Capítulo 14

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Los rayos de sol se colaban por la ventana, dando directamente hacia el rostro del rizado.

Poco a poco empezó a abrir sus ojos con dificultad, la luz empezaba a molestarle, así que decidió darse la vuelta para evitarlo pero al ver el rostro del amor de su vida su sueño se esfumó por completo.

Louis dormía plácidamente, unas largas pestañas adornaban sus ojos, se veía adorable, Harry soltó un suspiro, no podía creer que aquél chico estuviera con el, su amor imposible le correspondía y él no podía estar más feliz al respecto.

Acercó su mano hacia la mejilla del ojiazul, posándola suavemente sobre ésta y acariciándola delicadamente con la yema de sus dedos. Sus ojos se perdieron en sus labios, delgados pero adictivos, sin pensarlo mucho se fue acercando hacia ellos, hasta quedar a menos de un centímetro.

Pegó sus labios, sin hacer movimiento, simplemente los junto por unos segundo. Louis empezó a moverse, el rizado se separó con cuidado, volviendo a su posición inicial, cerro sus ojos poco a poco, volviendo a quedarse dormido con el rostro de Louis en su mente. 

El sonido del exterior lo despertó nuevamente, soltó un gruñido de frustración, resignándose. Abrió sus ojos lentamente, tratando de acostumbrarse a la luz, buscó con la mirada a su chico pero no estaba ahí, se sentó en la cama, estiró sus brazos hasta que se sintió completamente despabilado.

—¿Lou?— esperó una respuesta, pero no obtuvo nada.

Se levantó de la cama, fue al baño y se aseo un poco, cuando estuvo listo bajo las escaleras para llegar al primer piso pero en el camino escuchó unas voces, podía distinguir la de Louis pero la otra no, se trataba de una mujer.

Con cuidado de no hacer ruido, siguió su camino, hasta poder visualizar a Louis en el marco de la puerta y afuera una mujer joven, delgada, cabello castaño y grandes ojos. Aquella chica miraba a Louis con un brillo en los ojos y ambos reían, Harry sintió un golpe en el estómago.

Caminó haciendo ruido a propósito para que ambos notaran su presencia, ambos chicos voltearon a verle y Harry solo los veía sin expresión en su rostro.

—Oh Hazz, que bueno que despertaste, ven aquí, quiero presentarte a alguien.— el mayor le dedicó un cálida sonrisa, extendiendo su mano para que Harry la tomara.

Cuando el menor estuvo a lado del ojiazul, miró de reojo a la chica, era linda y eso no le gustaba nada.

—Harry, ella es Eleanor, somos amigos desde hace mucho tiempo.

—Mucho gusto Harry, Louis me ha hablado mucho sobre ti.— la castaña extendió su mano, Harry la tomó por educación, Eleanor le sonrió.

—Hola.— respondió Harry, a secas.

El castaño sintió cierta tensión en el aire, así que invitó a Eleanor a entrar a la casa para que los acompañara a desayunar, cosa que enfureció a Harry, se suponía que éstos días iban a ser para estar juntos, solos.

Durante el desayuno, Harry no pronunció palabra alguna, solo miraba su plato de comida mientras escuchaba a Louis y Eleanor reír y hablar de las aventuras que habían tenido juntos.

—Oh Lou, en serio te extrañaba, me haz hecho mucha falta ¿sabes?— Harry apretó su mandíbula, aguantando las ganas de ahorcar a la chica.

—Yo también te extrañé El, me alegra mucho estar contigo de nuevo.

Harry se levantó bruscamente de la silla, capturando la atención de ambos, sin decir nada salió del comedor y se dirigió hacia el cuarto de Louis donde soltó un portazo.

Se arrojó en la cama mientras ocultaba su rostro en la almohada, dejando salir las lagrimas que estaba conteniendo desde hace rato. No entendía porque cuando todo parecía estar perfecto entre Louis y él venía alguien a arruinarlo, odiaba ésto, no sabía cuanto mas podría aguantar.

Unos golpes en la puerta lo sacaron de su trance, se sentó de golpe en la cama y limpió sus lagrimas.

—Adelante.

La puerta empezó a abrirse, sonrió un poco, necesitaba a Louis para consolarlo, pero su sonrisa se esfumó cuando vio que no se trataba de él.

—¿Qué tal Harry?— dijo Eleanor con una sonrisa en los labios, entrando al cuarto y cerrando la puerta detrás de ella.

—¿Qué haces aquí?— le dedicó una mirada de disgusto.—¿Dónde está Louis?

La chica se acercó hasta quedar a lado del rizado, éste la miraba con desconfianza, la castaña no borraba la sonrisa de sus labios.

—Lou fue a comprar unas cosas, ya volverá, pero me gustaría hablar contigo sobre él.

—Primero, no le llames Lou, segundo, no tengo nada que hablar contigo y tercero, hazme un favor y vete de aquí.— sonrió con arrogancia, contento por decirle aquellas cosas.

Eleanor tomo el cuello de su camisa, acercándolo a ella e hiriéndolo en el proceso. 

—Escúchame muy bien maricón de mierda, Louis es mío, fui su novia durante muchos años y no voy a permitir que un niño estúpido como tú me lo quite, así que ten cuidado en como me tratas porque en cualquier momento Louis te va a abandonar y volverá conmigo. ¿Entendiste?

La castaña lo empujó, le dedicó una mirada de asco y salió de la habitación.

De los ojos de Harry brotaban lágrimas de desesperación, sentía muchas cosas, enojo, frustración, tristeza, pero más que nada, miedo, miedo de perder a Louis.

Se abrazó a si mismo tratando de calmarse, se sentía débil, necesitaba a Louis, necesitaba sus besos, sus caricias, todo.

Sentía que se ahogaba, necesitaba salir de ahí, no podía estar en la misma casa que ella, escribió una nota para Louis, la dejó en su mesita de noche, tomó sus cosas y salió de ahí.

Estaba harto.

[...]

Mil disculpas, en serio, merezco todos los insultos posibles, pero de verdad he estado muy ocupada, pero ya no más, se acercan las vacaciones de diciembre y eso significa más capítulos y probablemente el final de la novela.

Una vez más, disculpen por jugar así con ustedes, no volverá a pasar.

Las amo.

-Mommy.

Baby Boy [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora