto y si aflojaba su agarre, se caería en pedazos.

—Tranquilo ricitos, no estás sólo, siempre estaré contigo, te ayudaré a superar ésto.

Harry correspondió a su abrazo, sintiéndose un poco aliviado.

—Gracias Niall, eres el mejor amigo del mundo.

—Lo sé ricitos, lo sé.

Fue entonces cuando Harry se dio cuenta de que no estaba tan sólo.

[...]

¡Gracias por leer mi novela y por siempre animarme con sus comentarios!  💖

Las quiero 😍






Baby Boy [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora