Contigo o sin ti... (#2)

Capítulo 15

Al día siguiente, fui al restaurante y no vi a Maureen. Algo que me extrañó muchísimo, ya que ella nunca faltaba, probablemente sería su día de descanso.

Busqué a Shawn con la mirada, lo encontré comiendo una hamburguesa en una de las mesas cerca de la ventana, caminé hacia él; sentía tanta seguridad, y el hecho de que Maureen no esté, me hacía sentir aún más fuerte.
Me senté a lado de Shawn y él me miró sorprendido.

—Ah, ¿hola?— dijo confundido.

—Hola— Sonreí

—¿Qué haces aquí?

—Pues, estoy sentada, ¿o acaso no puedo estar aquí?

—Si, claro que puedes, pero, es algo raro que me hables.

Reí —No comenzamos de buena manera, ¿sabes? Podemos ser amigos si quieres.

—Es raro que me hables sin que te enojes o algo similar. ¿Estás bien? ¿Necesitas algo?

—No, pero si quieres que me vaya, lo haré.— me levanté y comencé a caminar.

—No, no, no te vayas. Te lo tomas todo muy a pecho, mujer.

—Bien. Comencemos de nuevo,— volví a sentarme —Hola Shawn.

—Hola, Mandy.

—¿Cómo estás?— le Sonreí

—Whoa, whoa, whoa. Esto realmente es raro, sé que quieres algo.

—Bien, te lo diré. Quiero salir contigo.

—¿Qué? ¿Y ahora por qué quieres salir conmigo?

—Sólo quiero que seamos amigos— lo miré a los labios y mordí los míos.

—Oh, tu novio se enojará, ¿sabes? Pero quiero correr el riesgo.— levantó una de sus cejas y sonrió.

—No es mi novio. Y si lo fuese, no estaría pidiéndote que salgas conmigo.— me acerqué a su rostro —Yo también quiero correr cualquier riesgo.

Antes de que Shawn se acercara más para que me diera un beso, me alejé.
—Tal vez tu novia, Maureen se enoje.— quería confirmar si su relación duró más tiempo.

—Tampoco es mi novia, y dudo mucho que se enoje.

—¿Y eso por qué?— lo miré confundida.

—Vino temprano, habló con la jefa y se fue. Lo que tengo entendido es que sus padres encontraron demasiadas cosas en su cuarto, cosas sexuales, se enojaron y la mandaron a un convento o esos lugares de monjas.

Mi cara debió mostrar mi sorpresa porque Shawn me miró divertido, sacudí la cabeza.

—Bien, no me importa eso.— Tomé su celular, teclee mi número y se lo entregué —Llámame cuando quieras salir.

Le di un pequeño beso en la comisura de los labios y me fui de ahí.

Ya que Maureen no seguía aquí, el siguiente plan era: "enamorar a Shawn."