Baby Boy [l.s]

Capítulo 11

Harry se deshacía en gemidos y suspiros gracias a las caricias que Louis le proporcionaba.

Sus labios se unían en un beso apasionado y húmedo mientras las manos de Louis bajaban hasta el miembro del menor, acariciando su zona sensible por encima de sus boxers.

—Oh Lou..

—¿Te gusta cariño?

Acariciaba su miembro, ésta vez debajo de la ropa interior, subía y bajaba su mano a un ritmo lento, cosa que volvía loco al rizado, estaba muy excitado.

—Ahh, Daddy, más.

El mayor fue bajando los boxers del rizado hasta deshacerse de ellos y dejarlo completamente desnudo, para luego seguir masturbando el miembro de Harry, ésta vez más rápido.

—¡Ah, ah Lou, más rápido, estoy a punto!

Los movimientos aceleraron, la punta del pene del pequeño ya estaba bastante húmeda gracias al líquido pre seminal, no pasó mucho tiempo para que finalmente éste se corriera en la mano del ojiazul.

El mayor dirigió sus dedos empapados de semen hacia la entrada del menor, introduciendo uno en ésta, empezando a dilatar mientras unía sus labios de nuevo con los de su bebé.

Introdujo un segundo dedo, haciendo que el rizado rompa el beso para soltar un jadeo.

El mayor abría y cerraba los dedos simulando unas tijeras, quería que su bebé no sintiera dolor y disfrutara.

—Mhmn, adoro que me metas los dedos, papi.

—Te puedo meter algo mucho mejor, precioso.

—Si papi, por favor, te necesito.

Louis creía que moriría de excitación en ese momento, ver a su pequeño desnudo, con el cabello alborotado, las mejillas rojadas, los labios hinchados, gotas de sudor en su frente y chupetones en su cuerpo lo ponía mucho.

¿Como resistirse a las peticiones de tan hermosa criatura?

Sacó los dedos de la entrada ya dilatada, posicionando sus manos a cada lado de la cadera del ojiverde, levantándolo un poco para empezar a introducir su miembro.

Las manos del pequeño apretaban las sábanas, aún no se acostumbrada a sentir al mayor en su interior pero el simple hecho de que sea su Daddy lo ponía feliz.

Al estar completamente dentro se detuvo a esperar a que el rizado se acostumbrara, estaba muy apretado, sus ojos estaban cerrados y mordía su labio inferior con algo de fuerza.

Louis se acercó a su cuello, depositando pequeños besos en el, mientras acariciaba el costado de su cintura para hacer que se relaje.

—Tranquilo cariño, intenta relajarte, ¿si?, no quiero lastimarte.

Aquellas palabras tranquilizaron al menor, poco a poco iba disminuyendo la presión en su entrada, permitiendo que el mayor empezara a moverse.

Louis empezó con las embestidas, entraba y salía lentamente del pequeño, tratando de no herirlo.

—Ah, Lou, más rápido, por favor.

El nombrado sonrió satisfecho, empezando a acelerar el ritmo de las embestidas, deleitándose con los gemidos de su bebé.

Las penetraciones eran más rápidas y profundas, con el objetivo de tocar el punto de placer del rizado.

—¡Ah, ahí, justo ahí papi!

El sonido de sus cuerpos chocando y los gemidos de Harry reinaban en la habitación.

Louis se detuvo, desconcertando al menor.