Capítulo 13

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Louis fue dado de alta dos semanas después, todo salió bien y Harry no podía estar más feliz al respecto.

Ambos salieron del hospital con las manos entrelazadas, el viento helado golpeo sus rostros, Louis sonrió, cerrando los ojos en el proceso.

—Mierda, extrañaba tanto ésto, creí que me volvería loco estando ahí dentro.

Harry soltó una risita, abrazando a su novio.

—Yo te extrañé a ti.

Louis miró al más pequeño,  besó su frente y lo acercó más a su pecho.

—Mírame, el bravucón Louis Tomlinson enamorado perdidamente de un niño.

Rió el castaño mientras el menor lo miraba con el ceño fruncido.

—No soy un niño, Louis.

En sus labios se formó un puchero, enterneciendo al mayor, esté no pudo evitarlo y dejo un besito en los labios del menor, haciendo que éste se sonroje.

—Tienes razón, no eres un niño, eres mi bebito.

El mayor tomó al rizado de la cintura, haciendo que sus cuerpos estén unidos, sus labios bajaron al oído del chico, su aliento rozaba la oreja de Harry, haciendo que suelte un pequeño suspiro.

—¿Sabes que era lo que más extrañaba estando en el hospital?— susurró, provocando que Harry se erizara.

—¿Q-qué cosa, Daddy?

—Hacerte mío.— lamió el lóbulo de la oreja del chico, éste soltó un pequeño jadeo, se estaba poniendo duro.

Louis se separó de el, sonriendo al notar como había dejado al menor, tenía los ojos brillosos y los labios humedos, si no fuera porque estaban en un lugar público, se lo follaba ahí mismo.

Tomó la mano del menor, empezando a caminar hacia su casa, vivía solo, así que nadie los molestaría, además quería enseñarle al rizado donde vivía y por supuesto, hacerlo suyo, todo el día si era necesario.

El camino fue silencioso, no era incomodo, ambos estaban disfrutando el momento.

De repente Louis se detuvo frente a una casa moderna de dos pisos, era linda. Harry lo miró confundido.

—¿Qué hacemos aquí Lou?— el ojiazul lo miró sonriente.

—Aquí vivo.— los ojos del menor se abrieron sorprendidos, no sabía que Louis vivía ahí, además, la casa se veía costosa.

—Oh Lou, tu casa es muy linda, ¿tus padres están ahí?

Sintió como el mayor se tensó por un momento, de repente su rostro se tornó serio.

—Mis padres están muertos.

El corazón de Harry se partió en dos, se sintió tan estúpido, abrazó a Louis, con toda sus fuerzas.

—Louis, lo siento tanto, no debí decir eso, perdóname.— una mano empezó a acariciar su cabello, calmándolo.

—No te preocupes cariño, tú no sabías.— alejó un poco al menor para mirarlo a los ojos, notando que de sus orbes verdes caían pequeñas lagrimas, rápidamente las limpió con sus pulgares, para después besar ambas mejillas.

—Te amo, Louis.— los ojos del mayor se iluminaron.

—Y yo a ti, bebito.— juntó sus labios con el rizado, dándole un beso suave y tierno, unos segundos después se separaron.— ¿entramos?

El menor asintió con una sonrisa en sus labios, tomó el brazo de Louis y ambos entraron a la casa.

Harry quedó impresionado, el estilo de Louis era moderno, la casa era blanca y estaba impecable.

—Vamos a mi cuarto.— tomó la mano del pequeño, dirigiéndose al segundo piso, subieron las escaleras y entraron en la primera habitación.

El cuarto iba de acuerdo a la casa, era amplio y sencillo, pero lindo.

Louis se acercó a su cama, acostándose en ella, palmeó el colchón un par de veces, indicándole al menor que acostara junto a el y así lo hizo.

Ambos giraron, quedando frente a frente. La mano de Louis acarició el hombro del menor, bajando por su brazo, hasta llegar a su cintura. El pequeño solo disfrutaba de las caricias del ojiazul, soltando uno que otro suspiro.

Louis se acercó más a el, sus narices se rozaban y sus ojos estaban conectados. Harry fue acercándose a sus labios, cuando al fin estuvieron unidos, Louis empezó a moverlos. Al principio era lento pero poco a poco el beso se empezó a intensificar.

De un momento para otro, Harry se encontraba sobre Louis, sentado en su cadera, besándolo apasionadamente mientras el mayor acariciaba su espalda y cintura debajo de su camiseta.

Harry fue bajando sus besos hacia el cuello de Louis, quería hacerlo disfrutar, la mayoría de veces el que mejor la pasaba a la hora de tener sexo era él, hoy quería recompensarlo.

Bajo más hasta llegar donde se encontraba la cerradura de sus pantalones, con sus manos fue desabrochando los botones y bajando el pantalón con agilidad, dejándolo solo en boxers, su erección era muy notoria, el menor sonrió ante esto.

Besó su miembro sobre la tela, haciendo que Louis soltara un gruñido de excitación.

—Vamos cariño, hazlo.

El menor obedeció y fue sacando los boxers de su Daddy, dejando al descubierto su enorme miembro, imaginar aquello dentro de él hizo que su pene se pusiera más duro.

Sus labios se acercaron a la punta, donde lamió con rapidez, volviendo loco al ojiazul. Poco a poco fue introduciendo el pene del mayor en su boca, empezó a subir y bajar lentamente, escuchando los suspiros del mayor. 

—Más rápido, bebito.— dijo Louis entre jadeos, excitando más al pequeño.

Fue aumentando la velocidad, el pene salía y entraba a la cavidad del menor con rapidez, Louis apretaba las sabanas con fuerza, estaba a punto de correrse.

En un movimiento ágil, el mayor tomó a Harry, posicionándolo debajo de él, éste lo miraba sin entender, no había dejado que termine.

El ojiazul se deshizo de los pantalones y la ropa interior de Harry en un rápido movimiento.

—Ahora es tu turno de disfrutar, lindo.— Louis dirigió tres dedos hacia los labios de Harry, éste entendió al instante y abrió la boca para empezar a lamerlos.

Cuando estuvieron bien lubricados los dirigió a la entrada del rizado, introduciendo uno, haciendo que éste gimiera.

Minutos después, el segundo dedo ya se encontraba dentro, el menor solo soltaba gemidos de placer. Al introducir el tercero el menor ya estaba volviéndose loco, necesitaba a Louis dentro de él.

—Lou, por favor, te necesito.— miró al nombrado a los ojos, éste solo sonrió.

Louis fue acercando la punta de su pene hacia la entrada del menor, introduciéndolo lentamente, Harry apretaba los ojos con fuerza, aún no se acostumbraba.

Al estar completamente dentro espero unos minutos hasta que Harry se sintiera bien, después de un rato, el menor empezó a mover las caderas, alentando a Louis para que comenzara con las embestidas.

Entraba y salía de él con rapidez, extrañaba tanto sentirlo.

—A-ah, ah, más Lou, más.

En una embestida brusca, Louis tocó el punto sensible de Harry, éste se arqueó y de sus labios salió un grito de placer.

—Me encantas, precioso.— las embestidas eran más profundas, tocándolo el punto de Harry una y otra vez.

No pasó mucho tiempo para que los dos se corrieran, Harry soltando un sonoro gemido y Louis gruñendo de placer.

Ambos cayeron rendidos en la cama, Louis cubrió a Harry con sus sabanas, mientras lo apegaba más a el y lo abrazaba por la cintura.

—Te amo pequeño.— dijo el ojiazul, plantando un beso en la frente de su novio.

—Te amo, daddy.

Los ojos de ambos se cerraron, cayendo en un profundo sueño, estaban agotados, pero felices.

Baby Boy [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora